Si ya sabemos que arrancar un negocio es complicado por la cantidad de impuestos que se tienen que pagar, resulta todavía más difícil mantenerlo. México es uno de los países en donde los empresarios (no importa el tamaño) pagan más impuestos o al menos los deberían de pagar, porque todavía existen quienes no cumplen con lo que deben y siguen funcionando.
La iniciativa privada, los empresarios que trabajan arduamente para sacar adelante sus empresas y siempre conscientes de sus obligaciones ante Hacienda, se ven preocupados porque de acuerdo a las normas y reglas de la misma Secretaría, cada día se pone más difícil el pagar impuestos en este país. Más para aquellos que no evaden absolutamente nada y son conscientes de que pagar impuestos genera tranquilidad para el país.
Lo peor es que se registran aumentos importantes en el pago de los impuestos, pero muy pobres en los ingresos que se tienen, lo cual hace que la balanza se vaya hacia un solo lado.
Sin embargo, cada día, cada mes, cada año se pone más difícil para aquellos que cumplimos nuestras responsabilidades. Cuando los empresarios trabajan honestamente para no evadir impuestos y hay tanta reglamentación en la miscelánea fiscal, siempre estamos al filo de la navaja, no así para aquellos que saben trabajar para no pagarlos, al buscar todos los recovecos posibles, lagunas y con asesorías de gente de experiencia para poder hacer hasta “legal” la evasión.
Mucha gente ha tenido la facilidad de que les condonen impuestos, pero todos aquellos que nunca recurren a esas prácticas están en constante sufrimiento. Imagínense si los grandes monstruos del sector empresarial se han quejado de los aumentos y las nuevas normas para la recaudación, los de menor tamaño qué podemos esperar, sobre todo cuando no existe algo claro en relación a los estímulos fiscales o la retribución que se pudiera tener al cumplir conforme la ley.
Es cierto que estas medidas son para que Hacienda recaude más, pero también nos preocupa porque no alcanza dinero alguno para sacar adelante las empresas por la cantidad de impuestos que se tienen que pagar.
Ojalá las autoridades se dieran cuenta de que los que siempre cumplimos somos los que más sufrimos, cuando hay otros (pequeños, medianos, grandes, de todo tamaño) que evaden impunemente buscando no facturar muchas cosas, cobrando en efectivo y sacando ventaja al no pago de impuestos.
Espero que se den cuenta que habemos muchos empresarios medianos y menores que siempre estamos luchando y sufriendo con estas exigencias. Ojalá se analice con mayor profundidad y se piense en realmente dar garantías y estímulos que ayudan a aquellos que son responsables de su pago de impuestos puntual y sin trampa, a aquellos que no se valen de la ayuda de “amigos” en el gobierno para evadir o exentar.
Y no queremos dejar de pagar impuestos, que quede claro, solamente, buscamos respuestas a las miles de interrogantes que nos invaden cuando ponemos sobre la mesa el tema de cómo mantendremos estos negocios cuando pareciera que tenemos todo en contra.
Profesor
