Palacio de Minería en el Centro Histórico a principios del siglo XX, el cual formaba parte de las instalaciones que conformaban el Barrio Universitario y albergaba a la facultad de Ciencias Físico - Matemáticas. Colección Carlos Villasana.
Texto: David Antonio Pulido García
El salón principal del Castillo de Chapultepec quedó en silencio a mediados de aquel 1917, cuando el presidente de la República, Venustiano Carranza levantó su copa para brindar en honor y por la buena fortuna de cinco muchachos que representarían al país ante gobiernos sudamericanos.
Aquellos jóvenes mexicanos, apenas adolescentes, abrieron brecha a futuras generaciones de estudiantes en 1917 para iniciar intercambios entre nuestro país y las naciones latinoamericanas, así como para los primeros acuerdos de homologación de títulos profesionales entre la Universidad Nacional de México y sus pares del continente.
Sus nombres eran Esteban Manzanera , Luis Padilla , Pablo Campos , Luis Norma y Carlos Pellicer . Los tres primeros eran estudiantes de Derecho, el cuarto estaba recién egresado de la facultad de medicina y el último, aunque no había terminado la preparatoria, ya se empezaba a ganar una merecida reputación como poeta.
Carlos Pellicer fue uno de los jóvenes de esta comitiva enviada a Latinoamérica. Desde muy joven ya despuntaba como poeta. Archivo: EL UNIVERSAL.
Sus caras infantiles contrastaban con el atuendo de gala que vistieron para la ocasión y aunque sus maneras refinadas los contenían, sus ojos abiertos y brillantes como lámparas delataban la sorpresa de ver al pleno del cuerpo diplomático presente en Ciudad de México reunido en su honor.
Habían llegado hasta allí elegidos por sus compañeros, luego de una intensa campaña que este diario cubrió desde el mismo momento en que los estudiantes le propusieron al Primer Jefe que iniciara “ un intercambio entre los estudiantes mexicanos y las demás naciones latinoamericanas ”.
El presidente Venustiano Carranza aceptó la idea de establecer un intercambio entre estudiantes mexicanos y los de naciones latinoamericanas, “en el sentido de enviar elementos distinguidos de nuestro medio estudiantil a adquirir conocimientos y establecer relaciones de cofraternidad con los citados países hermanos…”.
Los nombres de los viajeros eran Pablo Campos Ortiz, Carlos Pellicer Cámaro, Luis Manuel Manzanera del Campo y Luis Padilla Nervo. “Fueron elegidos los estudiantes que van a Sudamérica”, se leía en una nota del 12 de septiembre de 1918 de EL UNIVERSAL.
En lo diplomático la avanzada estudiantil representó para México la consolidación de un lugar de suma importancia dentro de las naciones del continente.
Incluso se podría afirmar que mucha de la acogida que tuvieron figuras como José Vasconcelos en América del Sur, se debe a la ardua labor adelantada por estos cinco jóvenes estudiantes constitucionalistas en las universidades de Sur de la patria grande.
El abogado, escritor, filósofo, educador y también funcionario público José Vasconcelos Calderón de origen oaxaqueño regaló una fotografía firmada por su puño y letra a esta casa editorial. Archivo EL UNIVERSAL.
Todos eran parte del Congreso Local Estudiantil del Distrito Federal , una organización de estudiantes que había recibido el apoyo irrestricto del gobierno constitucionalista que, entre otras cosas, encargaba a los jóvenes universitarios la organización de todo tipo de actividades en torno al tema de la unidad latinoamericana, como por ejemplo la celebración de la “ Fiesta de la Raza ”, que además patrocinaba EL UNIVERSAL.
“EL UNIVERSAL patrocina la fiesta de la raza” se leía en una nota publicada el 9 de octubre de 1916.
El Gran Diario de México y el apoyo a la misión estudiantil
Este periódico trabajó con los estudiantes en la agenda latinoamericanista del constitucionalismo, por ello una vez al mes, desde octubre de 1916 hasta bien entrado 1917, le dedicó todo un suplemento titulado El Latinoamericano a la información general, histórica y política de los países vecinos.
Del mismo modo le cedió una página a los estudiantes para que publicaran sus inquietudes. Esta página primero se llamó Sábados Universitarios de “El Universal”, pero al migrar a los viernes cambió de nombre tomando el del nuevo día de publicación.
El Latinoamericano, suplemento de EL UNIVERSAL publicado el 17 de octubre de 1916. Esta plana se dedicó a la República de Chile, a su flora, fauna, población e historia. Crédito: Hemeroteca de EL UNIVERSAL.
Las secciones “Viernes universitarios” del 10 de mayo de 1918 y “Sábados Universitarios” del 12 de septiembre de 1917, espacios siempre disponibles para los jóvenes estudiantes en las páginas de este diario. Archivo EL UNIVERSAL.
Chile, Argentina, Brasil, Uruguay y Colombia, los anfitriones
Con este apoyo y espíritu latinoamericanista los estudiantes elegidos viajaron a Sudamérica. Luis Norma se dirigió a Chile; Luis Padilla Nervo , quien era sobrino del famoso poeta Amado Nervo , viajó con su tío a Argentina; Pablo Campos tomó un barco rumbo a Brasil, mientras que Esteban Manzanera desembarcó en Uruguay y el joven poeta Carlos Pellicer trepó por la cordillera de los Andes hasta llegar a Bogotá, Colombia.
Luis Padilla Nervo (derecha) se convirtió en embajador de México ante la ONU, en esta imagen del 28 de diciembre de 1961 propone que se apruebe por aclamación la resolución conjunta de la URSS y los Estados Unidos para establecer un comité de desarme. Foto: Naciones Unidas.
En aquella época estos viajes eran largos y agotadores, algunos llegaban a tardar más de cinco meses. Al respecto Pellicer ironizó en una carta dirigida al presidente del Congreso de estudiantes, diciendo que el viaje a Colombia sólo podía “equipararse con el de Argentina y con el de China”.
Una vez que llegaron a sus países de destino, los cinco estudiantes se integraron a la legación diplomática correspondiente donde asumieron el cargo de escribientes, al tiempo que iniciaron las gestiones ante las universidades en las cuales continuaron sus estudios.
Antigua Escuela de Medicina en la década de los años 20, que se situaba como otras facultades, en el Centro Histórico, en el llamado Barrio Universitario, años después las facultades se concentraron en lo que hoy conocemos como Ciudad Universitaria, al sur de la capital. Colección Carlos Villasana.
Las elegidas por el constitucionalismo fueron la Universidad de Buenos Aires en Argentina, la Universidad de la República en Montevideo, la Universidad de Río de Janeiro en Brasil y el Colegio Mayor de Nuestra Señora del Rosario en Bogotá, Colombia.
Durante su estadía todos ellos se encargaron de levantar la deteriorada imagen de México en el continente por la propaganda de Estados Unidos en contra de la Revolución .
Una de tantas escenas de la Revolución Mexicana iniciada en 1910, la primera revolución social del siglo XX. Archivo EL UNIVERSAL.
También estrecharon las relaciones con las organizaciones estudiantiles hermanas y enviaron continuos reportes sobre el estado de la educación en los respectivos países de acogida.
Al respecto fue muy importante la labor de Carlos Pellicer , quien ayudó en grado sumo a la organización de la primera Asamblea de Estudiantes en Colombia, mientras que los informes de Manzanera sobre la educación universitaria en Uruguay fueron publicados por este diario a finales de 1919.
El poeta y museógrafo Carlos Pellicer en su juventud en una escalera de avión. La otra imagen es del 9 de diciembre de 1966 en un viaje hacia Villahermosa, Tabasco. Fotos: Archivo EL UNIVERSAL y Relaciones Públicas y Prensa Mexicana de Aviación. Diseño web: Alejandro Sandoval.
Por otra parte, Luis Norma , el único que ya no era estudiante, desempeñó una ardua agenda de acercamiento latinoamericano en continuos viajes a Perú, Bolivia y Paraguay, mientras que Pablo Campos adelantó todos los trámites que conllevaron a la instauración permanente de la cátedra de español y de literatura hispanoamericana en el colegio Pedro II, uno de los más importantes de Brasil .
La avanzada estudiantil representó también el inicio de una prolija relación intelectual entre los futuros líderes de las naciones que se vieron involucradas en la iniciativa, al tiempo que sentó las bases sobre las cuales se sustentaría toda la política internacional para Latinoamérica que siguieron los gobiernos posrevolucionarios .
Sin embargo, en 1920 el asesinato de Venustiano Carranza significó el fin de la aventura diplomática estudiantil en Sudamérica que había durado escasos dos años.
El gobierno provisional de Adolfo de la Huerta revocó los nombramientos de los cinco estudiantes. Esteban Manzanera, Luis Padilla y Pablo Campos lograron obtener permisos para terminar sus carreras, mientras que Carlos Pellicer y Luis Norma regresaron casi de inmediato a Ciudad de México.
El cuerpo del general Venustiano Carranza quien fue asesinado en mayo de 1920 en Puebla. Archivo EL UNIVERSAL.
A su regreso Luis Norma se retiró a la práctica privada de la medicina ; Esteban Manzanera se adscribió a la Universidad Juárez del Estado de Durango, de la que fue rector entre 1934-1939; Pablo Campos y Luis Padilla siguieron la carrera diplomática y fungieron, cada uno en su momento, como embajadores de México ante la Organización de las Naciones Unidas , mientras que Carlos Pellicer , si bien estuvo siempre muy cerca de la diplomacia mexicana, pasó a la historia como uno de los más importantes poetas mexicanos del siglo XX.
Cámara de Diputados. Homenaje a Adolfo Ruíz Cortines. Licenciado Gustavo Díaz Ordaz, licenciado Luis Padilla Nervo y Doctor Rafael Moreno Valle. Foto: Archivo EL UNIVERSAL.
- Fuentes:
- David Antonio Pulido García, Formar una nación de todas las hermanas. La joven intelectualidad colombiana frente al latinoamericanismo mexicano, 1916-1920, Bogotá, Editorial Universidad del Rosario, 2021.
- “Los pensionados estudiantiles mexicanos en América del Sur. El caso de Chile y Uruguay 1917-1920” en Una hora americana. La Reforma Universitaria desde el Pensamiento Nacional y Latinoamericano, Buenos Aires, Ediciones de la Universidad de Lanús, 2019.
- Hemeroteca EL UNIVERSAL