En el mundo del deporte se han sufrido pérdidas millonarias alrededor del mundo, ya sea en el tema de los deportes profesionales y de alto rendimiento (y todo la economía que hay alrededor de estos) o del cierre de los gimnasios, clubes y albercas en los que la gente suele ejercitarse, tener una vida más sana.
Poco a poco, en ambos ejemplos se ha avanzado, en plena pandemia, para regresar a la actividad. Desde hace semanas hay juegos de futbol, basquetbol, beisbol, etc. En el otro caso, cada vez son más los lugares que abren, como el próximo lunes que lo harán los de la Ciudad de México. En cualquiera de los dos, se ha dado la apertura bajo protocolos que se trabajaron con todos los involucrados.
Y es el punto al que quiero llegar, es cierto que las autoridades de salud son quienes han marcado el rumbo en cuanto a los protocolos a seguir, pero también los interesados no dejaron de pensar, mientras estaban en pausa, en lo que debían hacer para el regreso. Bueno, desafortunadamente no todos trabajaron ni para el regreso o para ayudar a sus atletas a mantenerse lo mejor posible a pesar del confinamiento.
Resulta un contraste muy marcado observar como después de aplazar su tradicional fecha de inicio, los organizadores del Grand Slam de tenis de Roland Garros, detallaron su protocolo para el regreso a la actividad, con sanciones para quien no lo respete, como el quedar expulsados del torneo.
En México, en el futbol, por ejemplo, han batallado en mantener el orden y siguen los casos positivos y la reprogramación de partidos por equipos con alta contaminación entre sus integrantes. Pero han hecho algo.
Lo que sucede en la natación, por otra parte, es un ejemplo de lo que no se ha hecho. La gente de la Federación Mexicana de Natación abandonó, literalmente, a sus nadadores (sobre todo los que buscan ir a los Juegos Olímpicos), quienes junto con algunos entrenadores realizaron un plan para volver al trabajo sin que hubiera respuesta alguna. Afortunadamente ya algunos Institutos del Deporte se han unido al esfuerzo para ayudarlos a seguir con su preparación y lo harán a finales de este año.
Lo realmente preocupante es que a pesar de que se trata de uno de sus activos importantes, no les importe. Así como en Francia, los organizadores se preocuparon por el Roland Garros; en Estados sus diferentes Ligas siguen batallando o en México el futbol trata de caminar sin mayores problemas, hay casos en los que no les interesa y por ello mantendrán en el abandono a su gente.
Nadie ha dicho que la reactivación del deporte o la actividad que sea, será sencillo, pero hay una enorme diferencia entre esas complicaciones y ni siquiera querer mover un dedo, recibir un documento y leerlo, para saber lo que se puede hacer para esta reactivación. Ese es el problema que viven muchos atletas en nuestro país, que durante todo este tiempo se han sentido desprotegidos por sus autoridades y el tiempo no los perdona, se les termina para seguir su preparación.
Al inicio de la pandemia y el encierro decíamos que esta situación tendría que sacar lo mejor de cada uno de nosotros; sin embargo, hay a quienes solamente les sigue importando lo suyo, sin hacer bien su trabajo y prestar atención a quienes dependen de ellos, y eso es lo que no se nos debe olvidar, para cuando las cosas vayan mejor, saber quiénes apoyaron y estuvieron en la fila de batalla y a quienes lo abandonaron todo.