El día de hoy miles de corredores, aficionados y profesionales participarán en la edición 42 del Maratón de la Ciudad de México. Este evento internacional ha crecido en cuatro décadas de entusiasmo, pero también ha tenido retos, como la vez que casi lo cancelaron por el terremoto de 1985.

recuerda el tercer maratón de esta capital, que tuvo que posponerse y cambiar de ruta en vista del siniestro que arrasó a la ciudad. Al final, el evento fue un ejemplo de lo que el espíritu deportivo aporta en la vida cotidiana.

El Maratón Internacional de la CDMX salvaría el día con las cuotas de inscripción de más de 20 mil entusiastas, que reunieron 50% de todo el Fondo de Reconstrucción para los daños del sismo, que alcanzó el total de 14 millones de pesos. Archivo EL UNIVERSAL.
El Maratón Internacional de la CDMX salvaría el día con las cuotas de inscripción de más de 20 mil entusiastas, que reunieron 50% de todo el Fondo de Reconstrucción para los daños del sismo, que alcanzó el total de 14 millones de pesos. Archivo EL UNIVERSAL.

Un domingo sin espectáculos ni deportes en CDMX

Diversos fenómenos naturales pueden poner en jaque a una ciudad o a todo un país, pero a diferencia de incendios forestales o huracanes, que toman al menos unas horas para evolucionar, los terremotos suelen tener el agravante del factor sorpresa.

El sismo del 19 de septiembre de 1985 tomó desprevenidos a los habitantes del entonces Distrito Federal, así como a los corredores de la Unión Soviética, Estados Unidos, Polonia, Etiopía, Francia y Portugal.

La maratón de 1984 había tenido su punto de partida en el Zócalo del Centro Histórico. Los derrumbes y demoliciones tras el siniestro del 85 obligarían a cambiar la ruta. Hemeroteca EL UNIVERSAL.
La maratón de 1984 había tenido su punto de partida en el Zócalo del Centro Histórico. Los derrumbes y demoliciones tras el siniestro del 85 obligarían a cambiar la ruta. Hemeroteca EL UNIVERSAL.

Los atletas habían llegado con antelación para el III Maratón de la Ciudad de México, que tendría lugar el domingo 22 de septiembre de 1985. La anticipación era usual, pues las carreras de fondo requieren que el deportista se acostumbre a la altitud del lugar donde correrá.

Aunque la cobertura de prensa no precisó cuándo llegaron, la del viernes 20 de septiembre mencionó que los maratonistas extranjeros estaban entrenando en instalaciones del gobierno capitalino.

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Fue hasta su entrega del 21 de septiembre que EL UNIVERSAL anunció la decisión del gobierno capitalino de suspender todos los eventos públicos hasta que terminara la revisión minuciosa de cines, teatros y estadios.

El derrumbe definitivo de algunos de los edificios tomó varias semanas y hasta meses. Este inmueble, cercano a la Alameda Central, fue destruido el 24 de noviembre de 1985 y requirió más de 250 kilogramos de explosivos para fragmentar sus restos y provocar la menor cantidad de daño. Foto: José Hernández/Archivo EL UNIVERSAL.
El derrumbe definitivo de algunos de los edificios tomó varias semanas y hasta meses. Este inmueble, cercano a la Alameda Central, fue destruido el 24 de noviembre de 1985 y requirió más de 250 kilogramos de explosivos para fragmentar sus restos y provocar la menor cantidad de daño. Foto: José Hernández/Archivo EL UNIVERSAL.

Todo lo contemplado para la carrera de 42 kilómetros dio un giro de 180 grados: tan sólo la ruta había quedado inaccesible en la zona del Centro Histórico, por los numerosos derrumbes.

Un recuento de este diario resaltó que aquel domingo 22 fue en extremo distinto a lo usual para la ciudad: mientras la colonia Roma había dejado su aire porfiriano para ser copia de un lugar bombardeado, en la Ciudad Deportiva nadie tenía ánimo de entretenerse.

En los días posteriores al terremoto de 1985 se capturó la realidad de varias colonias capitalinas, declaradas “zona de desastre” por los daños irreparables. Foto: Archivo EL UNIVERSAL.
En los días posteriores al terremoto de 1985 se capturó la realidad de varias colonias capitalinas, declaradas “zona de desastre” por los daños irreparables. Foto: Archivo EL UNIVERSAL.

El reportero Daniel Barragán comentó que la única experiencia ese día para muchos fue “Sin espectáculos, sin deportes, sólo el poder ver, desde lejos para algunos, las heridas de la gran macrópolis”.

“Y lo que hubiera sido un maratón entre 16 mil atletas sobre 41 kilómetros para alcanzar la fama y quizá la gloria, ahora es un maratón de días, contra el tiempo y el concreto”, se leía. En la misma nota, se decía también que había maratón, pero de picos y palas para el rescate.

Tanto expertos como vecinos de cada barrio se sumaban a las labores de rescate, en escenas donde era frecuente hacer cadenas humanas para desplazar escombros al mejor ritmo posible. Foto: Archivo EL UNIVERSAL.
Tanto expertos como vecinos de cada barrio se sumaban a las labores de rescate, en escenas donde era frecuente hacer cadenas humanas para desplazar escombros al mejor ritmo posible. Foto: Archivo EL UNIVERSAL.

La nueva fecha del III Maratón de la CDMX

La celebración del Maratón Internacional de la Ciudad de México de 1985 quedó en la incertidumbre durante los meses siguientes al sismo. Se adelantó que la ruta se trasladaría al sur de la capital y hasta se reportó que la salida y meta sería el Autódromo Hermanos Rodríguez, pero nadie sabía si la reorganización ocurriría pronto.

A la distancia el punto de referencia más vistoso del inicio de esta carrera fue el famoso Palacio de los Deportes. Archivo EL UNVIERSAL.
A la distancia el punto de referencia más vistoso del inicio de esta carrera fue el famoso Palacio de los Deportes. Archivo EL UNVIERSAL.

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A mediados de octubre, el director de Promoción Deportiva del Distrito Federal (PRODDF), Sandalio Sainz de la Maza, declaró que si el tercer maratón no se lograba para diciembre o enero, se cancelaría por completo “y el año que entra procuraremos realizar el cuarto”.

Sin embargo, rehacer los preparativos del evento fue una oportunidad para ayudar, pues se decidió que los siete millones de pesos que recaudó PRODDF -por las inscripciones al maratón- se donaran al Fondo de Reconstrucción para los daños del temblor.

Entre el entusiasmo de los inscritos y el avance en la vuelta a la normalidad que vivió la ciudad, a inicios de noviembre ya se había fijado una nueva fecha para el maratón, que al final sí tuvo lugar en 1985: el domingo 8 de diciembre.

A menos de tres meses del siniestro, peatones, automovilistas y ciclistas se acercaban con entusiasmo a la ruta del maratón para “echarle porras” a los miles de corredores que compitieron en 1985. Archivo EL UNVIERSAL.
A menos de tres meses del siniestro, peatones, automovilistas y ciclistas se acercaban con entusiasmo a la ruta del maratón para “echarle porras” a los miles de corredores que compitieron en 1985. Archivo EL UNVIERSAL.

De nuevo, EL UNIVERSAL anunció la llegada de los corredores internacionales al Distrito Federal en la primera semana de diciembre. Entre países como Kenia, Polonia, Suiza, Portugal y Estados Unidos, destacaban la Unión Soviética y Tanzania por los tiempos de sus seleccionados.

El soviético N. Kolaenco Nicolay, de 31 años, tenía una marca de 2h 13’, formidable pero rebasado por el tanzano Mohammed Rutinginga, de 25 años, que era el atleta mejor calificado para la prueba con sus 2h 12’.

“México está de pie”, dijo abuelito corredor

A la par de los profesionales, los capitalinos también se mostraban listos y ansiosos por la competencia, como comentaba un joven de nombre José Torres, que comenzó a correr por las ganas de participar en los maratones de la ciudad.

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Un día antes de la justa, destacó el caso del señor Luis Rivera Flores, que manifestó su ilusión por el evento para el que se compró ropa deportiva nueva, sin importar sus 84 años de vida.

Don Luis Rivera ya era un octogenario al momento del III Maratón de esta capital, pero comentaba con entusiasmo que esperaba concluir la carrera en menos de cinco horas (el doble de tiempo que los jóvenes campeones). Archivo EL UNVIERSAL.
Don Luis Rivera ya era un octogenario al momento del III Maratón de esta capital, pero comentaba con entusiasmo que esperaba concluir la carrera en menos de cinco horas (el doble de tiempo que los jóvenes campeones). Archivo EL UNVIERSAL.

“Con 60 años menos yo estaría brillando en las Olimpiadas y esas cosas. En mis tiempos sólo los ricos podían competir, los pobres trabajábamos muchos y no había de otra”, aseguró en entrevista para este diario.

Don Luis agregó “Yo estaba solo y busqué amigos, pero no de cantina. Empecé a correr y encontré muchas amistades, además desaparecieron mis enfermedades. Me convertí en un hombre nuevo”.

Contrario a lo que pueda imaginarse, don Luis, huérfano de padre y madre desde sus primeros seis meses de vida, era muy consciente de su situación: “sé que no ganaré, pero me conformo con llegar vivo a la meta y divertirme mucho”.

La cobertura de este diario describió a la multitud de corredores como un “río humano” que arrancaba el maratón en el oriente de la Ciudad de México. Como don Luis, muchos buscaban pasar un buen momento y retirarse con una anécdota del evento. Archivo EL UNIVERSAL.
La cobertura de este diario describió a la multitud de corredores como un “río humano” que arrancaba el maratón en el oriente de la Ciudad de México. Como don Luis, muchos buscaban pasar un buen momento y retirarse con una anécdota del evento. Archivo EL UNIVERSAL.

Además de perseverante y entusiasta, era muy patriota: “Yo tengo un deber con mi país. Hacer deporte es una obligación de todo mexicano, por eso, Dios mediante, al llegar a la meta, agradeceré a todo el público y diré a los periodistas y a los señores que traen el micrófono (refiriéndose a los reporteros de radio y TV) que todo ha pasado, que México está de pie”.

La tercera edición superó al de New York

Un par de días antes de la carrera, EL UNIVERSAL entrevistó a los competidores extranjeros, quienes expresaron la mayor confianza en sus habilidades. Sin importar de qué continente provenían, todos estaban de acuerdo en que la justa más reñida sería entre ellos, sin preocuparse por los participantes locales.

Entre todos los inscritos al maratón capitalino de 1985, Rutinginga era el corredor con los registros más veloces, pero su desempeño quedaría lejos incluso de su propia marca. Archivo EL UNIVERSAL.
Entre todos los inscritos al maratón capitalino de 1985, Rutinginga era el corredor con los registros más veloces, pero su desempeño quedaría lejos incluso de su propia marca. Archivo EL UNIVERSAL.

Kolaenko Nicolay descartó que pudiera afectarle la altura por la experiencia de sus compatriotas el año anterior, mientras que el estadounidense Antonio Cordero, campeón del maratón de Fort Worth, en Texas, dijo que estaba acostumbrado a correr a mil 500 metros de altitud.

Rutinginga, de Tanzania, fue más directo y señaló que ya había derrotado a los favoritos mexicanos, como Gerardo Alcalá y Miguel Ángel “Mosquito” Cruz, en pruebas anteriores.

Gerardo Alcalá, campeón maratonista de 1984, dio a conocer que volvería a competir con la intención de refrendar su título, pero el día del evento su desempeño se alejó de las expectativas. Archivo EL UNIVERSAL.
Gerardo Alcalá, campeón maratonista de 1984, dio a conocer que volvería a competir con la intención de refrendar su título, pero el día del evento su desempeño se alejó de las expectativas. Archivo EL UNIVERSAL.

El resultado del III Maratón de la Ciudad de México fue una sorpresa. El ganador no sólo era mexicano, sino que era un médico que dejó en el camino a los atletas más conocidos dentro y fuera del país.

La portada de la sección de Deportes de EL UNIVERSAL anunció en primer lugar al campeón del evento, Manuel Vera, quien llegó a rebatir todos los pronósticos. Archivo EL UNIVERSAL.
La portada de la sección de Deportes de EL UNIVERSAL anunció en primer lugar al campeón del evento, Manuel Vera, quien llegó a rebatir todos los pronósticos. Archivo EL UNIVERSAL.

Manuel Vera Canelo, de 36 años, se impuso con una marca de 2h 22’ 37’’. Mientras que Gerardo Alcalá abandonó, Miguel Ángel “Mosquito” Cruz se mantuvo codo a codo de Vera hasta el kilómetro 38.5, en el cruce de Taxqueña con el Eje 3 Oriente.

El doctor Manuel Vera Canelo (564), quien le dedicó su triunfo en el maratón capitalino a sus dos hijas, hace la señal del "número uno" mientras sonríe para la cámara. Archivo EL UNIVERSAL.
El doctor Manuel Vera Canelo (564), quien le dedicó su triunfo en el maratón capitalino a sus dos hijas, hace la señal del "número uno" mientras sonríe para la cámara. Archivo EL UNIVERSAL.

Detrás del doctor Vera Canelo entraron el “Mosquito” Cruz, con 2h 27’ 37’’ y Mohammed Rutinginga, a la marca de 2h 29’ 04’’, más de quince minutos de retraso con su propio récord, como también debajo de su compatriota Mamo Wolde, que los Juegos Olímpicos del ’68 se llevó el oro del maratón con 2h 20’.

La cámara captó la llegada de los finalistas del maratón del '85, de izq. a der.: Manuel Vera, con 2h 22'; Miguel Ángel Cruz, con 2h 27'; y Mohammed Rutinginga, con 2h 29'. Archivo EL UNIVERSAL.
La cámara captó la llegada de los finalistas del maratón del '85, de izq. a der.: Manuel Vera, con 2h 22'; Miguel Ángel Cruz, con 2h 27'; y Mohammed Rutinginga, con 2h 29'. Archivo EL UNIVERSAL.

La división femenil también tuvo una campeona mexicana: Maricela Hurtado, que ganaba por segundo año al hilo, esta vez con 2h 51’ 08’’, a pesar de que en la salida le tocó librar a la multitud de corredores que formaban parte de los 22 mil competidores.

Momento en que Maricela Hurtado (2) se probó, por segundo año consecutivo, como la más veloz de las mujeres que corrieron el Maratón de la Ciudad de México. Archivo EL UNIVERSAL.
Momento en que Maricela Hurtado (2) se probó, por segundo año consecutivo, como la más veloz de las mujeres que corrieron el Maratón de la Ciudad de México. Archivo EL UNIVERSAL.
La mexiquense Maricela Hurtado (2) fue la primera mujer en llevarse dos victorias al hilo en el Maratón de la Ciudad de México (1984 y 1985). La categoría femenil es la que más ha visto repetirse nombres en el primer lugar, donde destacan Ma. Carmen Díaz Mancilla y Patricia Jardón García con tres victorias ambas. Archivo EL UNIVERSAL.
La mexiquense Maricela Hurtado (2) fue la primera mujer en llevarse dos victorias al hilo en el Maratón de la Ciudad de México (1984 y 1985). La categoría femenil es la que más ha visto repetirse nombres en el primer lugar, donde destacan Ma. Carmen Díaz Mancilla y Patricia Jardón García con tres victorias ambas. Archivo EL UNIVERSAL.

En su tercera edición, el de esta capital superó la matrícula de los maratones de Nueva York y Londres, que en la misma época registraban 14 mil y 15 mil inscritos cada una.

A pesar de la catástrofe del 19S, la cobertura de este diario reportó que el maratón fue una fiesta de colorido que, por unos momentos, hizo olvidar la tragedia que marcó a la Ciudad de México y sus habitantes. Rutinginga incluso declaró que era una carrera comparable a la de Nueva York “por la cantidad de gente, aplausos y generosidad”.

  • Fuentes consultadas:
  • Archivo Fotográfico y Hemeroteca EL UNIVERSAL.
  • “NYC Marathon 1984”, en New York Road Runners: race results.
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