Por: Julia Arrivillaga
Los datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública señalan que durante 2021 en Tabasco diariamente se iniciaron 21 carpetas de investigación por violencia familiar. En promedio, todos los días se presentaron tres víctimas de sexo femenino con algún tipo de lesión dolosa y cada semana una mujer fue asesinada.
La violencia que viven las mujeres está lejos de presentar una tendencia a la baja. Durante el año pasado en Tabasco, las denuncias por violencia familiar alcanzaron récord histórico e incremento del 20.88%, el número de mujeres lesionadas creció 24.20%, Hay una víctima más por feminicidio respecto al 2020. En enero de este año, el Prontuario de la Fiscalía General del Estado contabilizó cinco feminicidios, tres fueron reportados en un periodo de 24 horas.
Ante este panorama, ¿qué se puede hacer?
Aceptación del incremento de la violencia:
El primer paso para solucionar un problema es aceptarlo. Las autoridades deben tomar en serio el tema y entender que existe otra pandemia que viven las mujeres desde hace años, la violencia de género en sus diferentes formas.
Alerta de Violencia de Género:
En México desde el 2007 contamos con la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, en donde está previsto este mecanismo. Se trata de un conjunto de acciones gubernamentales de emergencia para enfrentar y erradicar la violencia feminicida en un territorio determinado, ya sea ejercida por individuos o por la propia comunidad (Art. 22). No obstante, la Secretaría de Gobernación reconoce que a la fecha, solo se ha cumplido el 9% de las medidas recomendadas en los estados evaluados donde se ha emitido la Alerta.
Política en materia de género:
La perspectiva de género significa mucho más que tomar en cuenta a las mujeres y reconocer su existencia. La política de género debe poner en el centro a las mujeres y no minimizar el nivel de violencia que viven diariamente. Se requiere promover acciones encaminadas al empoderamiento y autonomía económica de las mujeres; así como favorecer su inclusión en la vida social, económica y garantizar las condiciones de igualdad.
Prevención de la violencia: México cuenta con un amplio marco normativo, lo que regularmente falla es su aplicación. Por este motivo es importante que quienes están a cargo en la Fiscalía de Violencia de Género, Juezas y Jueces del Tribunal Superior de Justicia, así como la titular y personal del Instituto Estatal de la Mujer, cuenten con formación en perspectiva de género, sensibilidad y experiencia para brindar atención a las víctimas. La prioridad debe ser garantizar el acceso a las mujeres a una vida libre de violencia. Antes de que suceda un feminicidio existen alertas previas que el Estado puede detectar y atender.
Centro de Justicia para la Mujer (CEJUM):
Los acontecimientos ocurridos en la entidad al inicio del año, el incremento en las denuncias por violencia familiar y lesiones manifiestan la urgencia de contar con un CEJUM. Estos Centros representan una política pública integral que actúa de manera preventiva donde las víctimas pueden recibir protección, asesoría legal, servicio médico y psicológico, además de capacitarlas para poder acceder a un empleo y lograr la independencia económica. Desafortunadamente, Tabasco no cuenta con un espacio de este tipo.
Los primeros días de este año, el gobernador Carlos Manuel Merino retomó el tema y habló de la construcción del CEJUM. Esperamos se cuente con los recursos necesarios y la voluntad política de concretarlo.
Desde este espacio, en el Observatorio Ciudadano Tabasco reiteramos nuestra disponibilidad de aportar propuestas útiles y sustentadas, que abonen a mejorar la seguridad de las tabasqueñas.
@jarrivillaga
@octabasco