“¿Qué pasaría si la Ciudad de México fuera destruida por un temblor?”, pregunta propagandística que promocionó la cinta Cuando La Tierra Tembló en un diario de Estados Unidos. Fue una “popular y sensacional producción mexicana”, como la vendieron medios extranjeros, pero que en realidad nunca tuvo éxito en nuestro país.

Bajo la dirección de Antonio Helú, la cinta sobre catastróficos terremotos se estrenó en febrero de 1941 en la Unión Americana, con el título La Destrucción de México y entre sus sencillas imágenes de cataclismo capitalino estuvo una que cobró importancia años después: la caída del Ángel de la Independencia o Victoria Alada.

La película, producida por Estudios Azteca y protagonizada por Emilio Tuero y Arturo de Córdova, llegó a salas nacionales con un encabezado más amigable: Cuando la Tierra Tembló.

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Sin embargo, ni sus historias llenas de morbo ni estrellas lograron que la producción asegurara el éxito en México, a pesar de que tuvo cerca una “temporada de temblores” para motivar el interés de los cinéfilos.

Momento en la cinta “Cuando la Tierra Tembló” cuando cae toda la estructura del Ángel de la Independencia; años después, se haría realidad tal suceso, con el temblor de 1957. Foto: Captura de pantalla/Estudios Azteca/ESPECIAL.
Momento en la cinta “Cuando la Tierra Tembló” cuando cae toda la estructura del Ángel de la Independencia; años después, se haría realidad tal suceso, con el temblor de 1957. Foto: Captura de pantalla/Estudios Azteca/ESPECIAL.
Momento en la cinta “Cuando la Tierra Tembló” cuando cae toda la estructura del Ángel de la Independencia; años después, se haría realidad tal suceso, con el temblor de 1957. Foto: Captura de pantalla/Estudios Azteca/ESPECIAL.
Momento en la cinta “Cuando la Tierra Tembló” cuando cae toda la estructura del Ángel de la Independencia; años después, se haría realidad tal suceso, con el temblor de 1957. Foto: Captura de pantalla/Estudios Azteca/ESPECIAL.

Una serie de largos temblores antecedieron el estreno de la cinta

De acuerdo con las páginas del 29 de enero de 1938 en EL UNIVERSAL, México experimentó numerosos movimientos telúricos en los años 30, al grado de considerar la “destrucción nacional” como una posibilidad muy remota, pero aún posible.

El 4 de junio de 1932, este diario tuvo como encabezado "Cinco temblores en doce horas; terrible alarma en la capital", con sismos de hasta cuatro minutos de duración y superando el nivel cinco en escala Mercalli, con cientos de casas destruidas, túneles cuarteados y al menos siete muertos.

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Según se reportó el 9 de agosto de 1932, “en solo 33 días, se han registrado 99 temblores”, esto sólo en la Ciudad de México y entre el 29 de mayo al 30 de junio, basándose en mediciones de la Estación Sismológica de Tacubaya.

Calle de la Ciudad de México en los años 30, tras sufrir un terremoto. Foto: Mediateca INAH.
Calle de la Ciudad de México en los años 30, tras sufrir un terremoto. Foto: Mediateca INAH.

Debido a estos sismos, un considerable número de casas en toda la capital sufrieron cuarteaduras de mínima o gran importancia. “México vivió en el mes de junio alterado en su sistema nervioso; todos llevaban ‘el Jesús en la boca’”, sentenció esta casa editorial en aquella década, con afectados también en Jalisco y Colima.

El temor e incertidumbre frente a los terremotos estuvo a flor de piel para los mexicanos y pudo ser algo que motivó a los creadores de Cuando la Tierra Tembló para realizar tan alarmante cinta.

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Es una de las escasas producciones mexicanas con temática de desastres y demostró que, incluso antes de los terremotos de 1957 y 1985, México ya tenía presente el impacto de los movimientos telúricos en su memoria colectiva.

Anuncio de “Cuando la Tierra Tembló” en las páginas de EL UNIVERSAL, 15 de marzo de 1942. Foto: Hemeroteca EL UNIVERSAL.
Anuncio de “Cuando la Tierra Tembló” en las páginas de EL UNIVERSAL, 15 de marzo de 1942. Foto: Hemeroteca EL UNIVERSAL.

En medio del terremoto, las “dobles caras” de los personajes

Cuando La Tierra Tembló mostró cómo “una serie de temblores y terremotos sorprende a un grupo de desconocidos en un restaurante de la Ciudad de México. La muerte resulta inminente y van confiándose el secreto que cada humano lleva en el fondo de su espíritu”, según reseñó el diario estadounidense, La Opinión, en 1941.

Con escasos 73 minutos de metraje, la película sobre terremotos se desenvuelve rápido. Desde el comienzo, un fuerte movimiento telúrico perturbó a los comensales de un establecimiento capitalino y escombros bloquearon todas las salidas.

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Mientras la mayoría cayó en una espiral de pánico y desesperación al verse atrapados, dos personajes dominaron los ánimos. El carismático actor, Emilio Tuero, interpretó a “el galán”, un líder nato y sereno que instó a tener esperanza ante la desgracia.

Emilio Tuero en los años 40. En la cinta, su personaje tranquiliza a los agitados comensales diciendo: “Corriendo, gritando y atropellándonos no lograremos salir de aquí, tengan calma”; el visionario personaje predicó las reglas básicas de acción ante un terremoto desde 1941. Foto: ESPECIAL.
Emilio Tuero en los años 40. En la cinta, su personaje tranquiliza a los agitados comensales diciendo: “Corriendo, gritando y atropellándonos no lograremos salir de aquí, tengan calma”; el visionario personaje predicó las reglas básicas de acción ante un terremoto desde 1941. Foto: ESPECIAL.

Su contraparte fue el hipnótico Arturo de Córdova como “el escéptico”, un comensal decepcionado de la vida, quien adoptó una actitud pesimista y pasiva ante el aparente “fin del mundo” e instó a otros a resignarse ante su destino.

En poco tiempo, varios temblores debilitaron estructuras y ánimos, mientras una atropellada emisión radiofónica anunciaba que “un terremoto final, capaz de acabar con toda la ciudad, se espera que sobrevenga de un momento a otro”.

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La idea de una muerte cercana afectó a todos los presentes y uno a uno confesaron sus secretos. Una pareja de casados se resquebrajó tras saber que la mujer sostenía una aventura con el mejor amigo de su esposo y un novio se enteró que su futura esposa realizó salidas clandestinas y ahora estaba embarazada de otro hombre.

Arturo de Córdova en los años 40. Al finalizar la cinta de “Cuando la Tierra Tembló”, es su personaje quien rescató a todos sus compañeros de desgracia del derruido restaurante. Foto: ESPECIAL.
Arturo de Córdova en los años 40. Al finalizar la cinta de “Cuando la Tierra Tembló”, es su personaje quien rescató a todos sus compañeros de desgracia del derruido restaurante. Foto: ESPECIAL.

Todo era resignación en el penumbroso salón, con unos compadres que discutieron la repartición equitativa de 20 pesos y los trabajadores del restaurante que agotaron los licores del local, hasta que llegó el terremoto más fuerte, el supuesto “fin del mundo”.

Según anunció el ficticio servicio radiofónico de la cinta, 100 mil personas perecieron ante el enjambre de temblores y el gran terremoto logró destruir al Ángel de la Independencia, hecho que sí ocurrió en la realidad, 16 años después.

Pero, para fortuna o desgracia de los personajes, ese último sismo no los mató y pronto llegó la ayuda para rescatarlos tras varias horas atrapados.

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Como si su burbuja de muerte se quebrara, aquel grupo de desgraciados regresó al pánico y enojo, pues pronto podrían salir de su pequeño limbo y tendrían que vivir con las penosas verdades que se dijeron.

Ninguno de los personajes tuvo nombre en la cinta, sólo se identificaron como “anarquista”, “tonta” o “dueño”. Foto: Captura de pantalla/Estudios Azteca/ESPECIAL.
Ninguno de los personajes tuvo nombre en la cinta, sólo se identificaron como “anarquista”, “tonta” o “dueño”. Foto: Captura de pantalla/Estudios Azteca/ESPECIAL.

Se exhibió en pocos cines y por corta temporada

El argumento original corrió a cargo del caricaturista e importante colaborador de EL UNIVERSAL, Hugo Tilghmann, creador de la tira cómica, Mamerto y sus Conocencias. Además de ser su idea, el dibujante también fungió como productor de la película sobre la destrucción capitalina.

A diferencia de otras cintas, Cuando la Tierra Tembló se presentó primero en suelo estadounidense, el 24 de febrero de 1941 en el Cine California, considerándola como “un soberbio espectáculo que tiene de fondo la imponente catástrofe que sobrevendría si la Capital Azteca fuera destruida por un temblor”.

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“Mamerto” en EL UNIVERSAL. Hugo Tilghmann, dibujante de esta tira cómica, creó la historia de “Cuando la Tierra Tembló”. Foto: Hemeroteca EL UNIVERSAL.
“Mamerto” en EL UNIVERSAL. Hugo Tilghmann, dibujante de esta tira cómica, creó la historia de “Cuando la Tierra Tembló”. Foto: Hemeroteca EL UNIVERSAL.

Después llegó al de la Ciudad de México, en marzo de 1942. Tuvo exhibiciones en Cine Condesa, Majestic o Alameda, todas con bajos niveles de asistencia y nula promoción; a pesar de ser trabajo de Hugo Tilghmann, ni siquiera EL UNIVERSAL mostró interés en la película.

Dado que producciones como Jesús de Nazareth o Aventura en el Oriente tenían el dominio en cartelera, la película sobre terremotos duró pocos días en exhibición. De nuevo se proyectó en salas del Cine Reforma y Politeama a finales de los años 40, así como en emisiones televisivas entre los 60 y 80.

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Cartel de promoción en el diario estadounidense La Opinión, para el 30 de abril de 1941. Además del nombre “Cuando la Tierra Tembló”, también se le conoció como “La Destrucción de México”. Foto: Library of Congress/ESPECIAL.
Cartel de promoción en el diario estadounidense La Opinión, para el 30 de abril de 1941. Además del nombre “Cuando la Tierra Tembló”, también se le conoció como “La Destrucción de México”. Foto: Library of Congress/ESPECIAL.

Tras el terremoto de 1985 salieron más producciones cinematográficas nacionales sobre movimientos telúricos. Destacamos Trágico Terremoto en México, de 1987, que tomó el sismo del 19 de septiembre como protagonista.

Con un argumento muy parecido a Cuando la Tierra Tembló, la cinta dirigida por Francisco Guerrero contó diferentes historias de sobrevivientes al terremoto del 85, ahora con mejores efectos para los momentos de destrucción, pero una calidad actoral por debajo de Emilio Tuero y Arturo de Córdova.

Mientras otras películas y documentales sobre los terremotos que azotaron México se quedan con la atención, la olvidada producción de 1941 es una joya muy difícil de localizar en plataformas o internet y que permanece como una de las mejores en poner al suelo azteca en peligro de destrucción.

En penumbras, los comensales viven el peor de los terremotos. Ante el movimiento, el Ángel de la Independencia no aguanta más y cae. Fuente: YouTube.

  • Fuentes:
  • Hemeroteca EL UNIVERSAL
  • IMDb – Internet Movie Database
  • Library of Congress


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