Luego de anunciar el avance del PIB de Estados Unidos (EU) del segundo trimestre a finales de julio, regresó el optimismo a los mercados. Los inversionistas desecharon la idea de que dos trimestres consecutivos con caída era una recesión y mucho menos con un mercado laboral estrecho, con una tasa de desempleo tan baja, con un fuerte crecimiento de la nómina no agrícola en julio (528 mil) y con un importante crecimiento de las remuneraciones.
Las buenas noticias continuaron empezando por una favorable temporada de reportes trimestrales de las empresas, un positivo desempeño de los gastos de consumo, especialmente de servicios, y una inflación a la baja en tasa anual en julio, que alentó la esperanza de que efectivamente ya haya alcanzado su techo, luego de la falsa señal que hubo en primavera.
A este ambiente de optimismo también contribuyó el favorable reporte del sector servicios de julio (Institute for Supply Management), la aprobación de paquetes económicos para promover el cambio climático y el control de la inflación dirigidos más a evitar que el precio de los medicamentos siga subiendo por falta de regulación, e incluso en el frente externo, donde la opinión pública lo percibe débil, la administración Biden se anotaba un triunfo en contra de Al Qaeda.
A pesar de que el precio de la gasolina ya cayó por debajo de 4 dólares el galón y del efecto psicológico que ello tiene en los consumidores americanos, sigue habiendo una serie de preocupaciones e indicadores como el debilitamiento del sector manufacturero y la caída de la construcción afectada por el alza de precios de los materiales, de las viviendas y por la fuerte alza de las tasas de interés de las hipotecas, que hacen mucho más caro construir y comprar una propiedad, que dicho de paso podría reducir el envío de remesas porque muchos mexicanos trabajan en esta industria.
Por otra parte, el fantasma de la recesión mundial con mayor inflación sigue latente (estanflación). El cambio climático ha provocado una de las peores sequías en EU, afectando las cosechas de cereales, así como de algodón y otros productos agropecuarios, lo que generará la inflación; y aunque los precios de las materias primas han descendido en respuesta al debilitamiento de la economía mundial, se mantienen en niveles elevados.
Por otra parte, la interrupción en las cadenas de suministros no se ha reactivado del todo. Incluso podría ocasionarse un caos si llegara a presentarse un bloqueo chino a Taiwán, lo que las paralizaría y aumentaría los precios de fletes en Asia, como lo advirtió en un reporte el martes pasado The Wall Street Journal (WSJ).
Se hace hincapié del peso estratégico que tiene este país en la industria de chips. El artículo cita una investigación de Gartner que señala que Taiwan Semiconductor Manufacturing Co. (TSMC), el fabricante de chips por contrato más grande del mundo que produce semiconductores para empresas como Apple Inc. y Qualcomm Inc., participa con más de la mitad del mercado de semiconductores (100 mil millones de dólares).
Si bien WSJ destaca la fuerte vulnerabilidad de la economía mundial, trata de tranquilizarnos señalando que hay un elemento disuasorio importante para Beijing: la propia China depende de Taiwán para el comercio y empleo.
Más en concreto, señala: “China depende de TSMC para los chips necesarios para aplicaciones industriales y computacionales de vanguardia. Empresas taiwanesas como Foxconn Technology Group, el mayor ensamblador de iPhone, son importantes proveedores de empleos en el sector privado en China continental. Y Taiwán sirve como puerta de entrada de embarque estratégica al Océano Pacífico para China.”
Sin embargo, si los ejercicios militares chinos duraran más de una semana, ocasionaría un retraso en los embarques, afectaría la producción de una gran cantidad de productos que dependen de los chips, y su escasez provocaría un alza de precios de los productos, como ya se observó con las interrupciones generadas por la pandemia.
Esto es, la tesis de que una desaceleración de la economía mundial provocará una caída de los precios de las materias primas, podría fallar si la guerra en Ucrania continúa y sigue manteniendo elevados los precios del gas para Europa, de cereales (trigo, maíz y cebada), aceite de girasol y fertilizantes; o si otros conflictos geopolíticos como el de China-EU no sólo mantuviera elevados los aranceles, sino que pudiese afectar las cadenas de suministros de una manera crítica.
No en balde la administración Biden ha impulsado una política industrial que destine una enorme cantidad de subsidios para promover la producción de suministros en Estados Unidos propiciando la relocalización y la producción en países más cercanos; sin embargo, los resultados tardarán en concretarse y no tendrá efectos en el corto plazo porque son proyectos de inversión de un horizonte más largo.
Si la trayectoria de la inflación no descendiese rápido, la Reserva Federal (Fed) seguirá subiendo las tasas de interés el próximo año, en contra de lo que indican los futuros de los mercados de fondos federales de que bajarán. Esto tiene que ver con que algunos analistas han vendido la idea de que ante el arribo de la recesión en 2023 que provocaría una menor inflación, la Fed bajaría la tasa de interés para reactivar el crecimiento de nuevo.
Pero si las tasas de interés en EU continúan subiendo porque la inflación se mantiene persistentemente en un nivel elevado, la contracción económica podría ser más prolongada y con fuertes repercusiones en la economía mexicana, cuyas exportaciones podrían verse adicionalmente afectadas por la aplicación de aranceles, porque México va a perder el panel de controversias por las demandas interpuestas por EU y secundadas por Canadá.
Creo que la economía de EU va a tener un aterrizaje brusco el próximo año: “abróchense los cinturones”.
ADENDA
1. La austeridad franciscana anunciada por el gobierno, anticipa fuertes recortes para el presupuesto de egresos de 2023, como reflejo del incremento de los costos de las obras prioritarias.
2. Banxico volvió a elevar sus pronósticos de inflación en el pasado anuncio de política monetaria, ahora señala que el tope se alcanzará en el tercer trimestre en 8.5% para comenzar a descender en el cuarto.
3. Los organismos empresariales como el IMEF y Coparmex han destacado que la delincuencia está generando un fuerte incremento en los costos de las empresas, ya sea por los cobros de derecho de piso, robos e incendios.
4. La pregunta debiera ser ¿por qué Maseca está subiendo el precio de la harina de maíz? en lugar de culparla del alza del precio de la tortilla.
5. ¿Empresas socialmente responsables cuando pagan salarios tan bajos? Habría que revisar el distintivo.
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