Los años del México postrevolucionario fueron una época en que nombres como Diego Rivera, Frida Kahlo, David Alfaro Siqueiros y Lupe Vélez, entre muchos más, empezaron a ocupar espacios en la prensa internacional, fue en este contexto que a partir de la década de los 30, un científico chihuahuense comenzó a llamar la atención por sus aportes en la medicina.
Arturo Rosenblueth Stearns nació el 12 de octubre de 1900 en el municipio de Guerrero, Chihuahua. Hijo de Julio Rosenblueth (1868-1934) y de María Augusta Stearns (1873-1931) fue el mayor de ocho hermanos.
El futuro científico aprendió sus primeras letras en su pueblo natal, donde las calles y montes fueron los escenarios de sus juegos de niño. Ahí presenció el levantamiento revolucionario encabezado por Pascual Orozco y Marcelo Caraveo, motivo por el que la familia se trasladó a Monterrey y emprendió un negocio de ropa de nombre “La ciudad de Londres”.
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En la sultana del norte, Arturo ingresó al Colegio Civil de Monterrey donde concluyó los estudios básicos. Fue en esa etapa de juventud que se interesó por las matemáticas y la filosofía de la ciencia.
En 1918 se trasladó a la Ciudad de México para comenzar la carrera de medicina en la Universidad Nacional de México. El joven estudiante sobresalió pronto en materias como fisiología, química y anatomía, pero por la economía familiar buscó sin éxito conseguir una beca o algún empleo en hospitales o dentro de la misma universidad.
Tocaba el piano para financiar sus estudios
Se las arregló y comenzó a tocar el piano en algunos restaurantes e incluso amenizó películas mudas con dicho instrumento que, desde pequeño, aprendió a tocar por consejo de su padre. Así logró costearse la carrera que le daría fama mundial.

Poco a poco la situación mejoró y los dedos de sus manos dejaron las teclas del piano para firmar una beca que le permitió continuar sus estudios médicos en Berlín. Su paso por Alemania no fue lo que él deseaba y aunque a ciencia cierta no se sabe la razón de aquella mala experiencia, sería el propio Rosenblueth quien llegó a decir: Hice una transitoria y desagradable estancia en Berlín, que me confirmó mi latinoamericanismo, y después me registré en la escuela de París".
Los esfuerzos realizados tuvieron su recompensa cuando se recibió de médico en Francia, por la Escuela de Medicina de la Sorbona en Paris en 1927.
Regresó a la capital mexicana como neuro-psiquiatra y se incorporó como ayudante de la clase de fisiología de la Universidad Nacional. El cargo de ayudante duró por pocos meses, ya que lo nombraron titular de la materia, en la que llegó a tener doscientos cincuenta alumnos.
A inicios de los años 30, el doctor norteño fue acreedor del estímulo Guggenheim y se trasladó a Harvard, donde conoció a Virginia Thompson. Se hicieron novios y tiempo después decidieron contraer matrimonio el 5 de septiembre de 1931, para hacer valer la famosa frase: “hasta que la muerte los separe”.
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El intelecto del catedrático mexicano también llamó la atención del investigador y profesor Walter Cannon, un destacado fisiólogo estadunidense y pionero en el uso de los rayos X con quien colaboró en diferentes investigaciones, como lo fue con la transmisión humoral para estudiar las diferentes reacciones del cuerpo humano.
Motivados por las indagaciones, ambos científicos emprendieron una serie de viajes a países de Centro y Sudamérica para acrecentar sus aportes y publicaciones médicas.
Aquel joven que tocaba el piano ya era un doctor reconocido y poco a poco su nombre seguía ganado terreno en la ciencia. En 1936 durante la ceremonia de la entrega del premio Nobel de Medicina en Estocolmo, los galardonados Otto Loewi y Henry Dale mencionaron al doctor mexicano por sus múltiples contribuciones a la ciencia de la salud.
Rosenblueth iba al mismo ritmo que el siglo XX, pues además de su lengua materna, el castellano, hablaba muy bien inglés, alemán y francés y en dos años ya había publicado diez investigaciones, dos de ellas con su maestro Cannon.
En una carta, Walter Cannon elogió al doctor nacido en un modesto pueblo de Chihuahua: “en cuarenta años que tengo de servicio en el departamento de fisiología no he conocido otro investigador que pueda siquiera compararse con el doctor Rosenblueth”.
Rechazó dos veces la nacionalidad estadounidense
Ya entrada la Segunda Guerra Mundial, Estados Unidos dictó nuevas normas con respecto a los laboratorios y aplicó restricciones a científicos extranjeros, por lo que el mexicano regresó al país y dio una muestra de su patriotismo, debido a que como destacado científico Estados Unidos le ofreció la nacionalidad estadunidense y él la rechazó en dos ocasiones.
Rosenblueth colaboró en el Instituto Nacional de Cardiología y logró posicionar el laboratorio de fisiología de dicha institución como uno de los más importantes del mundo.
Con el fin de la guerra las cosas tomaron un rumbo distinto: Cannon decidió retirarse después de treinta años al frente del laboratorio fisiología de Harvard y vio en el doctor mexicano al candidato perfecto como su sustituto, decisión que no fue bien vista por oro grupo de científicos.
Por más que le insistieron que aceptara el respaldo que le ofrecían, el doctor Arturo decidió continuar como jefe del laboratorio de fisiología del Instituto Nacional de Cardiología y es de suma importancia señalar que fue el primer hospital de la especialidad en el mundo.
Junto con un grupo de científicos, entre ellos Manuel Sandoval Vallarta, se encargaron de promover y desarrollar la investigación por todo el país.
De ese modo, el grupo y la Asociación Matemática Mexicana llevaron a cabo una asamblea en Guadalajara a la que asistió el matemático Norbert Wiener, un viejo amigo con quien ya habían realizado algunas publicaciones, sobre todo con Rosenblueth.
Aquella ocasión juntó a grandes eruditos de diferentes ciencias como: matemáticos, médicos, psicólogos, antropólogos y filósofos, entre otros profesionales.
Fue así que Rosenblueth se convirtió en el primer investigador de tiempo completo en el país al asignársele una plaza de fisiología en el Instituto Nacional de Cardiología, mismo que fue inaugurado el 18 de abril de 1944 por el presidente Manuel Ávila Camacho.
Fundador de la Sociedad Mexicana de Ciencias Fisiológicas
Rosenblueth Stearns y el gran matemático Norbert Wiener desarrollaron la cibernética, área que analizaba los mecanismos de control y estímulos en los seres humanos. Debido al gran aporte médico desarrollado en esta materia, en 1952 el doctor chihuahuense se convirtió en el primer mexicano candidato a un premio nobel.
Rosenblueth fue fundador y primer presidente de la Sociedad Mexicana de Ciencias Fisiológicas; durante dieciséis años dirigió el laboratorio de fisiología y farmacéutica del Instituto Nacional de Cardiología; fundó el Centro de Investigaciones del Politécnico Nacional.
También recibió el grado de Doctor Honoris Causa de las universidades de Italia, Inglaterra, Argentina y de Estados Unidos. En la Universidad de Chile fue miembro honorario de la facultad de medicina; en Italia fue condecorado con el Mérito de la República Italiana; en 1965, Caballero de la Orden Nacional del Mérito de Francia; además del Premio Carnot de la Medicina y el Premio en Biología de Argentina.
En México fue ganador del Premio Nacional de Ciencias en 1966 y fue autor de 154 trabajos de investigación. Escribió libros sobre el estudio del sistema nervioso y su última obra abarcó el método científico, que tituló “Mente y cerebro”, publicado el mismo año de su muerte.
Falleció el 20 de septiembre de 1970 en la Ciudad de México, a causa de un padecimiento cardiovascular dejando como legado un gran cambio en el rumbo de la medicina, no sólo en el país, sino a nivel mundial, y desde 1974 sus restos descansan en la Rotonda de las Personas Ilustres en la capital mexicana.
Desde 1989, el CINVESTAV otorga el premio Arturo Rosenblueth para estimular la excelencia y la investigación. En el año 2020 la Lotería Nacional honró a aquel hombre con un billete de lotería para conmemorar el 50 aniversario de su muerte.
Es una pena que en su estado natal no se le haya rendido jamás un merecido reconocimiento digno de su grandeza. El pueblo donde Rosenblueth nació sólo tiene una pequeña placa que señala la casa donde pasó su infancia, vivienda que está a punto de derrumbarse. Es urgente que el pueblo de Chihuahua sacuda el olvido en el que ha enterrado a tan grande hijo pródigo de esa tierra.
- Fuentes consultadas:
- Arturo Rosenblueth, legado y vigencia de sus contribuciones. UNAM, 2019.
- Familysearch.com
- Los otros personajes chihuahuenses. Mariano Salcedo Zaragoza, 2007
- Portal de oficial Gobierno de México.
- Revista de Investigación Educativa, 2009
- Vida y obra de Rosenblueth. CINVESTAV, Instituto Politécnico Nacional.