Texto: David Antonio Pulido García
En un acto público una joven de mirada aguda e inteligente escuchaba con atención el discurso del abogado Francisco Martínez Ortiz quien, en conmemoración del natalicio de Benito Juárez y sobre una tarima, aprovechó la palabra para denunciar airadamente los males de la dictadura de Porfirio Díaz .
Ella trascribía cada palabra de aquel orador casi al mismo tiempo, garabateando símbolos en una libreta de taquigrafía. Se llamaba Hermila Galindo Acosta , quien no sabía que ese acto llevado a cabo en Torreón, Coahuila, el 21 de marzo de 1909, marcaría su entrada en la historia de la Revolución Mexicana .
Enterado del contenido del discurso, el alcalde de Torreón, quien era un fiel partidario de don Porfirio, ordenó que se le sustrajera al orador el manuscrito original para evitar a toda costa su publicación .
Así sucedió y así hubiese terminado de no ser porque en los siguientes días la joven Hermila, en un acto de rebeldía , haría llegar su versión mecanografiada del discurso al hijo del abogado Martínez, quien inmediatamente aprovechó la oportunidad para reproducirlo y distribuirlo clandestinamente en Durango y Coahuila.
Hermila Galindo a sus 18 años. Archivo de Rosario Topete Galindo. Wikimedia Commons.
Hermila Galindo
nació en Villa Juárez, Durango , el 2 de junio de 1886, en el seno de una familia que, aunque acomodada, no contaba con los recursos necesarios para la educación de su hija, por lo cual ella tuvo que trabajar desde muy joven como taquígrafa y mecanógrafa , dos destrezas que le permitieron entrar en contacto con los círculos políticos opositores a Díaz y a través de ellos darse a conocer como una excelente oradora y defensora de los ideales de la Revolución .
Animada por sus contactos políticos la joven taquígrafa y prometedora revolucionaria se trasladó a la Ciudad de México a principios de 1911, allí, mientras trabajaba para el general y futuro secretario de relaciones exteriores del constitucionalismo Eduardo Hay, se unió al Club político Abraham González, quien la designó como su representante para pronunciar el discurso de bienvenida a Venustiano Carranza , cuando éste entró triunfante a la capital el 20 de agosto de 1914.
Don Venustiano Carranza, captado en uno de sus habituales paseos a caballo. Foto: Archivo EL UNIVERSAL.
Fue tal la fuerza y el ímpetu del discurso de aquella joven, que el mismo Carranza le ofreció convertirse en su secretaria personal , cargo que ocupó brevemente, pues, como lo resalta Gabriela Cano, lejos del trabajo de escritorio Galindo se caracterizaría por ser una de las más importantes propagandistas del constitucionalismo , defendiendo y promoviendo sus ideales a través de la formación de clubes políticos adeptos a la causa de la Revolución en viajes por todo el territorio nacional.
Hermila Galindo y Venustiano Carranza en la cápsula animada “Cartas de Nuestra Identidad”, co-producción de la Secretaría de Gobernación y el Archivo General de la Nación.
La primera candidata a diputada federal
Paralelamente a su formación política dentro de las filas del constitucionalismo , Hermila Galindo se adentró en el estudio del feminismo : en poco tiempo sus lecturas la llevaron a la militancia y al periodismo , actividades desde las que logró llamar la atención sobre la necesidad de la participación política igualitaria de las mujeres en el movimiento revolucionario , pues como lo dejó planteado desde su primer artículo periodístico para El Pueblo la mujer no sólo tenía las capacidades intelectuales, sino el deber moral de participar en la vida pública de la nación y en los destinos de la Revolución.
En ese sentido escribió una cantidad considerable de artículos doctrinarios para diarios como El Pueblo y sus discursos formaron parte fundamental de la agenda de los dos primeros congresos feministas mexicanos , ambos celebrados en Mérida, Yucatán , en enero y noviembre de 1916 respectivamente, actividades que han sido minuciosamente estudiadas por la investigadora Alicia Canto.
Como señala Olivia Noguez, la influencia política que alcanzó la joven intelectual se vio reflejada en la publicación de la revista “ La mujer moderna ”, la cual fundó y dirigió entre 1915 y 1919.
Foto de Hermila Galindo en el semanario ilustrado Mujer Moderna, año II, México, 11 de marzo de 1917, número 67, página 7. Centro de Estudios de Historia de México (CEHM). Wikimedia Commons.
En ella logró unir los intereses del constitucionalismo con las exigencias del feminismo , haciéndola una revista adelantada a su época, que no sólo llamaba la atención sobre asuntos como la necesidad de la educación sexual en la juventud, sino también fue la precursora de la lucha por el derecho femenino al voto y a la representación política , derechos que expuso y defendió en las sesiones del congreso constituyente de 1916.
En un acto de rebeldía reivindicativa se postuló como candidata a diputada federal por el V Distrito Electoral de Ciudad de México. Esos derechos para la mujer se lograron conquistar constitucionalmente hasta 1953, mismo año en que se le otorgó el nombramiento honorario como “l a primera mujer congresista ”.
El 13 de diciembre de 1916, EL UNIVERSAL informó que Hermila Galindo pidió que se concediera el voto a las mujeres.
La nota mencionaba: “se dio lectura a un memorial de la señorita Hermila Galindo, que pide se tome en consideración el voto femenil. Dicho memorial fue interrumpido en algunos párrafos con aplausos. Se pasó a la comisión de Puntos Constitucionales para que, si lo considera necesario, lo tome en consideración”. Fotos: Archivo EL UNIVERSAL.
Los diputados al Congreso Constituyente de Querétaro durante una asamblea en el Teatro Iturbide, hoy teatro de la República, al discutirse la Constitución de 1917. Archivo EL UNIVERSAL.
Su labor en Latinoamérica
Junto al feminismo y al constitucionalismo Hermila Galindo cultivó el análisis político de la realidad latinoamericana . Sobre ese tema escribió el libro titulado La doctrina Carranza y el acercamiento indolatino , en el cual analizaba y proyectaba el importante papel que el México constitucionalista debía asumir en un futuro proyecto de unidad entre los pueblos de América Latina .
Consciente de la importante labor que Galindo venía adelantando en este sentido, Carranza ordenó imprimir y enviar una copia de su libro a cada presidente de la región, así quedó consignado en la correspondencia de Venustiano Carranza resguardada en el Centro de Estudios de Historia de México Fundación Carlos Slim, al mismo tiempo que la comisionó para establecer lazos académicos en Cuba y Colombia , este último país en el que fue nombrada Doctora y socia honoraria de la Facultad de Filosofía y Criterio del Instituto Fiseotomológico Colombiano.
Hermila Galindo en la cápsula “Cartas de Nuestra Identidad”.
Según documentación hallada en el archivo histórico de la Secretaría de Relaciones Exteriores, la estupenda labor latinoamericanista de la intelectual duranguense le valió ser nombrada por Carranza, el 19 de marzo de 1920, como Comisionada Cultural en España y la América del Sur . Se mandaron sendas comunicaciones del nombramiento a todas las legaciones mexicanas radicadas en América Latina y se le asignó como secretaria personal a la señorita María del Refugio González.
Cápsulas animadas tituladas “Cartas de Nuestra Identidad”, donde se muestra la vida de Hermila Galindo entre 1914 y 1953.
Sin embargo, poco antes de que las dos mujeres salieran a cumplir con su misión cultural llegó la noticia a Ciudad de México del asesinato del presidente de la República Venustiano Carranza a manos de hombres pertenecientes a las filas de Álvaro Obregón .
Después de ello, en unos cuantos días, el Congreso nombró a Adolfo de la Huerta como presidente interino y este, con la complicidad de Obregón y Calles, empezó a desmontar muchas de las iniciativas culturales del constitucionalismo, entre ellas la que iba a encabezar Hermila Galindo.
Hermila Galindo aparece en el billete de mil pesos, entre Carmen Serdán y Francisco I. Madero, en circulación desde noviembre de 2020. Fotos: Archivo de Rosario Galindo Topete / Wikimedia Commons y Banco de México. Diseño web: Rodrigo Romano.
Su nombramiento fue revocado, se le exigió la devolución del dinero adelantado para sus viáticos y el grueso de su agenda cultural se guardó en un escritorio hasta que, meses después, un hombre llamado José Vasconcelos , quien además guardaba un gran resentimiento contra Venustiano Carranza , la desempolvó y sin darle ningún crédito a la intelectual feminista y constitucionalista, la puso a andar como si fuera una iniciativa original del gobierno de Álvaro Obregón.
En adelante Hermila Galindo sería totalmente marginada de la política , así le hicieron pagar su lealtad a Venustiano Carranza. A sus escasos 34 años se retiró a la vida privada y aunque nunca abandonó su militancia feminista, los gobiernos posrevolucionarios perdieron a una de las intelectuales más prometedoras de su tiempo, a quien se homenajeó tardíamente al reconocerla como una importante líder e intelectual de la Revolución Mexicana mediante la condecoración al Mérito Revolucionario en 1940.
Fotografía de la boda de Hermila Galindo y Miguel Topete. Archivo de Rosario Topete Galindo. Wikimedia Commons.
Hermila Galindo Acosta murió el 19 de agosto de 1954 en la Ciudad de México, al día siguiente EL UNIVERSAL en la nota luctuosa señaló:
“Ayer falleció la precursora del voto femenino en México , la escritora revolucionaria y eficaz colaboradora de don Venustiano Carranza, que el año de 1914 fuera investida con el sufragio para ser la primera diputada en la cámara mexicana: Hermila Galindo de Topete […] Su deceso ocurrió poco después de las 6 de la mañana en su modesta casa de la Colonia Portales […] a los 69 años, después de haber consagrado sus mejores energías al servicio de la causa revolucionaria.”
Nota publicada el 20 de agosto de 1954, donde se informaba la muerte de Hermila Galindo. Foto: Archivo EL UNIVERSAL.
El 12 de septiembre de 1954 una colaboradora escribió que el presidente Adolfo Ruiz Cortines había sido el único que colocó una corona floral sobre la tumba de “la revolucionaria auténtica e incomparable”. Foto: Archivo EL UNIVERSAL.
Fuentes:
- Alicia Canto Alcocer, Las mujeres a escena: feminismo y revolución en Yucatán 1915-1918, México, Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social, 2014
- Esperanza Tuñon, “La propuesta político-feminista de Hermila Galindo: Tensiones, oposiciones y estrategias” Revista interdisciplinaria de estudios de género de El Colegio de México, Vol. 3 Núm. 6, 2017
- Gabriela Cano, “Las feministas en campaña: la primera mitad del siglo XX”. Debate Feminista, No. 4. Septiembre, 1991.
- Hermila Galindo, La doctrina Carranza y el Acercamiento Indolatino, 1919.
- Martha Rocha Islas, “Feminismo y revolución”. En G. Espinosa Damián y A. L. Jaiven (eds.), Un fantasma recorre el siglo. Luchas feministas en México 1910-2010, México, UAM-X, 2013.
- Olivia Noguez, “Hermila Galindo y “La mujer moderna” (1915-1916)”, Revista Historia 2.0, Conocimiento Histórico en Clave Digital, 2 (4), 2012.
- Archivo Histórico Genaro Estrada, Secretaría de Relaciones Exteriores
- Centro de Estudios de Historia de México Fundación Carlos Slim.