Antes de iniciar, quiero agradecer profundamente al doctor Armando Barriguete Meléndez (2), quien colaboró en esta columna para tener una mejor comprensión del tema, a partir de su conocimiento científico y experiencia (3).

Vivimos sin duda en México un grave momento de urgencia. No puede faltar la reflexión, sopesar la evidencia científica e implementar “prácticas exitosas” nacionales y extranjeras. El Covid-19 como las pandemias previas, vuelve a poner a prueba nuestra capacidad de respuesta sanitaria, aunado a la movilización social.

Hemos vivido varias pandemias, trabajado en ellas, aprendiendo y aportando disminuir su impacto, y aprender.

La destacada revista científica inglesa Lancet (4), el año pasado, 2019 año de la Nutrición, señala atinadamente que vivimos al menos en medio de tres pandemias: desnutrición, obesidad y cambio climático, que conforman una “Sindemia” ampliando el enfoque de salud al incluir a la antropología y la economía.  Pero habrá que agregar a la “Sindemia”, el Covid-19, pero también a otras muy graves y peligrosas: la violencia y las drogas, ambas estrechamente ligadas a los trastornos mentales. Siendo al menos siete las pandemias que conforman la actual Sindemia Mexicana.

La “Sindemia” es un sistema complejo, que necesita de manera complementaria un cúmulo de entendimientos, pero sobre todo de “prácticas exitosas” comunes y de impacto a las diferentes pandemias.

Revisando, “Se entiende por salud como un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades” (5). Es claro que es el bienestar lo que determina a la salud, de ahí su actualidad y futuro promisorio, ya que el bienestar es un proceso y no un estado finito, es grupal y no individual, familiar, incluye lo emocional, y en lo físico destaca la actividad física.

La noción de “Sindemia” exige que las acciones sean estratégicas, que aporten al bienestar, y por ende les peguen a las 7 pandemias.

Destaca dentro de las acciones de alto impacto la actividad física, ya que no solamente es una de las bases más sólidas del “Bienestar” por sus efectos documentados: físicos (mejora control glucémico, disminuye riesgo cardiovascular, previene el sobrepeso, disminuye grasa corporal, mejora inmunidad y capacidad respiratoria, y combate estrés), emocionales (mejora sueño, reduce riesgo a depresión, demencia, etc), familiares y sociales indudables, sino también por su bajo costo y muy alto impacto, mejora la integración grupal en el ambiente familiar, escolar y laboral.

Tenemos una gran oportunidad ahora en el regreso a la “nueva normalidad”, con el mejor aliado posible: la Actividad Física, para todas las edades; además necesitamos algo que nos cohesione, nos mejore la condición física y nos permita reducir los estragos del Covid-19, y sobretodo aportar al BIENESTAR. Todo está listo para que la AF sea una gran y natural propuesta, que todos recibiríamos encantados, y que podríamos reducir los efectos del sobrepeso y obesidad en el sector salud, como lo vivimos en la alta mortalidad del Covid-19, y de todos los virus que vienen en la próxima estación invernal. Para que no se repita y sea menor su impacto. Festejar que existen opciones fáciles y reales para México, en esta Nueva Realidad, que no hay que dejar pasar. Las oportunidades, por su naturaleza misma, no se repiten.

1 Editorialista.
2 Consultor del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición SZ. Seleccionado nacional y medallista Centroamericano de natación.
3 WHO Director-General's opening remarks at the media briefing on COVID19 -March 11 2020.
4 Lancet. The year of nutrition. Lancet. January 16, 2019. 
5 http://www.salud.gob.mx/cnts/pdfs/LEY_GENERAL_DE_SALUD.pdf

Profesor

Google News

TEMAS RELACIONADOS