El 19 de febrero conmemoramos la fundación del Ejército Mexicano, cuyo origen es el pueblo expresado en toda su diversidad, pues al llamado de defender la Soberanía Nacional acudieron mexicanos de todas las entidades federativas del país. Es un Ejército que surgió desde abajo, alejado de la oligarquía, creyente y defensor de la legalidad, la justicia y la democracia.

Constituye una institución fundamental del Estado mexicano, tal y como lo establece la ley, en nuestros días sigue cumpliendo con su misión de defender la integridad y la soberanía de la nación; garantizar la seguridad interior; auxiliar a la población civil en caso de necesidades públicas; realizar acciones cívicas y obras sociales que tiendan al progreso del país y, en caso de desastres, prestar ayuda para el mantenimiento del orden, auxilio de las personas y sus bienes y la reconstrucción de las zonas afectadas. Mandato que ha seguido a pie juntillas, dignificando día con día desde hace 112 años, su vocación de servicio.

El recuento de sus acciones en los últimos tiempos es extenso, basta recordar la peor etapa de la pandemia por Covid-19 donde su participación hizo la diferencia; hoy la gente que vive en las comunidades más apartadas puede acceder a las sucursales del Banco del Bienestar; sus integrantes contribuyen a la vigilancia de ductos de hidrocarburos; e hicieron posible el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles, el Tren Maya y diversas obras prioritarias para el pueblo.

Desde la tropa hasta los generales se han distinguido por su lealtad y patriotismo combatiendo la violencia y en su compromiso con la estrategia integral de seguridad emprendida por la presidenta de la República, así como en el cuidado de nuestras fronteras y durante las catástrofes naturales.

El Ejército Mexicano es un cuerpo armado y una verdadera fuerza social que está siempre alerta para ayudar con solidaridad a quienes más lo necesitan. Anteponen el bienestar social en su actuar, arriesgan su integridad para salvaguardar la de los demás y empeñan su vida en defender y servir a la Patria.

Ha sido artífice de la Tercera y Cuarta Transformaciones de la República, porque ellas y ellos son pueblo, sí “un pueblo uniformado”, moderno, capacitado y profesional, que tiene entre sus tareas la de educar.

El Ejército y Fuerza Aérea Mexicanos han generado grandes cambios que han permitido estructurar un Sistema Educativo Militar compenetrado e identificado con las funciones ciudadanas y con la capacidad de brindar educación profesional de sus integrantes. La excelencia de su bachillerato es incuestionable y su Universidad representa una de las bases fundamentales de su eficiencia operativa.

El Equipo de Respuesta a Incidentes Cibernético Defensa-CERT, lo integran profesionales especializados altamente calificados en Tecnologías de la Información y Comunicaciones, que coadyuva en la prevención, detección y respuesta de amenazas provenientes del ciberespacio y mitigación de sus efectos. Asimismo, el Instituto Mexicano de Estudios Estratégicos en Seguridad y Defensa Nacionales fortalece la cultura de seguridad y defensa nacionales, constituyendo una oferta educativa y un espacio académico que promueve la investigación basada en un esquema innovador y bajo principios institucionales como el trabajo colaborativo, el pensamiento estratégico y crítico en materia de seguridad y defensa nacionales.

Por eso es que el pueblo de México les quiere, respeta y confía.

Larga vida al Ejército Mexicano, mi reconocimiento y gratitud.

Activista social

@larapaola1

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