Jorge Monterrubio Salazar
El uso de las redes sociales y las tecnologías de la información es cada vez más recurrente para delinquir. No sorprende que aplicaciones como Whatsapp son vehículos perfectos para engañar a las personas y extraer información personal que permite lucrar a costa de la tranquilidad de las personas. Una experiencia reciente nos sucedió a mí y a mi familia. A continuación les comento cómo ocurrió así como algunas lecciones que aprendimos.
Hace unas semanas, un cercano fue contactado por un supuesto familiar que reside en otra entidad, quien, a través de WhatsApp, solicitó un préstamo de 3,500 pesos. La razón del mensaje era una emergencia relacionada con problemas en la universidad, lo que generaba la necesidad urgente del dinero. Ante lo inusual de la situación, se decidió verificar la identidad del que solicitaba la cantidad indicada.
Se intentó establecer contacto directo mediante una llamada telefónica. Tras una breve espera y la creciente preocupación, se realizó otra llamada. La persona respondió con una voz de preocupación y, al ser cuestionado sobre su estado, indicó inicialmente que no estaba bien, para luego aclarar que, en realidad, su cuenta de WhatsApp había sido hackeada.
Para asegurar que no existiera un riesgo en la integridad física de la persona, se procedió a realizar una videollamada, en la que la persona afectada confirmó que, aunque asustada, se encontraba físicamente bien. Lo que ocurrió es que múltiples mensajes habían sido enviados a sus contactos a su nombre, sin que tuviera control sobre su cuenta.
La víctima explicó que había sido contactada vía Whatsapp por quien aparentemente era su maestra. Este tercero, suplantando la identidad de la maestra, le solicitó un préstamo de 1,000 pesos, al cual accedió. Sin embargo, al seguir este proceso, su cuenta también fue comprometida, perdiendo así el control de la misma.
Para solucionar este problema la cuenta fue recuperada tras seguir los pasos indicados por la plataforma. Además, se implementó la verificación en dos pasos para mayor seguridad. Este mecanismo es crucial para evitar futuros hackeos, ya que añade una capa adicional de protección, algo que en este caso no se había implementado previamente, facilitando el acceso no autorizado. Estas medidas las recomiendo ampliamente para todos los usuarios de esta red social, ya que mejora su seguridad y evita que existan hackeos a sus cuentas.
No obstante, aunque estas medidas pueden ser el estándar mínimo de prevención, no es imposible que delincuentes superen estas barreras. Cuando esto ocurre, en el Observatorio Nacional Ciudadano ofrecemos apoyo. Aquí podemos brindarles recomendaciones puntuales y acompañamiento profesional para resolver este tipo de situaciones.
Investigador del ONC
@Jorgemonsa7