Esta semana se anunciaron a los ganadores del Premio Nacional de Deportes 2021 con el pitcher de los Dodgers de Los Ángeles, Julio Urías como el ganador al Deporte Profesional. No sorprende esta designación, como tampoco sorprenden las otras, ya que se trata de gente cuyos logros han dejado en alto a nuestro país en diferentes disciplinas a lo largo y ancho del mundo.
Pero en medio de todo lo que estas designaciones pueden generar, me parece importante destacar a quienes serán premiados por su trayectoria. La triple medallista olímpica en taekwondo María del Rosario Espinoza, y el gran Carlos Girón (q.e.p.d.), quien obtuvo plata en Moscú 1980, fueron nombrados como los ganadores de este premio por sus brillante carreras, lo cual es para destacar.
Claro que este reconocimiento, sin duda, es muy merecido por la halterista Areli Fuentes, quien obtuvo la medalla de bronce en los 76 kilogramos en los Juegos Olímpicos Tokio 2020, además de la parataleta Mónica Rodríguez, quien conquistó la presea de oro obtenida en la prueba de mil 500 metros clase T11, también en Japón. Jannet Alegría, de taekwondo paralímpico, y José Manuel Zayas, de halterofilia, serán premiados como los mejores entrenadores, mientras que Mayte Ivonne Chávez (silbante de futbol) como juez-árbitro. Pero en medio de la vorágine que se puede llegar a producir por estos nombramientos, hay que darnos un tiempo y analizar el caso de los premiados por trayectoria.
María del Rosario es para prácticamente la mayoría de la gente del deporte en nuestro país, el ejemplo a seguir para todos. Lejos de las grillas, concentrada en su trabajo y sin querer afectar a otros para cobrar importancia ganó oro en Beijing 2008, bronce en Londres 2012 y plata en Río 2016. A Tokio 2020 ya no logró asistir debido a que perdió el combate clasificatorio con Briseida Acosta, de quien reconoció su calidad y deseó suerte, lo que debería hacer cualquier atleta de su tamaño. Nunca habló mal de su compañera y cuando no logró ganar medalla la apoyó sin querer aprovechar el momento para dividir más que para sumar. Además, viajó a Japón como auxiliar de la propia Janet Alegría y fue un importante apoyo para Juan Diego García, quien obtuvo oro en paratekwondo. Podríamos enlistar más de los méritos de la sinaloense para llevarse esta distinción, pero lo podemos resumir al decir que un gran atleta no solamente es el que gana medallas, sino el que muestra su amor y apoyo a su deporte y compañeros deportistas.
Y de Carlos Girón… Qué más podemos decir. Desafortunadamente murió en enero de 2020, pero siempre quedará su legado para el deporte, para los clavados. También, sin duda, es un merecido reconocimiento. Enhorabuena por todos ellos.