En un mundo impulsado por la innovación, son motores cruciales de crecimiento y desarrollo las empresas emergentes, mejor conocidas como startups. La protección de la propiedad intelectual (PI) es fundamental para su éxito. Hace unos días, las oficinas europeas de patentes (EPO) y de PI (EUIPO) lanzaron un estudio que arroja luz sobre la intersección entre startups y la PI en Europa, revelando datos impactantes.

El estudio demuestra que las startups que protegen sus derechos de PI no solo son más proclives a recibir financiamiento para fases iniciales, sino que tienden a recibir montos más altos. Si han registrado marcas, son 2.5 veces más propensas a obtener financiamiento inicial y 2.9 veces si han solicitado una patente. Esto ha llevado a que 29% de las startups en Europa han solicitado la protección de sus derechos de PI en los últimos años.

El panorama es más prometedor en etapas subsecuentes. El informe destaca que, contando con marcas registradas, una startup tiene 4.3 veces más probabilidad de conseguir financiamiento y 6.4 si cuenta con una patente. Si tiene ambas, la probabilidad es mayor en 10.2.

Ante la disminución del gasto en capital de riesgo y las previsiones de crecimiento más débiles, la PI es un factor clave para atraer inversiones. El estudio destaca que los inversores ven seguridad en la PI, pues en caso de fracaso, las patentes y marcas sobreviven.

Tan importante es el tema que la EPO y la EUIPO enfatizan la necesidad de que el sistema europeo sea más accesible para ponerse al día con Estados Unidos. De ahí el impulso a la patente unitaria europea y a la marca comunitaria.

El contraste con Europa en cuanto a la importancia otorgada a la innovación y la PI es evidente. Mientras que allá se enfocan de manera proactiva, México se estanca en el índice global de innovación, en el cual se destacan como debilidades las políticas para hacer negocios y la estabilidad operacional de ellos. En estos rubros ocupamos, respectivamente, los lugares 120 y 116 entre 132.

En México la cultura de PI es paupérrima, y esto se refleja en todos los sectores. Instituciones que desempeñaban un papel importante en el fomento de la PI, como lo fue el Instituto Nacional del Emprendedor, fueron desmanteladas. Los programas que supuestamente lo sustituyeron no otorgan la importancia necesaria a la PI. Además, el financiamiento por parte de autoridades de los tres órdenes de gobierno para proteger derechos de PI es insuficiente.

Dentro de este oscuro panorama, Jalisco brilla como ejemplo para que, en estos temas, alcancemos el lugar que nos corresponde como la decimoquinta economía mundial. Con su programa de innovación y PI, el cual ha traspasado ya varias administraciones de diferentes partidos, Jalisco demuestra con resultados que estar comprometidos con la PI y la innovación marca la diferencia y acelera el crecimiento económico y bienestar deseado.

El hecho de que Europa, con su enfoque proactivo en PI y startups, busque alcanzar a nuestro vecino, hace que la triste posición de México sea aún más evidente. No sólo por la vecindad con Estados Unidos, sino por ser nuestro principal socio comercial, enfrentamos un desafío significativo al quedarnos rezagados.

La brecha entre México y sus principales socios comerciales, en cuanto a la importancia otorgada a la innovación y la PI, debe ser una llamada a la acción. Es imperativo reconocer la necesidad de fortalecer la cultura de la PI y su protección, así como promover un entorno propicio para startups. No podemos ni debemos quedarnos atrás.

Especialista en propiedad intelectual y protección de innovación, socio de ECIJA México

X: @MA_Margain

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