Me causa extrañeza la manera en que se ha hecho frecuente que cuando un político, que es perseguido y detenido por corrupción, tiene el pretexto de que están enfermos, como si con eso pudieran brincarse el tener que dar la cara a la sociedad a la que tanto le hicieron daño. Lo triste, es que en algunos casos sí lo han logrado.

Es cuestión de analizar uno a uno el caso de estos personajes corruptos. Es increíble que la autoridad les permita refugiarse en hospitales o en sus casas (arresto domiciliario) mientras son juzgados o siguen su proceso. Sé que algunos casos (de mayores de 70 años), el mismo Código Federal Penal indica que pueden tener el beneficio de seguir su proceso en su hogar, pero siempre quedará la duda:

¿Será cierto que se enferman? De lo único de lo que sí padecen todos, es de un espectacular cinismo. Después, habrá quién en verdad crea que estos personajes misteriosamente caen en distintas enfermedades cuando son detenidos, mientras que antes de eso la pasaban disfrutando de lo robado.

Es algo ridículo… y vuelve a ser parte del abuso con el que se han manejado.

Algunos han salido de la cárcel por situaciones de salud o de derechos humanos, algo que no es justo cuando han gozado del dinero que se llevaron tras todos los fraudes que han hecho argumentando incluso que no se deben violentar sus derechos humanos.

Ya basta de eso, es burlarse de la sociedad, de la gente, que ya de por sí ha sufrido con sus terribles actos.

Otra cosa que se debe buscar, es que se debe procurar, además de no ser blandos en el proceso legal, es quitarles el dinero producto de sus actos ilícitos, asegurarlo para que no lo repartan a sus seres cercanos y lo desaparezcan.

En fin, qué bien que los detienen, pero no deben darles tratos preferenciales, que eso es lo que parece en la mayoría de las ocasiones. Lo mismo a su gente, que se suele quedar con parte del botín. La justicia debe ser completa, así lo demandamos todos los mexicanos.



Profesor

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