Tarjeta postal de los años cincuenta captada desde el camellón de la Calzada de Guadalupe viendo hacia la Villa de Guadalupe. El entorno se ha modificado bastante hasta la actualidad. Colección Carlos Villasana.
Texto: Carlos Villasana
Al correr la famosa calzada de Guadalupe entre las colonias Industrial y Estrella y en el marco del 12 de diciembre, en esta ocasión Mochilazo en el Tiempo platicó con los cronistas de dichas zonas sobre el tradicional paso de los peregrinos hacia la Villa de Guadalupe.
Para saber un poco del antecedente de esta área, citamos a la arquitecta y cronista María Bustamante Harfush, quien escribió en un estudio sobre la actual alcaldía Gustavo A. Madero, antes llamada Guadalupe Hidalgo, que a mediados de los años veinte, se asociaron los ingenieros Alberto J. Pani y Roberto Rodríguez con el señor Agustín Legorreta para adquirir 120 hectáreas de la hacienda Ahuehuetes.
Dicha hacienda se situaba a ambos lados de la Calzada de Guadalupe, importante vía que ha visto crecer y transformarse a las colonias Industrial y Estrella, entre otras; siendo ambas de las primeras en establecerse en las cercanías del Cerro del Tepeyac.
La vista desde el Cerro del Tepeyac a finales del siglo XIX. Destaca la cúpula del templo de Capuchinas, y del lado derecho, una de las torres de la antigua Basílica; hacia el fondo se encuentran las calzadas de Guadalupe y de los Misterios. Imagen: William Henry Jackson, Library of Congress.
El cronista de la colonia Estrella, Sócrates Vera recuerda en entrevista que en 1932 fue fundado el Fraccionamiento Estrella, actual colonia del mismo nombre, en los terrenos de lo que fue la hacienda de Aragón.
“Actualmente está delimitada por la Calzada de Guadalupe al poniente, por la avenida del Ferrocarril Hidalgo al oriente, por la calle de Malíntzin al norte y por la avenida Victoria al sur. Su corazón es el parque María Teresa, mejor conocido como el parque de los cocodrilos y su columna vertebral es la avenida de las Joyas”, explica Sócrates.
También en entrevista, América Cruz, cronista de la colonia Industrial, comparte que muchos de los vecinos de mayor edad recuerdan que aquí se compraban los terrenos por la cercanía “a la virgencita”, por ello muchas casas antiguas aún conservan nichos con esta imagen católica.
Conocidos sitios de descanso para los peregrinos
América dice que para descansar los peregrinos ocupan el parque Guadalupe, entre Euzcaro y Tepeyac, así como el parque Ma. Luisa, de la colonia Industrial, entre las calles de Fundidora, Buen Tono y entre Necaxa y Río Blanco.
El antiguo Orfanato de San Antonio y Santa Isabel de la Fundación Mier y Pesado, construido por Manuel Cortina y Juan Segura en 1926, en una fotografía de los años treinta. Este imponente inmueble estilo Art Déco se conserva hasta la actualidad y es un referente de la zona que comprende los límites de las colonias Industrial y Estrella. Colección Carlos Villasana.
También se les ve reposando sobre toda la Calzada de Guadalupe, algunas banquetas de Misterios y las calles más al norte de la colonia. Por lo regular se establecen donde reciban comida, bebida, atención médica o puedan comprar artículos necesarios o ir al baño, pues la mayoría está cansada. Comparte que cuando era niña le gustaba ir con los peregrinos a escuchar las bandas de guerra y los cohetes.
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América recuerda que antes había más tolerancia con las peregrinaciones, aunque aún se ve que los vecinos les comparten alimentos por solidaridad, devoción o por el pago de alguna promesa.
Hoy muchos vecinos se quejan de que los cohetes espantan a sus “perrhijos”, que los peregrinos se quedan a pernoctar en las banquetas y que son muy sucios.
Dice que actualmente se entregan tarjetones para el ingreso, a cierto perímetro, de los autos propiedad de los habitantes de la zona, se hacen misas religiosas los días 11 y 12 de diciembre en la Parroquia de la Asunción y también serenatas. Antes de la pandemia se efectuaban novenarios en distintos sectores de la colonia.
Una de las calzadas más famosas y antiguas de la capital
Sócrates Vera dice que la construcción de la actual calzada de Guadalupe es relativamente nueva. Antes ese nombre lo llevaba la calzada que ahora conocemos como de “los Misterios” cuyos orígenes son prehispánicos y que fue construida en el siglo XV.
El cruce de las calzadas de Guadalupe, de los Misterios, de la Ronda y la actual avenida Manuel González alrededor de 1940. A la derecha se ve la antigua estación del Ferrocarril de Hidalgo y del Nordeste; hoy en su lugar se encuentra una tienda Coppel. Imagen: Colección particular.
Por su parte, la maestra e historiadora Delfina López Sarrelangue señala en su libro “Una Villa Mexicana en el Siglo XVIII, Nuestra Señora de Guadalupe”, que dado que se acercaba la llegada del Virrey Conde de Gálvez había que remozar la ciudad y como la calzada de Guadalupe, ahora Misterios, se encontraba realmente deteriorada, resultó más barato hacer una nueva de tierra, paralela a la anterior que era de piedra.
Así se construyó la nueva calzada que se estrenó en 1786 de acuerdo con la historiadora López Sarrelangue--aunque otras fuentes históricas señalan que fue en 1791-. Desde entonces al captar la mayoría del tráfico heredó el nombre de calzada de Guadalupe y la anterior fue llamada de Piedra o antigua Calzada de Guadalupe y desde entonces en ella se han realizado las procesiones.
En tanto, la cronista de la colonia Industrial, América Cruz, comenta que nació en esta colonia y trabajó como maestra durante 33 años en la primaria de la zona, donde estudió de niña. Dice que sus vecinos la hicieron acrecentar el amor a su colonia, gracias a los recuerdos que tienen del que siempre ha sido su hogar.
La Calzada de Guadalupe a la altura de la colonia Valle Gómez en una foto cercana a 1970. Al frente se ven varios autobuses del transporte público con rumbo a la Basílica; en el fondo destaca el Cine de la Villa, que abrió sus puertas en 1948 y tuvo capacidad para más de 3,000 espectadores. Hoy en su lugar hay un estacionamiento. Colección Carlos Villasana.
Para América la calzada y la Villa de Guadalupe representan parte de la historia de esta ciudad, de sus tradiciones, con lo cual “se palpa el fervor desde Tonantzin (como se llamaba a la Virgen de Guadalupe en la época precolombina) hasta la actualidad. Es increíble el amor y la esperanza con que llegan los peregrinos”.
Así es vivir cerca de la Villa
Sócrates residente de la colonia Estrella considera que aunque los peregrinos buscan descansar y pernoctar lo más cerca de sus medios de transporte y pueden hacerlo en cualquier banqueta, definitivamente la avenida de Joyas es muy concurrida por la existencia de camellones que brindan espacios para acostarse, incluso para poner tiendas de campaña, pero también porque hay servicio de baños y de primeros auxilios.
El cronista recuerda a la gente durmiendo en las calles. “De más edad nos tocaba salir de nuestras casas tratando de no pisarlos, limpiar después de su estadía y había que desinfectar y echar cal en los desechos que dejaban ya que, aunque hubiera baños no se encontraban tan cerca”.
La Calzada de Guadalupe, vista hacia el norte cerca del cruce con Alfredo Robles Domínguez en la década de los cincuenta. La mayoría de las
casas y edificios que se aprecian aún existen, con la colonia Industrial del lado izquierdo. Imagen cortesía: Museo Archivo de la Fotografía.
“Ahora de adulto y con un poco más de conocimiento comprendes más a la gente. En la colonia hay quienes reciben a los peregrinos de ciertas poblaciones y se ponen de acuerdo para atenderlos y prepararles comida”, señala.
Con la logística actual los camiones se estacionan en las colonias industriales de la zona, además estamos dentro del cerco del “Operativo Basílica”, lo que hace que desde entonces haya menos peregrinos en la colonia, pero antes las banquetas de la calzada de Guadalupe, Talismán y Joyas se tapizaban de durmientes, recuerda Vera.
Sócrates dice que el vivir cerca de la Villa de Guadalupe implica, además del movimiento fuerte de personas entre el 9 y el 12 de diciembre, el ruido de los cohetes que a muchos molesta o el abandono de perros en la zona de las peregrinaciones y también los tumultos que se generan con las visitas papales.
Relevante vía para el tránsito y los peregrinos
Respecto a la calzada de Guadalupe, la cronista de la colonia Industrial, América Cruz, señala que le es interesante que hace siglos estaba más baja, hasta se le conocía como la “calzada de abajo”; en ella se sembraron mil 400 álamos y se estrenó el 17 de junio de 1786, “por ahí llegaron a pasar Maximiliano y Carlota”.
La Calzada de Guadalupe durante las obras de alineación y reconstrucción de banquetas. Muchos árboles desaparecieron en estos trabajos para ensanchar la zona vial de la calzada. En su límite sur poniente, un puente que cruzó uno de los canales de desagüe. Las vías del tranvía se adivinan bajo los postes de alimentación de energía y de la malla de protección. Colección Sócrates Vera, ca. 1930.
De hecho, innumerables visitantes extranjeros y nacionales, así como los más humildes pordioseros, movidos por la fe han ido emocionados a arrodillarse frente a la imagen de la guadalupana.
Algunas construcciones muy antiguas como la garita de Peralvillo, que se encontraba donde inicia la calzada hacia el sur, casas, así como el instituto Mier y Pesado son algunas de las más antiguas que aún vemos en pie y han acompañado esta importante vía.
El interés de América por fomentar la cultura de su colonia en las nuevas generaciones la llevó a formar parte del comité vecinal y desde hace once años alimenta la página de Facebook de la colonia donde recopila y comparte testimonios, historias y anécdotas.
En tanto que para Sócrates, el recuerdo más bello en festividades de la virgen de Guadalupe es que haciendo el programa de Radio en la Universidad de la Comunicación, caminó junto con sus compañeros desde las instalaciones, en la colonia Roma, hasta el Centro donde acostumbraban tomar el café.
Ese once de diciembre, no mencionó el año, sus amigos tenían un plan que no le habían compartido: “hicimos el recorrido desde el café hasta la Villa de Guadalupe, pero cuando tomamos la avenida Reforma, la cerraron y caminamos por la mitad platicando sobre cada punto histórico que nos encontrábamos”.
La planta de Ford en la Villa de Guadalupe alrededor de 1940. Este edificio se encontraba en la Calzada de Guadalupe y abrió sus puertas en 1932; hoy en su lugar está el centro comercial Plaza Tepeyac, que conserva el tanque de agua de la antigua fábrica. Colección Carlos Villasana.
Durante el trayecto, la experiencia fue ver puestos de comida todos invitaban al caminante a reponer fuerzas. “Ofrecían arroz, tacos de guisado, tamales, naranjas, juguitos, pan. Fue muy emotivo caminar con los peregrinos que conforme nos acercábamos a la Villa iban siendo cada vez más y más”, recuerda él.
Comenta que la actual calzada de Guadalupe le robó el puesto a la antigua y se posicionó desde un principio como la nueva vía para llegar desde la ciudad de México al Tepeyac.
Al principio los transeúntes comenzaron a pedir un puente sobre este nuevo camino para cruzar el río de Guadalupe, sin desviarse al de la anterior calzada. Incluso se instaló la Garita de Guadalupe sobre el nuevo puente.
Además, en la calzada de Guadalupe se instauró como medio de transporte el tranvía de mulitas que luego fue remplazado por el eléctrico ya desaparecido.
La gente prefirió tanto la nueva calzada que para facilitar las peregrinaciones se construyó el camellón central. Por la calzada de Guadalupe han pasado miles de peregrinaciones y visitas papales. Es una de las más imperantes de la ciudad, afirma Sócrates.
El cronista de la colonia Estrella dice que el mensaje que dejaría a los jóvenes es que se tomen el tiempo de conocer el origen del nombre de sus calles o los sucesos importantes que pueden haber sucedido en ellas, sobre todo en las colonias antiguas que guardan mucha historia y en donde pueden encontrar muchas cosas curiosas e interesantes.
Para finalizar, América Cruz, dice que le gusta que los jóvenes aprendan a conocer la historia del sitio donde viven, su valor histórico o bien, anécdotas de los lugares donde se han desarrollado y que es reconfortante escuchar a vecinos longevos, así como heredar ese acervo de recuerdos a la juventud.
- Fuentes:
- Entrevistas a los cronistas de las colonias Industria y Estrella, América Cruz y Sócrates Vera, respectivamente.
- Bustamente Harfush, María. Estudio sobre la Alcaldía Gustavo A. Madero. Arquitecta y cronista.