La pandemia parece no tener un final total ni inmediato. La realidad es que la sociedad contemporánea tendrá que continuar viviendo al asecho de ésta y otros riesgos, biológicambientales, políticos, sociales y económicos.
El avance de los programas de vacunación para prevenir el Covid19, ofrece atisbos de una vida donde gradualmente se habrá de superar el confinamiento, las cuarentenas y mas aún la fragmentación de la sociedad.
En las condiciones actuales, la urgencia de avanzar en la tasa de población vacunada es la tarea prioritaria de todo gobierno en el planeta, para que la sociedad abra nuevamente las puertas que le permitan rescatar la vida cotidiana.
Pero la cotidianidad de mañana dista mucho de ser semejante a la que imperaba hasta antes de febrero del año pasado.
Han pasado sólo 12 meses desde que se iniciaron las reacciones internacionales de contagios del Covid19.
La recesión que detuvo buena parte de los engranes del modelo económico mundial, empieza a dar muestras de recuperación por las expectativas de una sociedad liberada del yugo del aislamiento.
Por ello es momento de concebir las condiciones de recuperación de las capacidades productivas y competitivas de México, así como rescatar la capacitación y desarrollos de talentos que brinden las innovaciones que determinarán la compatibilidad de un modelo de convivencia y productividad económica con un método de prevención y cuidados sanitarios.
Es momento de pensar en novedosos diseños habitacionales con espacios flexibles, mobiliario de doble propósito y acceso a sistemas digitales de amplia cobertura y velocidad.
Para diversos negocios los mecanismos de abasto y suministro de entrega a domicilio han sido los mejores instrumentos de reconversión para comercios e industrias.
En los espacios laborales, la distribución de zonas de trabajo, así como las instalaciones para trabajos en grupo, talleres o zonas de actividad colectiva habrán de contemplar la instalación de mecanismos de ventilación, filtro y quizá desinfección de aires.
En su diseño, distribución y metodología, se requerirán soluciones innovadoras, así como el uso de materiales que soporten las tareas de higiene y desinfección.
Es momento de concebir la forma de hacer negocios, producir bienes y ofrecer servicios con una visión renovada, una visión que aproveche las lecciones de estos meses con el potencial y la actitud de superación.
El modelo de vida y de actividades laborales y educativas que se nos presentará en el futuro próximo es una serie de combinaciones de actividades presenciales y a distancia por redes digitales, horarios, sistemas operativos y de comunicación.
Igualmente la búsqueda de una vida lúdica habrá de ser fuente de novedosas soluciones que inviten al individuo a recuperar espacios públicos con fines de entretenimiento.
La gradualidad con la que deseablemente esperamos que la pandemia sea controlada y superada, no debe ser obstáculo para que desde ahora, emprendamos los trabajos para recuperar la actividad económica y la productividad laboral.
Si algo hemos demostrado como pueblo y como nación, es la capacidad de superar crisis graves, quizá y hoy tengamos la oportunidad de hacerlo de manera estratégica y bien programada, en lugar de reaccionar improvisadamente.
RÚBRICA
Aviso. Si no hubo “febrero loco”, cuidemos que marzo no sea otro poco.