En memoria de Luz Longoria Gama (1924-2019).
Los resultados de la Oferta y Demanda Global Trimestral (ODGT) difundidos por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), el martes pasado correspondientes al primer trimestre del 2024, tienen diferentes lecturas. Cabe comentar, que se muestra el producto interno bruto (PIB) por el enfoque del gasto. En variación trimestral las cifras son más modestas que en la anual destacando el caso de la formación bruta de capital fijo (inversión) que creció con cifras desestacionalizadas 0.8% en relación al cuarto trimestre de 2023, pero frente al mismo trimestre de 2023, 11.4%.
En este sentido, lo que sugiero es fijarnos más en la gráfica serie tendencia-ciclo de los indicadores para tener una visión más clara. Comenzando por el PIB, se muestra una desaceleración de la actividad económica en los últimos trimestres, que podría reactivarse en el segundo, para entrar en una tendencia decreciente en la segunda parte del año. De hecho, algunas consultorías y bancos han ajustado a la baja sus proyecciones para 2024 y 2025, luego de los resultados electorales.
Las importaciones se reactivan con gran intensidad después del tercer trimestre de 2023 aprovechando la recuperación de la masa salarial, por un efecto combinado de empleo y mejores remuneraciones, así como de la fuerte apreciación del peso frente al dólar. Con la considerable depreciación posterior a las elecciones esta tendencia se moderará, así como por un sentido de cautela ante la incertidumbre que se visualiza.
El consumo privado muestra un crecimiento sostenido desde el tercer trimestre de 2020. Ha sido el componente que más ha contribuido al crecimiento del PIB, aprovechando la mayor confianza del consumidor y la recuperación de los ingresos reales. Sin embargo, a futuro podría debilitarse por las altas tasas de interés elevando la deuda de los hogares, y verse limitado por la menor actividad económica y el fin de una política fiscal expansiva que tuvo un franco comportamiento electoral, replicando los ciclos políticos del gasto gubernamental.
El consumo de gobierno se disparó de manera evidente desde finales del 2022, por lo que no es extraño que el déficit público se haya incrementado considerablemente los siguientes dos años. Sin embargo, pasada las elecciones, se esperaría una disminución considerando los cierres del ejercicio gubernamental, la transición de la administración y buscando que la consolidación fiscal no sea tan brusca. Lamentablemente el presupuesto tiene un componente inercial y la austeridad será una medicina amarga que tendrá que aplicar la próxima administración.
La inversión tuvo un fuerte repunte desde el cuarto trimestre de 2022. El escenario favorable que aporta la relocalización (nearshoring) a la inversión privada y las oportunidades de negocios que ello conlleva, la estimularon. A su vez, la inversión pública se reactiva e impulsa las obras de construcción. Sin embargo, en los dos últimos trimestres su desempeño se moderó considerablemente. Algunos empresarios prefieren esperar a ver como se definen las reglas del juego en México y Estados Unidos. Adicionalmente, la relocalización depende de mejor infraestructura, garantías a la inversión, energía eléctrica suficiente sin interrupciones y a buen precio, y fuerza de trabajo capacitada, entre otros aspectos como la presión hídrica. Existen serias dudas sobre las políticas públicas para enfrentar estos desafíos.
Finalmente, las exportaciones de bienes y servicios comenzaron a presentar una tendencia de caída significativa desde el tercer trimestre de 2022, que tocó piso en el mismo periodo de 2023; pero desde entonces, se han mantenido estancadas reflejada en una línea horizontal. Las exportaciones manufactureras en general, se han visto perjudicadas por el menor dinamismo de la producción industrial de Estados Unidos y por la fortaleza de nuestra moneda.
Es bastante probable que la actividad económica del segundo trimestre mejore, cuando conozcamos las cifras preliminares del PIB el 30 de julio, impulsada en gran medida por la política fiscal expansiva, especialmente el gasto público. Un proceso de consolidación fiscal a futuro revertirá este dinamismo. Es decir, si vemos los datos recientes de la economía por el espejo retrovisor, las cosas no se ven mal. Sin embargo, nada que presumir si consideramos que la tasa media anual de crecimiento del periodo 2018-2024 sería apenas de 1%, el peor desde el sexenio de De la Madrid.
Adenda
1. El martes pasado, el INE dio a conocer cifras tentativas de la composición del Congreso, advirtiendo que las listas definitivas las proporcionará hasta el 23 de agosto una vez que sean resueltas las impugnaciones por el Tribunal Electoral Federal del Poder Judicial. En el Senado la coalición oficial tiene 83 senadores, le faltan tres, porque dos terceras partes de 128 es 85.333; en la Cámara de Diputados sí se da la mayoría calificada por ser 364 de 500, por la sobrerrepresentación que no será revertida por el tribunal, como han señalado algunos juristas a pesar de que la coalición ganadora sólo obtuvo 54% de los votos.
2. La 65 Legislatura tiene que convocar a un periodo extraordinario para que el Pleno de la Cámara de Diputados apruebe los dictámenes de las iniciativas de Ley enviadas el 5 de febrero, y de esa manera en la siguiente el Senado pueda concluir el proceso, porque de lo contrario serán desechadas de acuerdo al artículo 184 del Reglamento de la Cámara de Diputados. Faltan tres senadores para mayoría calificada, pero analistas políticos consideran que los pueden encontrar en MC, PRD o el PRI.
3. Como los tiempos están muy ajustados, porque ya se prometió realizar los Foros de discusión como parlamento abierto, algunas de las iniciativas podrían ser modificadas y enviadas por la nueva presidenta posteriormente, pero otras sí se aprobarán en este periodo por la Cámara de Diputados. Al parecer ese fue el acuerdo entre AMLO y CSP.
4. Dentro del PAN se fortalece la corriente que rechazaba hacer alianzas con el PRI y con la izquierda (PRD). Lo preocupante es que los sectores más conservadores y de derecha se apoderen de ese instituto, buscando perfiles más parecidos a los de Milei y Bukele de cara al 2030. Pero lo cierto es, que si el PAN hubiese ido solo tendría menos escaños, aunque hay la queja de que el PRI tuvo más de los que merecía. En este escenario a Xóchitl Gálvez no le veo mucho futuro.
5. Tal vez, su opción sería conformar un nuevo partido con el capital político que tiene la Marea Rosa y organizaciones como el Frente Cívico Nacional, entre otras. El 6 de julio tienen una reunión para contemplar alternativas.
* Economista, catedrático de la Maestría en Administración e Innovación del Turismo de la EST-IPN
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