El contexto internacional reciente ha configurado una serie de oportunidades para la economía mexicana. Una de las más destacadas se refiere al nearshoring o relocalización de actividades productivas para abastecer mercados como el de Estados Unidos. Frente a situaciones como las disputas comerciales entre China y Estados Unidos, eventos como la pandemia por COVID 19 o el conflicto entre Rusia y Ucrania, las cadenas de producción globales buscan relocalizarse en ubicaciones cercanas a los países de consumo.


Fernando Acosta Chávez

La situación anterior tiene una implicación positiva para nuestro país. Se espera que reciba parte de la relocalización de la producción de empresas globales en su intención de estar más cerca del mercado de Estados Unidos. Los efectos positivos podrían observarse en el fortalecimiento de las estructuras productivas de las regiones del país y en el mejoramiento de los niveles de empleo y de ingreso de las personas. Sin embargo, la decisión de las empresas de establecer sus operaciones en México depende de varios factores, entre ellos la seguridad pública y el estado de derecho.

De acuerdo con los resultados del más reciente programa de entrevistas a directivos empresariales del Banco de México, una preocupación persistente a nivel nacional y por regiones se encuentra en las condiciones de seguridad pública. La inseguridad y alta incidencia delictiva conforman el principal riesgo para el crecimiento económico y para el mejoramiento del bienestar de las personas de prácticamente todas las regiones de México.

En el Reporte sobre las Economías Regionales del segundo trimestre de 2022 de Banxico se mencionan diversas incidencias sobre las actividades productivas. Se reportaron interrupciones en las actividades mineras en entidades como Durango y Zacatecas asociadas a condiciones de alta inseguridad. En la región centro-norte, en el sector de la construcción se señala como problema creciente la extorsión y la incidencia delictiva.

En el sur, principalmente en Quintana Roo se mencionó que ha decrecido la comercialización de productos que llegan a esa entidad por transporte carretero debido al alza de la inseguridad. En la región sur también se reporta escasez de productos diversos debido a las malas condiciones de seguridad y la proliferación del llamado cobro de piso.

Por otra parte, si bien la actividad turística nacional e internacional se ha recuperado en todo el país, preocupa que la persistente percepción de alta incidencia delictiva e inseguridad inhibe los traslados de turistas nacionales por carretera, mientras el turismo internacional decae ante las recomendaciones o alertas que los gobiernos emiten a sus ciudadanos en relación con la inseguridad en México. Derivado de las alertas de viaje emitidas por el gobierno de Estados Unidos en mayo y junio de 2022, los empresarios de la región norte reportan menores ventas de establecimientos al menudeo.

Adicionalmente, las empresas consultadas ubicaron entre los principales factores que explican el descenso de sus ventas o inversiones a las condiciones de inseguridad. La alta incidencia delictiva y la débil seguridad pública son obstáculos y preocupaciones comunes para el desarrollo de las actividades productivas y comerciales en prácticamente todo el país. En tanto, el aludido proceso de relocalización productiva busca ubicaciones cercanas a los mercados pero que además ofrezcan ventajas y atractivos y hagan menos costoso el proceso.

El breve repaso por las percepciones de la seguridad en México y sus regiones muestra que no estamos en condiciones para aprovechar las actuales oportunidades de desarrollo económico regional y que podrían traducirse en mejoras en el nivel de vida de las personas. La mayor inseguridad pública representa menores oportunidades de desarrollo económico.

Subdirector de Investigación del Observatorio Nacional Ciudadano

@Fernand0_Acosta

Referencias

Banxico (2022). Banco de México 20 Reporte sobre las Economías Regionales Abril - Junio 2022. Disponible en:

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