Erik McDonald Méndez

Dado que la delincuencia está cada vez más organizada, si queremos enfrentarla los esfuerzos para combatirla deben ser cada vez más innovadores.

Una de las grandes innovaciones en la criminalística ocurrió en 1888 cuando Juan Vusetich entró a trabajar en la sede de policía de Buenos Aires, Argentina. A Vusetich se le encargó el desarrollo de un servicio de “identificación antropométrica” y se le entregó una publicación reciente de “ Revue Scientifique ” que reportaba sobre investigaciones que Francis Galton había hecho en materia de huellas dactilares.

Convencido de la utilidad de las huellas dactilares para la identificación de culpables Vusetich comenzó a registrar las huellas de todos los sujetos arrestados por la policía desde 1891. Posteriormente, en 1892, Vusetich usó huellas para identificar a la persona culpable de un doble homicidio, esta fue la primera ocasión en que esta técnica permitió que se imputara un delito. El trabajo de Vusetich inició una nueva época en la criminalística y hoy, más de 130 años después, su sistema de clasificación de huellas aún se usa en muchos países latinoamericanos.

En la era de la información, la huella digital se ha vuelto tan importante como la huella dactilar . En la época actual, el comportamiento de un internauta es analizado por algoritmos que le sugieren qué productos comprar en línea, qué música escuchar, también le sugieren conocidos para agregar a sus redes sociales y mucho más. Así como estos algoritmos pueden identificar potenciales clientes para todo tipo de negocios, el poder de la inteligencia artificial (IA) para analizar información y predecir comportamiento implica también posibilidades sin precedentes para lograr seguridad, legalidad y justicia.

Quisiera que los innovadores mexicanos consideren este artículo como un llamado, pues como nunca existe una gran oportunidad para diseñar herramientas basadas en la inteligencia artificial que permitan combatir la corrupción y el delito.

En el sector público se puede tomar como ejemplo al “Fiscal Watson”, una herramienta de inteligencia artificial implementada en la Fiscalía General de la Nación de Colombia para analizar bases de datos no estructurados (1).

Nombrado en homenaje a “Watson” ¡la supercomputadora de IBM que ganó el concurso de televisión “Jeopardy!” el “Fiscal Watson” ha podido identificar más de tres millones de casos de reclamaciones falsas en el Fondo de Solidaridad y Garantía de Colombia (FOSYGA) los cuales representan 724,000 millones de pesos colombianos robados ($2 mil millones MXN).

En abril de este año se reportó el comienzo de otra iniciativa en Colombia, en la ciudad de Bogotá. La Secretaría Distrital de Seguridad, el Departamento de Matemáticas de la Universidad Nacional y Quantil (una empresa colombiana que se especializa en matemáticas aplicadas) concordaron trabajar en conjunto para desarrollar modelos que podrán predecir delitos en Bogotá. Analizarán datos proporcionados por la Policía Nacional, la Fiscalía, la Línea 123 (911) y cámaras de vigilancia, entre otras fuentes. Con base en esta información, el equipo trabajará durante un periodo de 30 meses para desarrollar modelos que podrán ayudar a la policía a aprehender a delincuentes, disminuir el homicidio y construir políticas públicas más eficaces que mejoren la seguridad pública.

La iniciativa en Bogotá destaca que para la innovación es de suma importancia la diversidad de talento: el equipo de trabajo contará con el apoyo de una institución pública de seguridad, investigadores académicos con una fuerte base teórica de matemáticas y la asesoría de una empresa privada e innovadora con experiencia en la aplicación de modelos y algoritmos para solucionar problemas en la vida real.

Otra rama de la inteligencia artificial con potencial en materia de seguridad es la visión artificial. La cual consiste en el uso de algoritmos para analizar e interpretar información visual como imágenes y videos. La visión artificial es la base de los drones y de los carros autónomos, y de otras innovaciones como el reconocimiento facial o las cámaras detectoras de placas del programa C5 de la Ciudad de México.

Este año, el startup japonés Vaak estrenó un programa IA para prevenir el hurto en tiendas. El programa se integra a las cámaras de vigilancia y analiza lenguaje corporal que podría indicar un intento de robar artículos de la tienda. Con la prevención del delito en mente, el programa notifica a los empleados de la tienda de cualquier comportamiento sospechoso, estos se acercan al sospechoso y preguntan si necesita ayuda. Se ha comprobado que esta acción disminuye la probabilidad de que el hurto acontezca.

Estos son sólo algunos ejemplos del poder de la inteligencia artificial. Es un campo que se encuentra en una evolución constante, por lo que las posibles soluciones y herramientas que ésta puede ofrecer son cada vez más innovadoras. Dado que México se encuentra en la peor crisis de seguridad en su historia reciente, la oportunidad para crear soluciones basadas en la tecnología e innovación es única y no debemos ignorarla.

Investigador del Observatorio Nacional Ciudadano
@CdmxCrime

1 Los datos no estructurados, se refieren a información que no se encuentra en bases de datos tradicionales, como son los archivos .csv, .xlsx, etc. Frecuentemente esta información está en formatos de texto como libros, archivos de texto, solicitudes, u otros documentos.

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