Regresan los demócratas a la presidencia de Estados Unidos con la victoria de Joe Biden sobre Donald Trump y los cuestionamientos de qué tan beneficioso puede ser esto para México han surgido de inmediato. Y aunque se trata de un cambio que puede mejorar las relaciones bilaterales, sobre todo en cuestiones de migración y económicas, habrá que esperar para ver su verdadero efecto.
Que quede claro que para Biden, estos puntos estarán marcados constantemente en su agenda. Sobre todo el de migración, ya que el voto de los latinos y el trabajo que se pueda hacer con ellos será muy importante en su mandato. Y no es que vaya a dejar de haber deportaciones, pero se espera que se terminen las redadas al estilo Trump y se recupere la labor con los Dreamers y el programa DACA, ya que en su campaña aseguró que trabajaría fuerte en el tema de modernizar todo lo que se refiere a la inmigración.
Tiene además, y que no tiene que ver con nuestro país directamente pero es algo muy importante, que trabajar y atacar los problemas que se han generado en torno al tema de odio racial, sobre todo los episodios de violencia que hicieron explotar el movimiento Black Lives Matter.
En lo económico ya se espera, que Biden busque hacer algunos ajustes al T-MEC que obviamente apuntalen a su país, y quién lo puede culpar por eso. Sin embargo, y según el análisis de especialistas, puede haber algunos beneficios para México en cuestión de inversiones y contratación de su mano de obra.
Lo cierto es, que el nuevo presidente estadounidense puede generar mayor certidumbre en muchas temas como estos, sin olvidar que su trabajo es ver por lo mejor de su país y nada más. Se reforzarán seguramente los encuentros institucionales y no habrá esta constante amenaza que existía con Trump vía sus redes sociales o discursos dependiendo de su estado de ánimo.
Lo único que quizá no sea de tanto beneficio para nuestro país, es la política de energías limpias que buscará implementar Biden y que en México se ha dejado de lado, ya que la prioridad es fortalecer, por ejemplo, a Pemex. Sin embargo, este tema puede ayudar a tener encuentros en los que se negocie no solamente esto si no más cosas.
En fin, se fueron cuatro años complicados para la relación de México con su vecino del norte y el ahora expresidente Donald Trump, quien por cierto ha amenazado con enviar a juicio las elecciones ya que no quiere irse de manera tranquila, verá las cosas desde fuera.