Luis Alberto Ramos
En estos últimos años hemos visto cómo ha impactado la falta de seguridad en todas las áreas de la vida de los ciudadanos, desde la salida de su hogar hasta la llegada a la empresa o fuente de trabajo, en el trayecto podría ser sujeto a un acto delictivo, y causas de esto son muchas, en ocasiones, una de ellas que molesta, es cuando culpan a la “pobreza” como la principal causa de los actos delictivos, como si esta nunca hubiera existido, culpar de esto a una persona es indigno.
Ante este tema han surgido acciones u ocurrencias que en nada abona a encontrar una sistematización desde lo nacional hasta lo local a lograr un plan integral que involucre de manera transversal a las dependencias de los diferentes niveles y Poderes de Gobierno, por supuesto para “tropicalizar” de acuerdo con cada lugar un sistema que dé resultados.
En muchos municipios, en ocasiones hay cambios de responsables de seguridad por diferentes motivos, que en el sistema anterior de 3 años de gobierno (no había sido autorizado la reelección), fue nuestro caso en León; así no se puede construir un sistema, ni tampoco un cuerpo policial que entienda el porqué de estas decisiones, estando sujeto a órdenes de los mandos superiores, aunque no haya un trabajo a largo plazo (se van a los 3 años como máximo).
A todas las áreas de seguridad, ya sea federal, estatal o municipal, se les dotó de grandes recursos para prevención del delito, equipamiento, infraestructura, y otros recursos; en cada lugar surgieron “asesores” especializados en seguridad, vendedores de equipos de seguridad, software de tecnología, etc.; por lo que en esto se ha encontrado una mina de oro para ello. En León productora de calzado las botas se compraron en Zacatecas a un distribuidor de un productor de León, es chusco el tema.
Sin embargo, hagamos un análisis fundamental de ello:
Los primeros responsables de la seguridad y a los que la ciudadanía acude es la Policía Local, sin embargo, esta ha sido utilizada como “veladores de ciudad”, sin facultades (aunque si las tienen, de acuerdo a nuevas atribuciones), el recibir denuncias, investigar y focalizar esfuerzos para encontrar solución a la mayor parte de problemas, primero el 98% de los delitos son los que afectan a la integridad y los bienes de las personas, el centrarnos en los homicidios dolosos es fundamental pero eso debe ser un trabajo de las fiscalías.
El cuerpo policial debe estar formado por una Policía de Proximidad cercana a los ciudadanos y otra de reacción, la primera será fundamental para impulsar el respeto y reconocimiento para resolver problemas “pequeños”, que después se puedan llegan a convertir en homicidios, la de reacción debe estar atenta, junto con la Policía Estatal y la Guardia Nacional, cuando se vulneren por grupos la seguridad de una ciudad.
Encontrar mecanismos tanto tecnológicos como de matrices o indicadores, que puedan servir para medir la eficiencia o eficacia de acciones que se instrumenten, ante los cambios que los grupos tienen para pasar de un delito a otro y con ello desestabilizar a una población; pero que al mismo tiempo sirvan para saber qué cambios hacer para que de manera constante tener una policía de calidad (mejora continua).
La ciudadanía, los organismos de la sociedad civil y la propia autoridad, deben trabajar de manera seria y responsable, no de lucimiento, para que las acciones que se tomen ayuden a encontrar la paz ciudadana que a todos nos interesa.
El modelo policial deberá contener: reconocimiento a la labor del policía, que los policías puedan contar con la oportunidad de estudiar una carrera profesional, ayudar de manera constante para que los hijos de policías puedan acceder a educación de calidad en escuelas tanto públicas como particulares, así como a las esposas impulsarla para ser emprendedora, como parte normal de vida o para en caso de un fallecimiento en cumplimiento del deber del policía, la familia tenga herramientas para salir adelante.
La dignificación para el policía y su familia será fundamental, mediante un reconocimiento constante que debe hacer tanto la ciudadanía como la propia autoridad.
Presidente del Observatorio Ciudadano de León