Daniela Cristóbal
México vive un momento histórico, 2024 no solo será el año con la elección más grande de nuestra democracia sino también la primera vez que los ciudadanos elegiremos a nuestra primera presidenta. Si bien hay tres contendientes, quienes cuentan con posibilidades de ganar son mujeres: Xóchitl o Claudia. A lo largo de nuestra historia han contendido 6 mujeres más por la presidencia: Rosario en 1982 y 1988, Cecilia y Marcela en 1994, Patricia en 2006, Josefina en 2012 y Margarita en 2018.
Desde 1995, año desde el cual las mujeres podemos votar y ser votadas, únicamente 8 mujeres han sido candidatas para gobernar el país. Este año una mujer resultará electa y el reto que enfrentará en materia de seguridad es enorme. Por ello conviene revisar lo que han propuesto hasta el momento, a lo largo de su campaña y en los debates organizados por el Instituto Nacional Electoral, con la finalidad de emitir un voto informado.
Conviene mencionar que histórico también es el momento de inseguridad por el que atraviesa el país. El ONC ha señalado en diversas ocasiones que durante la administración actual se han registrado máximos de incidencia en delitos como el feminicidio, la trata de personas, violencia familiar, extorsión, desapariciones forzadas y homicidios dolosos. A pesar de que la narrativa oficial se empeñe en negarlo y en crear historias de complot, la realidad no cambia.
¿Qué opciones tenemos los mexicanos para el próximo 2 de junio? En los debates presidenciales del 7 y del 28 de abril hemos visto candidatas enfocadas en atacarse, utilizando el tiempo para presentar propuestas en presentarse a sí mismas y los logros que han tenido a lo largo de su carrera en la administración pública, e incluso, las hemos visto ignorar algunos cuestionamientos ciudadanos.
Por ejemplo, durante el segundo debate, al mencionar la extorsión, Xóchitl señaló que “[…] el principal problema de los mexicanos es la extorsión y el cobro de piso. […]. Tú, productor; tú, transportista; tú, distribuidor de alimentos, no volverás a estar solo.” Mientras que Claudia enunció lo siguiente: “[…] la única extorsión que conoce la candidata del PRIAN es el de la priandilla inmobiliaria. […] Aquí la única que daña el medio ambiente y que extorsiona es la candidata del PRIAN, la corrupta.”
Siguiendo con el ejemplo de la extorsión, a lo largo de la campaña, que inició el 01 de marzo, Claudia Sheinbaum ha hecho una mención del tema. Lo hizo el 29 de abril ante los miembros del Consejo Nacional Agropecuario, donde se comprometió a catalogar la extorsión como delito grave y reforzar las capacidades de investigación de la Guardia Nacional para erradicar a las bandas delictivas.
Por su parte, Xóchitl ha hecho 2 menciones del tema. La primera el 30 de abril en Sinaloa donde señaló que “los delincuentes están desatados” y les cobran piso a los pescadores, además de que extorsionan a los productores, quienes han sido
abandonados. La segunda mención fue el 9 de mayo en Tamaulipas, donde señaló que todos los negocios pagan piso en Matamoros e invitó al gobernador a salir de su palacio y visitar la ciudad.
Es evidente la falta de seriedad, de propuestas claras y de empatía con las miles de víctimas que la actividad delictiva ha dejado en este país. Los mexicanos merecemos más y debemos exigir que nuestras demandas ciudadanas sean atendidas. Los invito a revisar los resultados del proyecto “Por Un México Seguro” que presentó el ONC el 22 de mayo donde los ciudadanos podremos valorar quién sí cuenta con un verdadero plan de seguridad para emitir un voto informado.
Investigadora del Observatorio Nacional Ciudadano
@dani_cristob