Texto: Carlos Villasana
En los años sesenta, los jóvenes en México adaptaron el término A go–gó, junto con toda la ideología que significaba en su vivir y sentir; así fue como la moda, la música y el estilo de vida de la nueva tendencia llegó a las calles, a las tiendas de ropa, a la televisión y a las pantallas de cine.
A go-gó es una frase francesa adaptada al inglés que significa "en abundancia" o "a tu gusto". Se usa para describir lo que es tener algo a manos llenas, como "comida y bebida a go-gó".
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El término también se relaciona con la música y el baile a go-gó de la década de los sesenta, llamada así en alusión al club nocturno francés Whisky á Go–Go y las bailarinas que se presentaban como parte del espectáculo, luego vendría la apertura del famoso club Whisky a Go Go en Los Ángeles, California, en los Estados Unidos.
Al igual que para muchos chicos la idea de formar un grupo musical que se presentara en clubes, bares y cafés cantantes sonaba muy divertido, y tal vez un escaparate para saltar a la fama, para muchas chicas ser parte del grupo de bailarinas de un café cantante o de un programa de televisión, también era todo un sueño.
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Programas, bandas y chicas a go-gó que quedaron en el recuerdo
Entre 1966 y 1967, varios diarios capitalinos publicaron aspectos de la vida capitalina nocturna y el llamativo y colorido ambiente en las discotecas y clubes a go-gó y los cafés cantantes.
Para esas fechas las jaulas ya eran famosas, pues dentro bailaban chicas al ritmo de las bandas que tocaban música en vivo o de discos con música de bandas inglesas.
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En las discos del momento, las jaulas estaban elevadas, lo que permitía a las bailarinas destacar, mantener el ambiente y entretener al público; al mismo tiempo que conectaban con la música, se movían de forma libre, dentro de un espacio delimitado, seguro y a la vez atractivo, sin ser tocadas por los clientes.

Programas televisivos como Discotheque Orfeón a go-gó fueron muy populares para dar a conocer esta colorida y llamativa moda que rápidamente se posicionó en nuestro país.
Hace dos años, José Xavier Návar, mejor conocido como Pepe Návar, colaborador de esta casa editorial y quien murió este año, nos dejó sus impresiones acerca de esta época, a su muy singular estilo:
“Mientras surgían Los Beatles [que nunca vieron a México por culpa del llamado Regente de Hierro, Ernesto P. Uruchurtu] el 'rock de covers que se hacía aquí', tuvo su premio de consolación en el Canal 2 del Telesistema mexicano, Discotheque Orfeón A Go-Gó, que luego se llamó Premiere Orfeón Dimsa y Rock 730.
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“Producía el 'Gallo Calderón', que en ese entonces difundía los ritmos juveniles de moda con grupos nacionales, baladistas y otros. Hoy que YouTube todo lo puede, hay algunos atrevidos que dan por buenos los 'playbacazos' de covers de rocanrol descarados que pasaban en el Canal 2 como antecedentes de los videoclips de MTV”, escribió Návar.

Entre las bandas que llegaron a presentarse en el programa patrocinado por Discos Orfeón, el periodista señaló a Los Locos del Ritmo, Los Rockin Devils con Blanquita Estrada; Los Hitters, Los Hermanos Carrión, Los Babys, Los Belmonts, Los Hoolligans, Toño Quirazco e incluso al famoso artista consagrado del rock, Bill Halley y sus Cometas, José José, Luis el “Vivi” Hernandéz, Los Crazy Boys y Los Rebeldes del Rock.
Del mismo modo, Návar recuerda a las chicas que en aquel entonces bailaban en las famosas jaulas a go-gó, tal es el caso de Lucía Guilmáin, Lisa Gali, Gilda Deneken, Malena Soto, Elba Aponte y Macaria, entre otras.
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Minifaldas, botas y melenas, la moda en el cine a go-gó
Para conocer más de la época y la moda a go-gó, hablamos con la investigadora y curadora independiente, Elisa Zolano, quién nos platicó que cuando escucha la frase: a go-gó, lo primero que recuerda es su infancia y estar parada frente al televisor, viendo a las chicas que bailaban en las jaulas con una música muy alegre y con unos vestuarios que consistían en la clásica minifalda, botitas de charol, cinturones de cadena, y a veces con el pelo largo suelto o con una cinta al frente y el cabello recogido.
“Un poco también lo asocio con el Flower Power, cuando se ponían pétalos y flores en los ojos. Y recuerdo mucho que para mí, la chica a go-gó por excelencia del cine mexicano es Angélica María".
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“En la película 5 de Chocolate y 1 de Fresa sale con un vestuario espectacular diseñado por Gene Matouk; además, es muy interesante, porque tiene todas las tendencias de la moda internacional de ese momento; un poco de Pierre Cardin … y estas telas metálicas. Pero además, con una reminiscencia a las monjas coronadas y una cosa prehispánica, porque trae como un tocado en la cabeza”, señaló la investigadora.
El póster promocional de la cinta, la foto de la escena en la que aparece la actriz Angélica María en las escaleras, con el icónico vestido al que hace mención la investigadora es muy cotizado. Y la secuencia de la escena de la escalera con la actriz y el famoso vestido se ha vuelto de culto entre cinéfilos y diseñadores.
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Al preguntarle acerca de las películas y las chicas a go–gó de esa época recuerda los nombres de Maura Monti -y sus escotes de ventana y sus bikinis, que eran como unidos y abiertos de la cintura-; Rosa María Vázquez, y Amedee Chabot, entre otras.
“Obviamente Amedee Chabot en las películas de Mauricio Garcés, que también traen algunas la moda del Body Paint, que lo asocio mucho con lo a go-gó”, señaló Elisa Lozano.
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Como películas representativas del a go-gó en el cine nacional, la investigadora nos sugirió El criado mal criado, Fotógrafo de modelos, Las sicodélicas, Amor a ritmo a go-gó, Juventud sin ley, Millonario a go-gó, Los perversos a go-gó y Acapulco a go-gó.

Bailar dentro de la jaula en los sesenta era todo un sueño
En una publicación del diario La Prensa del 6 agosto de 1967, el periodista Mario Luis González Márquez recibió en la redacción a cuatro jóvenes a go-gó para una entrevista y sesión fotográfica para que las conozca el público.
El periodista escribió: “con su indumentaria a go-gó cuatro jovencitas pretenden abrirse paso en el sector artístico de México; desde luego, las cuatro chicas ejecutan admirablemente los ritmos modernos y esa es su carta de presentación".
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“Ellas son Rocío Palacios, hermana de la actriz Begoña, Maguie González, Orietta Weinsheinaker y Amparo Arrufo. Sus aspiraciones, por razón propia de sus edades, son máximas: llegar a ser estrellas del cine nacional, a pesar de que ahora son nada más muchachitas a go-gó”.
Y prosiguió, "bailan a go-gó y consideran que es el paso inicial para su carrera artística, pero utilizan todas las horas que tienen desocupadas para estudiar, sobre todo dicción, arte dramático y todo aquello para ser una buena actriz, de otra manera, según piensan, jamás pasarán de ser otras chicas a go-gó se estancarán y sus ilusiones morirán".
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Por otro lado, el semanario El Fígaro del 22 de enero de 1967 recomendaba a sus lectores los sitios para disfrutar en vivo la experiencia a go-gó en los siguientes cafés cantantes: El coyote flaco, El quinqué, La rana sabia, El Tiki-Tiki.
Al finalizar la plática, solo por si hubiera alguna duda, la investigadora Elisa Lozano marcó la diferencia entre lo hippie y lo a go-gó: “La moda hippie es más rebeldía, la moda a go-gó es más fresona”, concluyó.
- Fuentes:
- Entrevista con Elisa Lozano es investigadora y curadora independiente, egresada de la Escuela Nacional de Artes Plásticas (hoy FAD) de la UNAM. Ha participado en numerosos proyectos culturales y exposiciones sobre fotografía y cine mexicano, para instituciones nacionales y extranjeras. Autora de varios libros de vestuario en el cine.
- La Prensa, suplemento, 6 de agosto de 1967
- El Fígaro Semanario Popular, 22 de enero de 1967