Desde 2023, en varios países de América Latina la derecha ha ganado las elecciones a la presidencia, y especialmente en este año, a saber, Argentina, República Dominicana, Ecuador, Bolivia, Honduras y Chile. El gobierno mexicano no sólo no felicitó a los candidatos ganadores, sino que ha expresado su desagrado por el resultado en las conferencias mañaneras.

En reacción al triunfo del ultraderechista chileno José Antonio Kats, la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo (CSP), expresó que eso no sucedería en México porque su gobierno tiene un amplio respaldo popular. En realidad, la transición sucedió en esos países, porque se respetó la voluntad ciudadana y los gobiernos de izquierda entregaron el poder. En el caso chileno, el presidente Gabriel Boric, felicitó públicamente al candidato ganador por la noche y al día siguiente se reunieron para planear la transición que se dará en marzo próximo. Ese comportamiento sólo se da, en países con una izquierda y derecha democráticas.

En el caso de Nicaragua y más recientemente, en 2024 en Venezuela eso no sucedió. El régimen del dictador Nicolás Maduro con fraude monumental, se negó a reconocer la derrota y a entregar el poder al ganador Edmundo González, quien se presentó en sustitución de María Corina Machado a quien se le impidió participar como candidata. Mientras que Boric ha condenado abiertamente lo sucedido en esos países, la postura mexicana ha sido la de otorgar un tácito y abierto respaldo en ambos casos, jugando a la geopolítica de izquierda-derecha en el continente.

Que haya sido así, no debiera extrañar, puesto que la 4T lo trae en su ADN. Es el espíritu del “fraude patriótico” de 1986 para justificar el fraude a la derecha impulsado por Manuel Bartlett, secretario de Gobernación, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), que en ese entonces militaba en el PRI, pero también de un amplio sector de la izquierda, muchos de los cuales son funcionarios y dirigentes destacados del gobierno actual. Son los mismos que continúan justificando al gobierno revolucionario de Cuba y que sólo condenan a las dictaduras de derecha, pero nunca a las de izquierda.

CSP respecto a la nominación de María Corina Machado como Premio Nobel de la Paz 2025, pasó de un “sin comentario” a un claro rechazo al acusarla de que “está llamando a la intervención extranjera, y nosotros, por convicción y por Constitución, estamos en contra del intervencionismo y el injerencismo. Estamos a favor de la autodeterminación de los pueblos, estamos a favor de la democracia”. De lo mismo se podría acusar a Benito Juárez, que para hacer frente a la invasión francesa pidió apoyo al gobierno de Estados Unidos (EU) y que efectivamente recibió.

Sobre el asunto de la autodeterminación, el estilo del gobierno mexicano es peculiar. Defendió el fallido golpe de estado del expresidente peruano Pedro Castillo, a quien sigue considerando como el legítimo mandatario, no dejó de manifestarse en contra de los candidatos de derecha en Ecuador, Bolivia, Argentina, Chile e incluso Estados Unidos (EU) haciendo el amago de llamar al voto en contra de Donald Trump; pero se irrita cuando algún organismo de Naciones Unidas o de la OEA cuestiona violaciones de derechos humanos, manifiesta su preocupación por las desapariciones de personas, por el proceso electoral del Poder Judicial, por el elevado número de asesinatos a periodistas, la creciente violencia, entre otros aspectos. Incluso, si organismos internacionales proporcionan proyecciones negativas del crecimiento del PIB, el Ejecutivo no deja de manifestar su enojo señalando que los modelos de Hacienda son mejores.

La lógica de la argumentación no ha cambiado mucho. Si en el pasado, alguien externaba una crítica a Cuba, era acusado de “hacerle el juego al imperialismo” y marginado del club de los intelectuales que eran principalmente de izquierda; si ahora se repudia al gobierno de Maduro y Daniel Ortega, entonces estás a favor de la intervención de EU y eres de derecha, en esta visión maniquea del mundo que desgraciadamente mucha gente tiene para descalificar a quien cuestiona.

Este sesgo ideológico de las relaciones exteriores, ha ocasionado que México vaya perdiendo presencia en los organismos multilaterales, por lo que no es extraño que postulaciones de nacionales a puestos hayan fracasado, pero también que haya dejado de ser un interlocutor confiable en conflictos internacionales, por carecer de la confianza entre las partes. En ese sentido, no deja de ser lamentable la derrota de una izquierda democrática como la de Boric en Chile.

Sin embargo, habría que tomar nota de está pasando en la región. De acuerdo a Latinobarómetro el país donde había más favorable opinión por Bukele era Honduras; el partido de Milei gana las intermedias ante el temor a que el retiro de apoyo financiero de EU signifique una vuelta a la crisis económica, un Kats pragmático gana ampliamente en el boletaje a pesar de quedar segundo en la primera, por la fuerte percepción de inseguridad, y en Bolivia el centroderechista Rodrigo Paz triunfó, no sólo porque la izquierda se haya dividido, sino porque la economía llevaba años de no funcionar y por la percepción de corrupción.

La presidenta CSP podría tener razón de que en México no haya transición de gobierno como en Venezuela y Nicaragua, si la reforma electoral se diseña para imposibilitar la entrega del poder a la oposición eliminando de facto el principio de sufragio efectivo. La desaparición de las diputaciones plurinominales para evitar la presencia de voces incómodas va en esa dirección.

Ya con calma, la próxima semana haremos el balance económico del 2025 y luego las perspectivas para el 2026. Mientras tanto, les deseo una ¡Feliz Navidad!

Adenda

1. El oro se acerca de nuevo a su máximo de US$4,398 por onza del pasado 20 de octubre.

2. La Secretaría de Economía y analistas han tenido que hacer malabares para justificar los aranceles a Vietnam con quien se tiene un tratado de libre comercio. Tuvo que plegarse a la política proteccionista de EU, pero tampoco es muy partidaria del libre comercio.

3. El efecto de los aranceles en la inflación no será inmediato, por las existencias. El gobierno calcula una captación de 70 mil millones de pesos. En realidad, será menor por el contrabando y la reducción del volumen importado. La burocracia y cuellos de botella en los puertos podrían ocasionar que los contenedores en camino no se registren antes del 1 de enero.

4. La inflación de la primera quincena de diciembre rompería la barrera de 4%; en la segunda de noviembre se quedó en 3.99% en México.

5. En 2024, la economía informal participó con 25.4% del PIB nacional y con 54.4% de la ocupación. No nos extrañemos de que la productividad laboral sea tan baja.

* Analista económico, catedrático de la EST-IPN y de la Universidad de la Libertad

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