En el contexto del confinamiento, se alertó sobre el aumento de llamadas al 9-1-1 por casos de violencia familiar. Las carpetas de investigación al respecto también incrementaron. Y, sin embargo, los casos atendidos en las unidades médicas disminuyeron considerablemente.
En México, las unidades médicas atendieron un promedio de 95% casos de violencia familiar menos que en 2019. En el primer año de contingencia sanitaria, atendieron al día veintiún casos nuevos de violencia familiar, mientras que el año previo a la pandemia recibieron a 241 personas, de acuerdo con los datos de la Dirección General de Epidemiología.
Los casos de violencia familiar registrados por la Dirección General de Epidemiología permiten analizar el delito desde un enfoque de salud pública y medir cierta prevalencia que altera la salud de las y los individuos. El Banco Mundial estima que la violación y la violencia familiar representan 5% de los años de vida saludables perdidos por mujeres en edad reproductiva en países en desarrollo. En este sentido, en México, el 91% de los pacientes fueron mujeres, de las cuales 2 de cada 5 tenían entre 25 y 44 años de edad.
A esto se suma la reciente publicación de la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU) del INEGI, que destaca que de enero a septiembre de 2021 se estimó que en 7.5% de los hogares en zonas urbanas existió algún tipo de violencia en casa.
Por este motivo, los mecanismos para la prevención desde el sector salud son fundamentales para mitigar la violencia familiar. Sin embargo, dada la situación del confinamiento, sumado a la atención de los casos de COVID-19 frente a otras enfermedades –en este caso, la violencia familiar también es considerada un detonador de enfermedades– desató la otra epidemia.
En respuesta a esta epidemia, a finales de octubre, se dio a conocer la iniciativa del gobierno del Estado de México de poner en marcha el Juzgado en línea Especializado en Violencia Familiar del Poder Judicial. Adicionalmente, el juzgado funcionará de manera interinstitucional con otras procuradurías, fiscalías, sectores y con la Secretaría de Salud.
La plataforma del Poder Judicial del Estado de México ofrece a las víctimas la posibilidad de presentar una denuncia en línea con firma electrónica de tramitación inmediata, así como asistir a las audiencias vía remota y que los juzgados se encuentren cerca del domicilio de la o el afectado.
Este tipo de iniciativas son relevantes. Sobre todo porque la disminución en la atención médica de estos casos, en contraste con el aumento de llamadas de emergencia y denuncias, evidenció la falta de estrategias que hubo durante la Jornada de Sana Distancia para la prevención, detección y atención de este delito. Por este motivo, sería relevante conocer qué otras medidas acompañarán dicha iniciativa.
En especial, falta conocer qué tipo de atención médica recibirán las víctimas –ya que representa una oportunidad para detectar de forma temprana una situación de violencia– y cómo las autoridades pueden colaborar con ellas para que los casos de violencia familiar no escalen o, incluso, para que cesen, en caso de que las víctimas permitan la canalización oportuna.
Cabe destacar que la crisis de la violencia familiar no ha disminuido. En mayo de 2021, se registró la tasa de carpetas de investigación más alta en el país desde que se tiene registro (2015) y la tendencia nacional permanece al alza.
En consecuencia, sería conveniente que, antes de echar en marcha nuevas iniciativas, las demás entidades se enfoquen en la reactivación de los servicios médicos focalizados en las mujeres que enfrentan situaciones de violencia, para brindarles el mejor tratamiento y la asesoría necesaria.
@prensapensada