En los últimos diez años, el mundo ha sido testigo de una transformación sin precedentes en la forma en que se llevan a cabo los procesos electorales. La expansión del voto electrónico ha sido un catalizador para cambios significativos en la manera en que las y los ciudadanos participan en la toma de decisiones políticas de su país.
Un estudio realizado por la comunidad española Euskadi, indica que la primera mitad de la última década marcó un aumento notable en la adopción del voto electrónico. Países como Estonia, India y Brasil lideraron la carga al implementar sistemas seguros y eficientes. La promesa de resultados más rápidos, mayor participación y reducción de errores humanos impulsó esta transición.
A medida que el voto electrónico aumentaba, también surgían desafíos y preocupaciones. La seguridad cibernética se convirtió en una prioridad, con incidentes de hackeos y vulnerabilidades que suscitaban dudas de la ciudadanía sobre la integridad de los sistemas. La necesidad de equilibrar la accesibilidad con la seguridad se convirtió en un tema central en los debates sobre el voto electrónico.
Las diferentes regiones del mundo adoptaron enfoques diversos hacia el voto electrónico. Mientras que algunos países europeos continuaron siendo cautelosos y priorizaron la seguridad, países de América Latina y Asia buscaron soluciones más ágiles para mejorar la participación electoral como se menciona en dicho estudio.
En México, en los Procesos Electorales Federal y Locales 2020-2021, se implementó el voto electrónico en algunas casillas de los estados de Coahuila y Jalisco con el uso de 100 urnas electrónicas.
Para 2021, por primera vez y en atención a lo definido en la Ley General de Instituciones y Procedimientos Electorales (LGIPE), el Consejo General del INE aprobó la modalidad de voto por Internet para que las y los mexicanos residentes en el extranjero puedan ejercer su derecho al sufragio en los Procesos Electorales Locales 2020-2021 obteniendo una participación total de 12,456 en las 11 entidades del país (Baja California Sur, Colima, Chihuahua, CDMX, Guerrero, Jalisco, Michoacán, Nayarit, Querétaro, San Luis Potosí y Zacatecas).
Si bien sabemos que México cuenta con muchos connacionales en casi todo el mundo, los países con más participación en el extranjero son Estados Unidos de América, Canadá, España, Alemania y Reino Unido.
Si bien, existen otras alternativas tecnológicas como son las urnas, el voto por internet reduce costos significativos de planeación, almacenamiento, recursos humanos y capacitación por mencionar algunos. Esta modalidad de voto nos permite participar desde cualquier parte del mundo únicamente con un dispositivo con acceso a internet, facilitando a la ciudadanía su derecho al voto desde donde se encuentre en ese momento.
La pandemia de COVID-19 aceleró la digitalización de la sociedad, incluyendo los Procesos Electorales del mundo. Muchos países implementaron o expandieron soluciones de voto electrónico para garantizar la seguridad de los votantes en medio de las restricciones de distanciamiento social y así contar con una mayor participación.
Se observó un aumento en la adopción de modelos híbridos que combinan el voto electrónico con métodos tradicionales. Esto permitió a los países mantener la confianza en el Proceso Electoral al tiempo que exploraban las ventajas del uso la tecnología.
Para este Proceso Electoral Federal 2024, el INE implementará el uso de urnas electrónicas para algunas casillas especiales en la CDMX y Nuevo León. Además, contará con voto electrónico para las y los mexicanos que residen en el extranjero tanto en la modalidad por internet como ahora en la nueva modalidad presencial. Esta modalidad permitirá a nuestros connacionales ejercer su voto en alguna de las 23 sedes consulares ubicadas en países como Estados Unidos, Canadá, Francia y España.
La ciudadanía puede tener la tranquilidad de que el INE implementa mecanismos de control respecto de los votos que se emiten de manera electrónica, con base en lo establecido por nuestro Reglamento de Elecciones. El pasado 25 de enero, el Consejo General aprobó el acuerdo INE/CG51/2024 por el cual se designa a las personas custodias de las llaves criptográficas que permitirán el descifrado de los votos de las y los Mexicanos Residentes en el Extranjero, emitidos a través de la modalidad electrónica por Internet y la modalidad electrónica presencial en los Módulos Receptores de Votación para el Proceso Electoral Federal y los Procesos Electorales Locales 2023-2024.
Este mecanismo consiste en tener una pareja de claves (llave de la elección y llave de apertura de votos) que permite cifrar y descifrar los votos y que se otorgan a 5 personas custodias que permitirán dar apertura al Sistema de Voto Electrónico por Internet, abrir la bóveda de votos y cerrar el sistema.
Para garantizar el resguardo de la información, el mecanismo aplicado está apegado a los niveles de seguridad adecuados conforme al avance de la tecnología, a los estándares internacionales vigentes y a las buenas prácticas en materia de cifrado y criptografía. En los actos protocolarios en los que se configura el sistema, se crean las llaves criptográficas y apertura del mismo, se cuenta con la presencia de las representaciones de los partidos políticos y todas las actividades son atestiguadas por una persona de fe pública.
Una vez abierto el sistema, las y los Mexicanos Residentes en el Extranjero podrán emitir su voto del 18 de mayo hasta el 2 de junio que se lleve a cabo el cierre del mismo a las 18:00 horas. Finalmente, el 2 de junio podrán participar de forma presencial emitiendo su voto mediante las urnas electrónicas instaladas en los consulados correspondientes aquellas personas que se inscribieron bajo esta modalidad o que no se registraron en ninguna modalidad.
A medida que avanzamos hacia la próxima década, el voto electrónico seguirá evolucionando. Se espera que con el uso de la inteligencia artificial y otras tecnologías innovadoras que desempeñan un papel crucial en la mejora de la seguridad y la transparencia de los sistemas, la ciudadanía aumente su confianza en el voto electrónico.
En conclusión, el voto electrónico ha experimentado un crecimiento significativo en estos últimos años, transformando la manera en que se llevan a cabo las elecciones en todo el mundo. Aunque enfrenta desafíos persistentes, la tendencia hacia la digitalización parece irreversible, y la adaptación continua será clave para garantizar la integridad y la confianza en los procesos electorales del futuro.