Cuando se encienda el pebetero de los Juegos Olímpicos en París 2024, se iniciará un nuevo capítulo de la historia deportiva mundial y de las innovaciones que Francia ofrecerá al mundo. Los Juegos Olímpicos de París se celebran por tercera vez después de los juegos de 1900 y 1924.
En esta ocasión se celebrarán 329 competencias de 32 disciplinas deportivas en las que participarán cerca de 10 mil atletas de 206 naciones.
La televisión hizo su aparición en los Juegos Olímpicos en Berlín, donde por primera vez se transmitieron a un número reducido de televisores afuera de los estadios, por las limitaciones que tenía la cobertura de la señal.
Los Juegos Olímpicos de Berlín de 1936 se utilizaron como el escaparate fallido del régimen nazi para demostrar la supuesta superioridad de la raza aria, que sucumbió en la competencia de atletismo donde el corredor estadounidense de raza negra Jesse Owens superó a sus rubios contrincantes germanos.
Así, en cada olimpiada las innovaciones en televisión fueron haciendo presencia creciente en esta gesta mundial. La cobertura deportiva fue económicamente viable a partir de la aparición de patrocinadores oficiales y la generación de ingresos por derechos de transmisión.
En la olimpiada de Japón de 1964, las microondas fueron la tecnología dominante. En el caso de los XIX Juegos Olímpicos en México tuve la valiosa responsabilidad de participar en los trabajos de transmisión desde las instalaciones de Telesistema Mexicano, con un destacado grupo de técnicos, especialistas y cronistas desde las locaciones en las sedes deportivas y la emisión de nuestro país por primera vez vía satélite a todo el mundo y con señal a colores.
Fue en México donde también por primera vez se aplicaron pruebas antidoping obligatorias para asegurar la equidad en las competencias deportivas. La sombra de la crisis estudiantil de 1968 no dejó de estar presente en la conciencia nacional.
París 2024 será la gesta deportiva más consultada en redes, con mayores fuentes de datos, información, consultas, comparación y acceso en tiempo real, y será la olimpiada con la mayor proporción de audiencia nacida en el siglo XXI. Un público que demanda más cobertura inmersiva en la vida del atleta, que valora y discrimina ferozmente el contenido y la calidad del entretenimiento. Serán también los Juegos Olímpicos que convivirán con la ya saturada oferta y diversidad de entretenimiento audiovisual de la historia. Una olimpiada que literalmente estará al alcance de la mano en todos los dispositivos digitales, en tiempo real.
Pero también serán los juegos con más detalles que serán transmitidos por el público que subirá sus selfies y videos a sus respectivas plataformas, lo que obliga a las cadenas comerciales a invertir más en la creatividad y que supere las expectativas del público y satisfagan los raitings de los patrocinadores.
Esperemos que las tensiones políticas y bélicas de nuestro tiempo, los grupos inconformes y las corrientes de pensamiento extremistas no busquen protagonismos destructivos que empañen la limpieza y nobleza de este evento, así como el apoyo a los deportistas de México para que demuestren que en los deportes lo importante de competir es ganar.
Rúbrica. Trump en su laberinto. Los asesores de imagen trabajan horas extras para reposicionar a su candidato entre la bala y Kamala.
Político y escritor.
@AlemanVelascoM