Para nadie es un secreto que las condiciones de seguridad en México son bastante complicadas y que, desafortunadamente, ninguna entidad federativa queda exenta de enfrentar retos en esta materia. Para darse cuenta de ello tan solo basta con intercambiar palabras con cualquier conocido y enterarse de alguna experiencia de victimización o bien consultar los medios de comunicación para tener conocimiento de la comisión de robos en unidades de transporte público, de homicidios, de feminicidios, de desapariciones, entre otros ilícitos.

Por Doria Vélez y Manuel Vélez
 

Sin embargo, parece que hay quienes se encuentran inmersos en alguna especie de burbuja que les impide conocer esta realidad cotidiana de la población, que les impide ser conscientes sobre una de las principales preocupaciones de las personas, la seguridad.

Quizás al leer esta afirmación habrá quienes consideren esto inverosímil, pero a raíz de la implementación del proyecto Por un México Seguro , el Observatorio Nacional Ciudadano identificó que varios contendientes a las gubernaturas de Aguascalientes, Durango, Hidalgo, Oaxaca, Quintana Roo y Tamaulipas, podrían ubicarse en este supuesto. Ello se debe a que solo 4 de los 27 candidatos cuentan con un plan en la materia. Eso no quiere decir que el plan sea el correcto o siquiera factible, pero es lo que hay.

En entidades como Aguascalientes e Hidalgo, la participación fue nula. Ninguna coalición y ningún partido político estuvo abierto al diálogo. Son muchas las hipótesis que podrían explicar tan tremenda apatía, pero una de estas podría ser la aparente seguridad que se vive en ambos estados. Ninguno está constantemente bajo la lupa.

Si acaso, Hidalgo figura por el descubrimiento persistente de tomas clandestinas para el robo de hidrocarburos en tanto que Aguascalientes, lo está por delitos patrimoniales como el robo a casa habitación o a negocio. En ese sentido, como apunta el análisis del ONC, hay otro tipo de situaciones preocupantes como el deficiente sistema penitenciario en Hidalgo, el crecimiento de la trata de personas en Aguascalientes, entre otros que ameritarán una respuesta de cada Ejecutivo.

En Oaxaca, participó Alejandra García, aunque contestó los cuestionarios de manera incompleta fue la única candidata que presentó indicadores confiables sobre la problemática de seguridad estatal. No obstante, en las respuestas brindadas no se identifican propuestas ad hoc a los riesgos pues ignoran la incidencia de delitos patrimoniales, de los ejercicios de violencia de género, de homicidios sociopolíticos, de bloqueos de vías de comunicación, de homicidios culposos por accidentes de tránsito. Ello se debe a que la contendiente centra su propuesta exclusivamente en la policía.

Una entidad paradigmática en materia de seguridad es Tamaulipas. Si uno revisa el comportamiento de los delitos de alto impacto, la mayoría presentaron disminuciones entre 2016 y 2021. Sin embargo, todavía hay mucho trecho por recorrer para situar a Tamaulipas como una entidad segura. Problemáticas como la rivalidad entre grupos delictivos, constantes enfrentamientos, tráfico de migrantes, denuncias por abusos policiales, desapariciones forzadas e involuntarias en la carretera Monterrey-Nuevo Laredo son asignaturas pendientes para el siguiente gobierno. En esta entidad, únicamente César Verástegui participó en Por un México Seguro.

Otra entidad con una evolución favorable en materia de seguridad es Durango. Respecto a 2016, la incidencia de homicidios dolosos se trasladó a Zacatecas. Hoy, la cercanía con esta entidad constituye un factor de riesgo para varios fenómenos

como la inseguridad en carreteras, el reclutamiento de niñas, niños y adolescentes y la migración hacia ciudades de Durango. Los candidatos Esteban Villegas y Patricia Flores presentaron sus propuestas.

Sin duda, la entidad que se encuentra en condiciones más críticas de seguridad es Quintana Roo. El incremento de homicidios dolosos, la violencia política en municipios como Puerto Morelos, la incidencia creciente de delitos ambientales, violación y narcomenudeo son solo algunos de los problemas que aquejan a la ciudadanía. En esta entidad la participación fue casi total. Únicamente la candidata del PRI, Leslie Hendricks, no participó en este proyecto ciudadano. Mara Lezama, candidata puntera según la mayoría de las encuestas, fue la única que completó los cuestionarios.

Los resultados que obtuvimos en esta edición de Por un México Seguro son motivo de preocupación. Primero, porque revelan que nuestro sistema político está en otras coordenadas donde la seguridad, el diálogo con la ciudadanía y las propuestas estructuradas no son la prioridad. Segundo, porque parece haber una dependencia de rumbo en función de lo que el gobierno federal haga o deje de hacer. Tercero, porque si esto sucede cuando están tratando de convencer a la población de que son capaces de resolver los problemas de la entidad, qué podemos esperar cuando se sientan seguros encabezando las gubernaturas.

Directora y subdirector de Investigación del Observatorio Nacional Ciudadano
@Dorsvel @VelezManuel


 

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