En todo el mundo, la gente que maneja el deporte, en este caso las federaciones nacionales de natación de cada uno de los países, están muy preocupados por el problema del coronavirus .
Las principales preguntas tienen que ver con ¿cuándo regresarán sus atletas a entrenar? y ¿cuándo tendrán eventos de preparación y pruebas a dar marcas para ir a los Juegos Olímpicos ?
La mayoría están trabajando intensamente. Es más, en algunos lugares entrenan en las albercas de sus gobiernos, donde no permiten más de un nadador por cada carril para prepararse y entrenar.
El más claro ejemplo vuelve a ser el de la federación de Estados Unidos, que ya ve por todos los eventos que están programados para el reinicio de las competencias. Ellos ya están viendo la forma de calendarizar sus competencias importantes para darle seguimiento a la preparación de los nadadores.
A partir del próximo noviembre (si la situación lo permite) con un evento de la Pro Swim Series en Richmond y hasta mediados de julio del próximo año con el clasificatorio a Olímpicos en Omaha, los estadounidenses ya tienen programados ocho torneos.
Independientemente de lo que está pasando, no es posible que en nuestro país no pensemos en que la gente siga preparándose y, si no es así en este momento, saber por lo menos qué va a pasar cuando se empiece la actividad normal.
Es muy triste que la FMN no tenga siquiera contacto con los atletas y lo más grave es que no dé una solución de cómo prepararse, cómo entrenar. Ellos están acatando las medidas sanitarias, y por supuesto que lo hacemos, pero deberíamos estar pensando que en el momento que se reabra todo, ya exista un plan, un proyecto.
Tenemos 18 nadadores con marca B, quienes no tienen ni idea de lo que va a pasar en la natación mexicana. Y seguro que están igual los clavados, la natación artística y el polo acuático, que está desaparecido, al igual que aguas abiertas.
Esto es deprimente y triste, porque realmente no podemos pensar que lo mejor será comenzar a trabajar cuando esta contingencia se acabe. No señor, tenemos que pensar en que todo va a tener que regresar a la normalidad y que, para entonces, necesitamos ya tener un proyecto. Por supuesto que ese plan, los propios nadadores están pensando cómo hacerlo, ya que no hay autoridad en la natación mexicana que les dé una guía, que les diga cómo.
Lo más triste de todo es que la máxima autoridad deportiva de México no obliga a la federación a planificar, a ver qué se va a hacer y, ¿por qué no? Proponer que en ese centro tan maravilloso como es el CNAR, ya estuvieran entrenando cuando menos todos los que tienen posibilidad de ir a los Juegos Olímpicos, pero no se ve para cuándo.
Sabemos que hay restricciones, pero ya es hora de que sepamos, en este momento, qué tenemos que hacer. En fin, hemos visto esta actitud desde que acabaron los Juegos Panamericanos en Lima, pero siempre habrá personas que se preocupen por los muchachos y por el equipo que hizo tan buen papel en los Centroamericanos y luego en los Panamericanos.