El director general de la CONADE invitó a todos los directores de los institutos del deporte del país a conocer el Centro Nacional de Desarrollo de Talentos Deportivos y Alto Rendimiento (CNAR), que está en la Ciudad de México y que fue inaugurado el 27 de noviembre de 2006, casi 20 años.
Nadie ha entendido por qué fue construido este centro y cuáles eran sus objetivos principales. En general, siempre ha dado la impresión de que ha sido un desperdicio, pese a que de ahí salieron los últimos deportistas que han dado medallas a México en los olímpicos.
El centro tiene como principal concepto el alto rendimiento, en un proceso pedagógico-formativo, que arranca con una escuela de iniciación deportiva (8 a 11 años), un entrenamiento de perfeccionamiento de 11 a 15 años, un entrenamiento de perfeccionamiento de 16 a 20 años, y los resultados para deportistas de alto rendimientos de 20 años en adelante.
Digo que nadie ha entendido por qué fue construido, ya que en 20 años no lo han utilizado como debe ser. Por ejemplo, es indignante que hayan desaparecido las escuelas nivel primaria, secundaria y preparatoria, cuando se habían implementado con un esfuerzo que se hizo a través de la Secretaría de Educación Pública.
Tal parece que la incapacidad de los directores que han pasado desde 2006 a la fecha, no les ha permitido para estudiar el proyecto que se dejó, y que podía haber sido fácilmente autofinanciable con un poquito de darle seguimiento a lo que ya estaba establecido y aprobado por un consejo de gobierno entre la Secretaría de Hacienda, la Secretaría de Economía, la Secretaría de Educación Pública, la Secretaría de Salud y por supuesto la CONADE.
Por eso me da tanto gusto que ahora el joven dirigente Rommel Pacheco abra las puertas de este centro y lleve a todos los directores de los institutos del deporte del país, para que se den cuenta lo que tiene México para desarrollar el alto rendimiento.
El CNAR es una instalación de primer mundo, que cuenta con 12 pabellones espectaculares. Estos pabellones son el producto de un estudio minucioso de lo que debía establecerse para desarrollar el centro de alto rendimiento.
Escuela, dormitorios, comedor, pabellón de gimnasia, pabellón de deportes con pelota, complejo acuático con todas las modalidades, campo de tiro con arco, pabellón con deportes de combate, pista atlética, velódromo, gimnasio de acondicionamiento físico, oficinas administrativas y medicina deportiva, son parte de lo que tiene este centro.
Tiene la capacidad de albergar disciplinas como atletismo, clavados, ciclismo, natación artística, polo acuático, gimnasia artística, levantamiento de pesas, gimnasia rítmica, natación, gimnasia de trampolín, pentatlón, nado sincronizado, triatlón, tiro con arco.
De igual manera se puede desarrollar la gente de boxeo, esgrima, judo, karate, lucha, taekwondo, badminton, básquetbol, handball, polo acuático, tenis de mesa y voleibol.
Qué gusto me da que Rommel esté dándose cuenta de que ese centro de alto rendimiento, igual que el de Tijuana, no se ha utilizado como debe ser y que puede sacar todo su potencial.
Este centro puede ser autofinanciable con deportistas externos que pueden utilizarlo pagando algunas cuotas, siempre y cuando no se altere el trabajo con el talento detectado para su desarrollo.
Hay mucho que hacer en el deporte mexicano, pero lo más importante por ahora es que el nuevo director de la CONADE se ha mostrado abierto a aprovechar lo que se tiene, a potenciarlo y llevarlo al nivel que se requiere para obtener los resultados que se persiguen a nivel mundial.
Profesor