La luchadora social guerrerense Benita Galeana a la edad de 85 años en su casa, durante una entrevista. Imagen tomada el 27 de enero de 1992. Archivo EL UNIVERSAL.
Texto: Ruth Gómez y Carlos Villasana
“Me choca esa palabra, el feminismo no me convence, no me agrada ese sello, soy una luchadora social y punto”, decía Benita Galeana . La igualdad y la justicia para todos los trabajadores era su bandera.
Benita defendió sus ideas de justicia en una época en donde todo lo contrario al régimen era castigado. Por ser activista, oradora y años más tarde escritora, el que más la persiguió fue el gobierno de Plutarco Elías Calles , a mediados de los años 20, pues a lo largo de su vida ingresó a la cárcel 58 veces.
Benita Galeana Lacunza, indígena originaria de Guerrero , nació el 10 de septiembre de 1907 y llegó a la ciudad de México sin saber leer ni escribir. Para mantenerse vendía comida pero, por la poca remuneración que obtenía, trabajó como fichera en el cabaret “El viejo Jalisco” que estaba en la antigua calle de San Juan de Letrán –nombre que años atrás tenía un tramo del actual Eje Central-.
Dejó esta actividad en 1927 cuando se unió al Partido Comunista Mexicano (PCM) , donde desarrolló el conocimiento político revolucionario y tanto ella como sus compañeros quedaron impresionados por su talento nato para la oratoria .
Promocional del videoteatro "Querida Benita", estrenado en el Palacio de Bellas Artes el 9 de agosto de 1989. Crédito Conaculta.
Destacó por su arrojo y su facilidad para la oratoria. ¡Que hable la chica de las trenzas! decían. En alguna entrevista dijo que se había hecho dentro de esas luchas del partido comunista de los años 20 cuanto se necesitaron.
Luchadora social sin miedos
Para conocer más sobre la historia de esta guerrerense, platicamos con la historiadora Cristina Espitia , quien comentó que su obra es fundamental para entender el despertar de la conciencia política femenina en una época donde su desarrollo se limitaba al interior de sus casas.
Fue conocida por su gallardía durante las manifestaciones, sin miedo a encarar a la autoridad, incluso si se trataba de combatir físicamente; sin embargo, aún reclusa, organizaba a las internas y participaba en huelgas de hambre en caso de alguna injusticia.
Aprendió a leer y escribir a los 29 años y, en su primer libro contó de manera anecdótica que no era afecta a la figura de su “camarada” de lucha, Frida Kahlo , “no me pasaba; gorda me cayó siempre muy gorda, por creída, por mañosa, (...) también le hacía al cuento con mis trajes de tehuana; claro no tan finos ni enjoyados como los de Frida”.
Benita Galeana (al centro) y Magdalena Mondragón en los años 80, durante la inauguración de la biblioteca que lleva su nombre. Foto de los Hermanos Mayo, cortesía de la Casa de Cultura Benita Galeana.
De su primer matrimonio tuvo a su hija, Lilia, quien murió a los 27 años por una enfermedad cardiaca; sin embargo, la pareja con la que compartió más de 30 años de su vida fue con el periodista Mario Gil . A pesar de que adoptaron a seis hijas, poco se sabe sobre su relación familiar.
Mario Gil la apoyó durante sus procesos literarios, ya que la ayudaba a editar, corregir errores ortográficos o mecanografiar sus historias. Tal fue el caso de su primer libro autobiográfico. Benita escribió tres libros: Benita (1984), El Peso Mocho (1979) y Entrevista a una mujer comunista (1990).
Sobre sus ganas de aprender a escribir, Benita dijo en 1975, en entrevista con EL UNIVERSAL, que fue porque tuvo la necesidad de transmitir su sentir a la gente, principalmente a las mujeres. Ideas que crecieron al trabajar al lado de artistas, escritores, líderes del movimiento obrero, campesino-social e intelectuales, desde Juan de la Cabada , su fiel compañero de celda, hasta José Revueltas .
En la primera imagen Benita Galeana en entrevista con Pino Páez, reportero de esta casa editorial, el 14 de junio de 1991. Archivo EL UNIVERSAL.
Además de liderar, coordinar marchas, manifestaciones y ofrecer discursos, Benita apoyaba repartiendo en las calles El Machete , pequeña publicación del partido comunista.
Aun cuando decía que la palabra “feminista” no la convencía, siempre apoyó la causa de la protección y obtención de derechos de las mujeres, colaborando activamente en la creación del Frente Único Pro-Derechos la Mujer (FUPDM) en 1935. Al respecto Cristina comenta que:
“Aunado a la fundación del FUPDM, junto a Consuelo Uruanga, Concha Michel, Margarita Gutiérrez y Julia Hernández pugnó por la creación de guarderías , de un sanatorio para mujeres, la igualdad de los salarios para ambos sexos en labores semejantes, el reconocimiento de los derechos para los hijos naturales y el sufragio femenino”.
Su lucha fue por los derechos de los trabajadores en general, porque contaran con un seguro social y representación sindical; también promovió la hora de lactancia para las mujeres y los días de descanso después del parto.
En el artículo Benita Galeana: fragmentos de su vida y su tiempo, Daniela Spenser destacó los siguientes movimientos sociales en los que Benita participó:
“Entre las muchas participaciones que Benita recordaba toda su vida estaba la organización de la colonia Escuadrón 201 a mitad de la década de 1950, en donde los paracaidistas se enfrentaron al Departamento del Distrito Federal y al dueño del terreno para poder construir sus casas.
“También rememoraba la lucha de los ferrocarrileros en 1958, la de los estudiantes en 1968 y la guerrilla en la década de 1970. (...) El terremoto de 1985 fue uno de los grandes momentos que le permitieron explayar su sentido de solidaridad.
“En 1988 participó en la campaña de Cuauhtémoc Cárdenas en búsqueda del voto popular y finalmente aplaudió el levantamiento del Ejército Zapatista de Liberación Nacional en enero de 1994. El ritmo y la intensidad de su participación disminuyeron con el tiempo, pero hasta donde su estado de salud se lo permitió estuvo presente en todas las jornadas, aunque en los últimos años fuera en una silla de ruedas”, relata la escritora Spenser.
Tras la desintegración del Partido Comunista, se unió al Partido Socialista Mexicano (PESUM) en 1981. A lo largo de su carrera apoyó de manera humanitaria a todo grupo que lo necesitara, desde grupos ferrocarrileros, costureras, campesinos, obreros y hasta estudiantes.
Es célebre la anécdota que vivió con el entonces gobernador de Guerrero, José Francisco Ruiz Massieu (1987 a 1993), quien la condecoró con la Medalla Antonia Nava de Catalán . En una entrevista ella narró que rechazó la pensión que le ofrecía Ruiz Massieu, porque el pueblo pedía para ella la medalla, no se había hablado de ninguna pensión y al final estuvo segura que hizo lo mejor, pues luego de este hecho la gente la recibió con mayor aprecio, por ser congruente con sus ideales.
Mira aquí la anécdota que cuenta Benita cuando rechazó la pensión que le ofreció el gobernador de Guerrero, José Francisco Ruiz Massieu:
Como militante comunista y seguidora de las causas justas, Benita se mostraba en contra de las injusticias también a nivel internacional, en ese entonces de Estados Unidos contra otras naciones como Cuba y Panamá con cuyos gobernantes tuvo buena relación, Fidel Castro y Antonio Noriega , respectivamente.
Su casa se volvió museo
En septiembre de 1989 se estrenó la obra “Querida Benita” , de Rafael Corkid , que narraba su trayectoria en el partido comunista. En enero de 1994, la activista y el gobierno capitalino planearon la casa museo en la casa de Benita, en la colonia Periodista .
En esa ocasión Benita externó al ex regente capitalino Manuel Camacho Solís su preocupación acerca de dónde viviría si su casa se transformaría en museo. Ante esto, Camacho Solís mandó construir otro departamento con dos recámaras, justo al lado de la casa de Benita para que ella estuviera tranquila.
“La construcción, la clasificación y la inauguración de este centro de documentación iba muy bien encaminado, pero sucedió que Camacho salió del Departamento del Distrito Federal, y se pararon todos los trabajos, tanto los de la casa, como los de clasificación y exposición del acervo”, reportó EL UNIVERSAL en 1994.
La luchadora social Benita Galeana con Amalia Solórzano y Concepción Calvillo, viudas de Lázaro Cárdenas y Salvador Nava, respectivamente, en una imagen de febrero de 1994. Archivo EL UNIVERSAL.
A pesar de que la activista estaba intranquila por el paro en las obras, pensó más en el conflicto que se presentó en Chiapas: “un poco preocupada Benita dice que esperará dos o tres meses, luego de que se solucione y se logre la paz en Chiapas, para preguntar qué pasará con su museo, si los trabajos y el proyecto en general quedarán a medias o si, finalmente, se concretará y podrá ser inaugurada L a Casa de la Mujer Benita Galeana ”, se leía en la nota de ese diario.
El 8 marzo de 1995, para festejar a Benita Galeana se dio a conocer el proyecto final de la Casa Benita Galeana, que sería rebautizada como Centro de Estudios de la Mujer en el Movimiento Social Mexicano , libre ya de todo problema burocrático. Sin embargo, la inauguración fue cinco años después, ya sin la activista.
La activista Benita Galeana en el Ángel de la Independencia acompañada de Nuria Fernández, Ofelia Medina, Súper Barrio, Celeste Cárdenas y el entonces jefe de Gobierno del Distrito Federal, Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, en una imagen del 23 de diciembre de 1994. Archivo EL UNIVERSAL.
Benita murió en abril de 1995 a los 91 años de edad, luego de una embolia cerebral. Como no profesaba una religión en particular, sus seres queridos más cercanos le hicieron una ceremonia funeraria prehispánica.
El sueño de convertir su hogar en museo se consolidó en junio del 2000, cuando la entonces jefa de Gobierno del Distrito Federal, Rosario Robles, inauguró el Centro de Estudios de la Mujer y la lucha social o Casa Estudio Benita Galeana, localizada en Zutano 11 de la colonia del Periodista.
La jefa de gobierno Rosario Robles recorre la casa museo Benita Galeana durante su Inauguración el 8 de junio de 2000. Crédito: Carlos Pereda / EL UNIVERSAL.
La casa museo Benita Galeana se ubica en la colonia Periodista de la alcaldía Benito Juárez. En ella se observa una placa en la que se lee que había sido rescatada como fue el deseo de Benita “para continuar la construcción del castillo de la esperanza y la lucha de la mujer por mejores horizontes de vida”. Fotos cortesía Ruth Gómez.
Su acervo documental se encuentra a disposición del público, cuenta con más de mil 500 ejemplares, entre obras sobre estudios de género, movimientos sociales, lucha ferrocarrilera, arte e historia universal, además de objetos personales de la pareja Galeana-Gill.
Por su lucha social, el nombre de Benita Galeana quedó grabado en varios sitios de la Ciudad de México: el casa museo que fuera antes su hogar, en la colonia Periodista de la alcaldía Benito Juárez; un salón de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal también lleva su nombre y en 2019 la jefa de gobierno Claudia Sheinbaum inauguró el PILARES Benita Galeana en la alcaldía Gustavo A. Madero.
La actual jefa de gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, en la inauguración de PILARES Benita Galeana en la alcaldía Gustavo A. Madero. En la imagen la acompaña el alcalde Francisco Chiguil. Crédito: Germán Espinosa/EL UNIVERSAL.
Varios son los corridos que relatan la vida y obra de esta mujer. También una medalla lleva su nombre, misma que se entrega en el marco del aniversario del Partido de la Revolución Democrática (PRD).
Fue en su aniversario luctuoso número 20 que se le rindió homenaje a través de una radio novela de 20 capítulos, cada uno de media hora de duración, misma que recorría la vida de Benita desde sus primeros años de infancia hasta el final de sus días y que te invitamos a escuchar en el siguiente sitio:
https://e-radio.edu.mx/Benita-autobiografia-novelada
- Fuentes:
- Archivo Hemerográfico EL UNIVERSAL.
- Cristina Espitia, historiadora.
- Artículo “Benita Galeana: fragmentos de su vida y su tiempo” de Daniela Spenser, Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social.
- Especial sobre Benita Galeana en el Canal del Congreso https://www.youtube.com/watch?v=_0pmP_qn8Kw