El lunes pasado se presentó el Plan México. Estrategia Nacional de Industrialización y Prosperidad Compartida, que en realidad es el planteamiento de la política industrial que pretende impulsar el gobierno federal en este sexenio, a pesar de que hay menciones aisladas a otros sectores, como el turismo.

Había una gran expectativa sobre la presentación del plan, desde que se supo de la reunión de la presidenta Claudia Sheinbaum con la cúpula empresarial la semana pasada, así como por las menciones realizadas en diferentes actos. Adicionalmente, se filtró la presentación previamente para ir calentando el ambiente, lo que despertó el interés de la opinión pública.

Contrasta con la anterior administración, la incorporación de nuevos aspectos, pero también por el regreso de una política proteccionista de sustitución de importaciones que México abandonó hace tiempo. Esto es, mientras que, antes se hacía alusión a la sustitución de importaciones regionales para mejorar la competitividad de Norteamérica, ahora se pone énfasis en el fuerte daño que han causado las importaciones asiáticas y chinas a industrias nacionales como la textil, ropa, calzado, juguetes, mobiliario entre otras.

Se destaca la homologación de aranceles con Norteamérica, lo que se interpretó como un claro guiño con la administración Trump, pero que tiene en el fondo más la intención de responder a los intereses de los empresarios nacionales, de lo que ha hecho eco el secretario de Hacienda quien ha remarcado desde el año pasado el fuerte déficit comercial que tiene México con China.

El plan está sostenido en cuatro aspectos principales: la relocalización (Nearshoring), los polos de desarrollo (bautizados como de Bienestar), un nuevo Programa para la Manufactura de Exportación (IMMEX 4.0) y un papel más activo de la banca de desarrollo para impulsar la cadena de proveedurías con las MIPYMEs.

Implícitamente se reconocen las debilidades que enfrenta el país como las carencias de infraestructura, insuficiente generación de energía eléctrica, creciente presión hídrica y falta de fuerza de trabajo capacitada, impulsando la formación de profesionales y técnicos. Pero es en estos aspectos, donde surgen las dudas de que el gobierno tenga la capacidad financiera para solventarlas y si la inversión privada está dispuesta a participar en un esquema de negocios como socio subordinado al gobierno.

Algunas propuestas como la relocalización, polos de desarrollo e IMMEX 4.0 se anunciarán posteriormente, mediante decretos basados en exenciones fiscales e incentivos para fomentar la inversión nacional y extranjera, por lo que no se puede saber si efectivamente van a funcionar o si ello es suficiente.

En otros aspectos se lanzan algunas señales esperanzadoras para la iniciativa privada, como la modificación a la Ley de Minería que permitiría la participación de los inversionistas en el aprovechamiento del litio que ahora es facultad exclusiva del Estado, o como el anuncio de las leyes secundarias del sector energético, que abrirían la posibilidad de mayor intervención de los empresarios. En la cadena de valor, el litio como componente estratégico de las baterías y los semiconductores indispensables para la industria automotriz, entre otras.

Se proponen ciertas metas como aumentar 15% el contenido nacional de los vehículos y 10% la producción de vehículos para el consumo nacional; sin embargo, no tenemos elementos para precisar si son realistas, porque no se menciona cuáles son los puntos base, y más bien genera la interrogante de que el componente asiático es elevado, lo que ha sido parte del reclamo de nuestros socios comerciales en la industria automotriz, que no es tan fácil revertir.

Sobre la pretensión de construir un vehículo eléctrico a bajo costo, considero que no le toca al gobierno meterse en esas actividades y parece una propuesta poco viable y que tendrá una elevada carga para el erario, como otras en las que se participa y se pretende ampliar, como los trenes y aerotransporte. Se percibe un aire marcadamente estatista, populista y de políticas desarrollistas. El rechazo al neoliberalismo como coartada para regresar al modelo de sustitución de importaciones.

Se pretende emular lo que han hecho otros países, como la India, que llevaron recientemente un cohete a la Luna y regresó con éxito. Pero ese logro fue parte de un plan de largo plazo y bien diseñado. El mensaje fue muy claro: la India está preparada para ser una potencia mundial, pero con esfuerzos que se hicieron realidad y con años de trabajo perseverante.

La sensación que deja el Plan México, es que regresamos al modelo de economía mixta que se tenía en la época de Echeverría, con el predominio del Estado, con la subordinación del capital privado y con creciente intervención del gobierno en la economía, no sólo en sectores que se consideran estratégicos (energético), ante la carencia de la inversión privada, y con un ambiente de negocios deteriorado por las reformas impulsadas por la anterior y la actual administración. Pero ese modelo desencadenó fuertes desequilibrios en las finanzas públicas y en el sector externo, y posteriormente crisis económicas en los setentas y ochentas a las que no quisiéramos regresar.

Paradójicamente, mientras que nuestro gobierno trata de alinearse con la postura proteccionista de Estados Unidos en contra de China, no hay garantía de que la administración Trump no aplique aranceles en contra de México, una vez que asuma el cargo el próximo lunes; mientras que se corre el riesgo de que China tome represalias contra México, si las acusaciones de comercio desleal y dumping no se comprueban. De ser el caso, este plan tendría que replantearse, en particular la apuesta a la relocalización, y mucho me temo que la tendencia proteccionista y nacionalista del gobierno mexicano se vaya a acentuar.

En conclusión, a pesar de la buen acogida que tuvo el Plan México y así como de la Misión que se ha propuesto, no se han despejado algunas incógnitas, ni tampoco resuelve la falta de certeza jurídica que ha provocado la reforma al sistema judicial aprobada el año pasado.

Adenda

1. Aunque la inflación al consumidor repuntó a 2.9% en Estados Unidos, la baja a 3.2% de la básica (core) generó un rally en los mercados de acciones y bonos, alentado por los reportes de ganancias de los bancos.

2. El gasto de los turistas que arribaron a México por vía área fue de casi 24 mil millones de dólares (82% del gasto de los visitantes internacionales) entre enero y noviembre de 2024. El gasto medio fue de 1,161.31 dólares creciendo 3.1% respecto al mismo periodo del año pasado, en contra de lo que pronosticaban algunos expertos. El problema está en que el número de turistas de este tipo sólo aumentaron 1.6%. A pesar de todos los apoyos que se la han proporcionado al AIFA, así como los condicionamientos para el funcionamiento del Benito Juárez, no ha resuelto los requerimientos de la Ciudad de México cuando la alternativa sigue siendo Texcoco. Al tiempo.

3. El acuerdo del cese al fuego entre Israel y Hamas abre una ventana de esperanza.

Catedrático de la EST-IPN y de la Universidad de la Libertad

Únete a nuestro canal ¡EL UNIVERSAL ya está en Whatsapp!, desde tu dispositivo móvil entérate de las noticias más relevantes del día, artículos de opinión, entretenimiento, tendencias y más.

Google News

TEMAS RELACIONADOS