Las recientes semanas se ha registrado un pronunciado éxodo en X, antes Twitter, la aplicación de microblogueo más popular en el mundo.
Entre las posibles razones del éxodo —además de las objeciones a los algoritmos que sustentan el desempeño de la plataforma—, destaca el agobiante proselitismo que realizó el magnate Elon Reeve Musk, propietario de X, a favor de Donald Trump.
Para no pocos usuarios de la plataforma, X renunció a la estricta objetividad que, como medio informativo debería observar. Además, determinados medios de comunicación abandonaron la plataforma al advertir que los discursos de odio y la circulación de noticias falsas se ha incrementado.
Los autoexiliados de X buscan una nueva tierra prometida. Las principales opciones son Threads, Mastodon, Bluesky.
Musk tendrá que reaccionar si desea recuperar la considerable suma de dinero que invirtió en X.
1. Gana Trump, pero pierde X
De acuerdo con Forbes (2024), Musk, propietario de X, Tesla, SpaceX y xAI, entre otras firmas, es considerado el hombre más rico en el mundo, y su patrimonio neto fue estimado en 334 000 millones de dólares.
Musk observó un rol protagónico en la reciente campaña presidencial de Donald Trump, candidato del Partido Republicano.
Según el diario El País, el magnate sudafricano destinó 260 millones de dólares a la campaña de Donald Trump.
De hecho, Musk fue el principal promotor en la campaña de Donald Trump. El monto de las aportaciones de Musk superó a las realizadas por otro notable partidario de Trump, el magnate Timothy Mellon (197 millones de dólares).
La contribución de Musk fue determinante en las elecciones celebradas en Estados Unidos en el mes de noviembre, debido a que las mayores aportaciones las realizó a través el comité America PAC, el cual se dedicó a brindar apoyo financiero a Trump en los Estados decisivos y, particularmente, en Pensilvania.
En 2022, cuando Musk negociaba la compra de Twitter, el magnate sudafricano afirmaba la necesidad de convertir la plataforma de microblogueo en el epicentro de la conversación global en internet. Musk además anticipó que añadiría nuevas funcionalidades y servicios a la plataforma.
Musk prometía a remediar a Twitter y, se comprometía a erradicar la circulación de noticias falsas y atenuar la desinformación. Sin embargo, ha ocurrido todo lo contrario. Además, introdujo un sistema de pago que eliminó la gratuidad en Twitter.
A la reciente oleada de migrantes desencantados de X, debemos añadir a los medios de comunicación que han abandonado la plataforma, denunciando la proliferación de mensajes de odio, conspiraciones y noticias falsas, como The Guardian (Reino Unido), La Vanguardia (España), NPR (Estados Unidos).
2. El final del Twitter de Jack Dorsey
Twitter fue creada en marzo de 2006 por Jack Dorsey, y su lanzamiento fue realizado en el mes de julio.
Twitter alcanzó gran popularidad, pero nunca consiguió articular un modelo de negocios viable para garantizar su óptimo desarrollo. De hecho, hasta 2008 la plataforma consideraba la posibilidad de ganar dinero.
De acuerdo con lo asentado en los reportes anuales Digital, realizados por la firma We Are Social, en los últimos años de Twitter la plataforma no figuró en la relación de las cinco redes sociodigitales con mayor número de usuarios.
El atractivo de Twitter no radicaba en su popularidad como en su efectiva influencia en la formación y circulación de la opinión pública, como en el establecimiento de la agenda setting.
El 29 de noviembre de 2021, Jack Patrick Dorsey anunció a través de su cuenta en Twitter su dimisión como CEO de la compañía. Parag Agrawa fue designado como nuevo CEO.
El 4 de abril de 2022 Musk informó haber adquirido 9.1% de Twitter por la suma de 2 2 640 millones de dólares, situación que le permitió proyectarse como el principal accionista de la compañía.
La referida operación repercutió de manera inmediata en el mercado bursátil. Las acciones de Twitter registraron un incremento de 27 por ciento en su valor.
Previendo —y temiendo— el siguiente movimiento de Musk, el consejo de administración de Twitter le ofreció un puesto en el consejo, a cambio de no adquirir más del 14,9% de la compañía. Sin embargo, Musk decidió rechazar el ofrecimiento.
Diez días después, el 14 de abril, Musk formuló una oferta no solicitada para adquirir Twitter por la suma de 43 000 millones de dólares, y convertirla en una empresa privada
Musk pregonaba entonces en sus discursos y declaraciones a medios informativos, la necesidad de emprender una política de moderación en Twitter, y cuestionaba además el “opaco” algoritmo de recomendación que utilizaba la plataforma.
El 15 de abril, el consejo de administración de Twitter introdujo una estrategia de «píldora envenenada» para evitar la adquisición hostil. Sin embargo, la maniobra fracasó. Musk consiguió concretar la compra de Twitter el 27 de octubre de 2022, por la suma de 44,000 millones de dólares.
La llegada de Musk reactivó el crecimiento de Twitter, que pasó de 401 millones de usuarios activos al día en 2022, a 541,5 millones en 2023 —que representa un crecimiento del 35 por ciento—.
Sin embargo, el propio Elon Musk se encargó de anular el ‘efecto Elon Musk’. Musk se empeñó en desconchinflar —bendito verbo que tanto utilizaban mis tías— a Twitter.
En la primera semana al frente de la compañía, el estridente magnate decidió despedir a la mitad de los 7 500 empleados de Twitter. La imagen pública de Musk registró un pronunciado deterioro.
El 20 de diciembre de 2022, Musk promovió una encuesta a los usuarios de la plataforma para determinar si debería continuara como CEO o si tendría que encontrar un reemplazo al frente de X.
Los resultados de la votación no fueron favorables a Musk, quien se vio en la necesidad de designar a Linda Yacarrino como CEO, quien se venía desempeñando como directora de anuncios.
La llegada de Yacarrino de ninguna manera interrumpió los despidos. En septiembre de 2023 Musk había prescindido de 80 por ciento del personal que laboraba en Twitter. Además, no pocos empleados presentaron demandas laborales, exigiendo justas liquidaciones.
3. La tierra prometida ¿Threads, Mastodon o Bluesky?
Threads
Threads, un híbrido de Twitter e Instagram, propiedad de Meta Platforms, fue lanzado en 2023 para competir con la red social de Elon Musk.
A comienzos de 2024 el total de usuarios mensuales de Threads fue estimado en 175 millones, una cifra significativa; sin embargo, en los meses reciente no solo es posible advertir una sensible desaceleración en su crecimiento, peor aún, el número de usuarios de la plataforma parece haberse estancado.
El principal problema de Threads radica en su origen —Facebook—, y en su fundador —Mark Zuckerberg—. Las filtraciones realizadas por Frances Haugen exhibieron las dimensiones éticas de Zuckerberg y su imperio digital.
Mastodon
Se fundamenta en grupos con sus propias normas, de manera que los propietarios de las salas determinan hasta dónde se puede llegar.
Ello impide que los mensajes de odio puedan penetrar en lugares pensados para un debate sano, ya que las pequeñas comunidades autorreguladas se encargarán de decidir quién merece seguir y quién tiene que ser expulsado —como en la casa de Big Brother—.
Sin embargo, los referidos candados de seguridad han mermado las posibilides de expansión y crecimiento.
Bluesky
Jack Dorsey, fundador de Twitter, efectivamente representa un atractivo y carismático imán para no pocos de los migrantes de X.
Sin embargo, Dorsey ya no forma parte del equipo que gestiona Bluesky. En mayo de 2024 Dorsey renunció a su puesto en la junta directiva, y en septiembre eliminó su cuenta.
Jay Graber es el CEO y el principal accionista de esta red sociodigital que proclama retornar a los orígenes de Twitter.
En su logotipo, colores y diseño Bluesky pretende presentarse como una réplica y extensión de Twitter.
El modelo financiero que han decidido adoptar supone evitar la publicidad y apostar por servicios de pago a los usuarios de la aplicación, incluyendo la posibilidad de elegir dominios personales en los nombres de los susuario.
Bluesky además no es nueva. Fue creada en 2019 y funcionó por invitación hasta febrero de este año. Eso permitió a los desarrolladores solucionar todos los problemas antes de abrirla al público en general.
No pocos conquistadores virtuales han decidido incursionar en la nueva tierra prometida. Bluesky crece rápidamente, suma alrededor de un millón de usuarios al día. Elon Musk lo sabe. Debería realizar algunos ajustes en X que se antojan tan impostergables como indispensables.