Se están llevando a cabo los Juegos Paralímpicos en Tokio y aunque claro que las medallas que se han conseguido generan ilusión y felicidad, si hacemos una revisión de la historia de estos Juegos nos daremos cuenta que nos hemos rezagado de manera impresionante en cuanto al número de medallas por edición y sobre todo, en generación de nuevos valores, que vengan detrás de los atletas experimentados, algunos de ellos como Amalia Pérez, que se han convertido ya en leyenda.
Se ha rezagado el desarrollo de esas nuevas caras en el deporte adaptado, ya que no se ha dado oportunidad a más deportistas de las nuevas generaciones. Y no es ir en contra de muchos de los que están en Tokio, pero hay que pensar qué pasará cuando ya no estén esos competidores que incluso suman cinco Juegos Paralímpicos y no encontremos a otros exponentes que tomen la batuta.
Preocupa que no se esté renovando de manera adecuada la plantilla con nuevas generaciones y que la brecha que existe parece muy grande.
¿Por qué no se ve más cercano un cambio generacional? Por supuesto que está comprobado la calidad de los de experiencia, pero hay que decir que, salvo casos excepcionales, las posibilidades de medalla se reducen con las altas edades. En otros países están sacando jóvenes con mucha fuerza y que de alguna manera se están imponiendo con edades que no pasan los 30 años.
Y es que si en el deporte convencional nos hemos rezagado, aquí tampoco se ha trabajado en el desarrollo todo el potencial que se tiene en los jóvenes y parece que solamente le hemos dado seguimiento a quienes tienen una gran trayectoria, que han sido muy valiosos, pero no serán eternos.
Hay que cambiar la forma de trabajo para evitar que cada cuatro años caiga el número de medallas, como ha sucedido de Sidney 2000 y Atenas 2004 a la fecha, cuando pasamos de 34 medallas totales en cada uno de estos Juegos (10 y 14 de oro, respectivamente), a 20 totales en Beijing 2008 (10 de oro), 21 en Londres 2012 (6 doradas) y 15 en Río 2016 (4 oros).
Ojalá en Tokio vengan más medallas porque México ha sido uno de los países que mejores resultados ha tenido en la historia de esta competencia, pero si se sigue haciendo lo mismo de siempre, si no se innova el desarrollo de talento y hacer competencias internas (tipo Olimpiada Nacional) para tener el semillero que pueda suplir a esos grandes atletas que le dieron grandes triunfos a nuestro país, seguirá viniendo a menos y se nos terminarán esos grandes exponentes sin que haya uno detrás de ellos que pueda tomar la responsabilidad de seguir la cosecha de medallas.