Cada año un gran número de estudiantes finalizan su etapa universitaria y pasan a ser exalumnos de la universidad. Erróneamente, en muchas instituciones de educación superior se pierde el vínculo con ellos y ellas. La conclusión de una carrera no debería significar el fin de la vida universitaria. Lamentablemente, la relación entre las universidades y sus egresados es un vínculo valioso que a menudo se descuida. Los graduados universitarios representan un nicho de mercado fundamental para sus universidades. Ellos suelen demandar cursos, certificaciones o créditos para estar al día en un contexto laboral de cambios vertiginosos y, su universidad debe ofertar les soluciones académicas para atender sus necesidades. Es la lógica de la educación para la vida. Es la naturaleza de los programas Alumni que promueven las universidades más importantes del mundo, para mantener y fomentar el contacto con sus antiguos alumnos. Los programas Alumni pueden resultar fundamentales para el crecimiento y desarrollo de las instituciones de educación superior. ¿Por qué entonces algunas universidades siguen subestimando su importancia, perdiendo así oportunidades valiosas para enriquecer la experiencia educativa, fomentar la colaboración y generar recursos para futuros proyectos?
La conexión entre la universidad y sus antiguos estudiantes, genera múltiples beneficios, empezando con el fortalecimiento del sentimiento de pertenencia al alma mater. Además, propicia el acceso de alumnos y recién egresados a una red de contactos profesionales -networkimg- que genera oportunidades de desarrollo profesional; los programas Alumni no solo sirven como puntos de encuentro, sino también como comunidades activas que pueden impulsar el desarrollo personal, profesional y social de sus miembros. Se fortalece la marca universitaria, pues al destacar en el mundo laboral y en otros ámbitos, el Alumni genera prestigio y juega un papel crucial en la captación de nuevos estudiantes, son la prueba tangible del impacto y la calidad de la universidad. Se abre la posibilidad de generar ingresos a través de cursos de actualización o continuidad, pues los egresados siempre van a demandar nuevas soluciones académicas; la comunidad Alumni permite acompañarlos y seguir dándoles formación durante todo el ciclo laboral. Algunas Alumni incluso coadyuvan a financiar becas para nuevos estudiantes con bajos recursos.
Por estas razones, mantener a los exalumnos conectados creando una comunidad Alumni potente debe ser una de las prioridades de todas las instituciones de educación superior que buscan estar a la vanguardia, y ser capaces de sortear retos estructurales y presupuestales. Conseguir que los antiguos alumnos sigan vinculados a la Universidad no es fácil. Una comunidad Alumni potente y dinámica requiere muchos esfuerzos. Debe ser un elemento transversal, que involucre a todas las áreas centrales y unidades académicas de la universidad, para captar a los Alumni y mantenerlos conectados a lo largo de todo el tiempo. Se requiere hacer campañas amplias y eficaces de difusión para integrar una base de datos integral y confiable. Se debe ofrecer programas a los Alumni que le sean útiles y atractivos para, no sólo atraerlos, sino retenerlos. Se debe identificar Alumnis líderes, que se han hecho notables a través de sus logros. Asimismo, el programa debe ser activo y dinámico, con permanente contacto y novedades; aportar valor, desde el contenido de las actividades realizadas como desde las oportunidades profesionales y sinergias que ofrece al Alumni; accesible y de fácil uso, teniendo en cuenta las nuevas tecnologías y los nuevos modelos de consumo de contenidos; debe permitir la interacción. Se deben promover encuentros anuales Alumni, donde se entreguen premios a Alumni que hayan destacado en sus campos profesionales, en un entorno amistoso, festivo y facilitador del networking.
En definitiva, el potencial de Alumni es infinito. Alumni no es un fin, sino el principio de una relación bidireccional y perpetua. Invertir en estos programas es invertir en el futuro de la universidad, creando una red de conocimiento y apoyo que trasciende el aula y se proyecta hacia el futuro. Es fundamental que las universidades reconozcan la importancia de estos programas y trabajen para fortalecerlos, en lugar de ignorarlos o subestimarlos. Al hacerlo, no solo beneficiarán a los estudiantes y egresados, sino también a la institución en su conjunto. Es hora de que las universidades tomen en serio la importancia de los programas Alumni y comiencen a invertir en ellos. El futuro de buena parte de la educación superior depende de ello.

