El pasado 2 de abril, se publicó en el Diario Oficial de la Federación el decreto presidencial por el que se eliminarán los fideicomisos públicos. Esta decisión, que puede leerse desde diferentes ópticas (como cubrir otras necesidades ante la pandemia o eliminar la corrupción), le pegará a distintas áreas como la cultura y también, al deporte.
El hecho de que estos fideicomisos no tengan reglas claras en su operación fue parte de lo que originó, como en muchos otros ámbitos de la vida nacional, que se determinara su extinción.
En lo general luce como una medida acertada, pero por otro lado sí afectará a muchos deportistas, entrenadores, exdeportistas y exentrenadores que sobreviven gracias al dinero que reciben del Fodepar (Fondo para el deporte de Alto Rendimiento). Es cierto que esta decisión es una medida contra la corrupción y un duro golpe a la Conade, que tendría que responder con algún plan para cubrir todas esas necesidades; sin embargo, estarán dejando desamparados a muchos que dependen de éste.
Para saber un poco más de lo que estamos hablando, hay que decir que el Fodepar fue creado en el año 2000 rumbo a los Juegos Olímpicos de Sidney, y se trataba de un fideicomiso mixto, es decir, en el que había recursos de empresarios y del Gobierno Federal . Así siguió hasta 2006, pero esa fórmula se terminó con Carlos Hermosillo al frente de la Conade, quien decidió que ya no hubiera ingresos privados.
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Todo se complicó desde entonces, porque el dinero llegaba fácil, se repartía todavía más fácil (saltándose sus propias reglas de operación), ya que era muy fácil para el director de la Conade en turno o para la gente que podía manejar esta parte de la administración, sacar el recurso de manera sencilla, todo lo contrario a cuando había inversión privada, ya que los empresarios cuidaban perfectamente los movimientos que se hacían y a quién se le otorgaba la ayuda que emanaba del fideicomiso.
Por eso es importante que los encargados de dirigir al deporte de nuestro país intenten acercarse al presidente López Obrador para intentar rescatar el Fodepar o hacer que este recurso siga llegando a quien lo necesita, explicarle todo lo que depende del mismo, pero que siga con reglas claras, que no exista confusión en los apoyos y que sea fácil usar el recurso para evitar la corrupción.
Y es que si este fideicomiso ya no existe, ¿quién cubrirá las becas de deportistas, de entrenadores, los viajes y artículos que se adquirían con el recurso del Fodepar? Claro que me refiero a lo que realmente se necesitaba porque desgraciadamente se ha detectado mal uso de este dinero y eso por supuesto que afecta a la imagen.
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Ojalá que puedan hacer algo, hacer una verdadera limpia y establecer nuevos criterios para la repartición de ese dinero que en muchos casos no se usaba de forma adecuada, pero que es de vital importancia para un gran número de personas que dependen de éste.
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