Hace unos días, Sheinbaum el aumento del salario mínimo (SM) en México para el año 2025, pasando de $248.93 a $278.80 pesos diarios en la Zona del Salario Mínimo General, y de $374.89 a $419.88 pesos. Tomando en cuenta la inflación que se ha presentado este año, el aumento real del salario sería equivalente a 8%.

Por un lado, esta es una gran noticia para la clase trabajadora del país, y debe celebrarse. Según de la CONASAMI, se podrían ver beneficiados directamente casi 8 millones de trabajadores en el país. Y es que el salario mínimo ha aumentado de forma real (es decir, eliminando la inflación) casi 130% desde 2018. El logro de duplicar (y más) el salario mínimo es algo que no se había hecho durante las últimas cuatro décadas.

Además, tales aumentos han mostrado que era un mito la idea de que aumentar el salario mínimo generaría una espiral inflacionaria que desaparecería por completo el beneficio del aumento original. Mientras que la inflación acumulada de diciembre de 2018 a la fecha es de 33%, el aumento del SM desde la misma fecha ha sido de 172% (esto sin eliminar el efecto de la inflación). El mito está totalmente desmentido.

También es cierto que, con Sheinbaum, el incremento anual del SM ha desacelerado frente al sexenio anterior. Este incremento real de 8% sería el incremento más bajo desde 2018 y, de hecho, estaría ya cercano a los incrementos de 5% anuales durante los dos últimos años del sexenio de Peña Nieto.

En todo caso, la presidenta de México ha propuesto que, para el final de su sexenio, el salario mínimo debería ser suficiente para comprar 2.5 canastas básicas. Al mes de octubre del presente año, la línea de pobreza por ingresos llegó a, básicamente, $4,600 pesos mensuales en áreas urbanas.

Esto implica una meta nada despreciable de que el salario mínimo alcance al menos $11,500 mensuales para 2030, lo cual se podría lograr con incrementos sostenidos del 7% real durante el resto del sexenio. Así pues, alcanzar ese nivel es posible, y será un objetivo importante de la negociación de CONASAMI con el sector empresarial.

Llegar a dicha meta implicaría un salario mínimo diario cercano a los $383 pesos que, si lo ponemos en perspectiva histórica, sigue estando aún muy debajo del nivel que llegó a alcanzar antes de las décadas neoliberales: el SM en el año 1982 habría sido de $447 pesos, trasladado a precios actuales.

Dicho de otro modo, incluso podríamos aspirar a un nivel todavía mayor en el salario mínimo, que el que ha planteado el gobierno federal. Lograr disminuir de manera importante la desigualdad en México depende de recuperar para los trabajadores una mayor parte de la plusvalía que históricamente se han apropiado los empresarios.

Fuente: Elaboración por Máximo E. Jaramillo Molina @rojo_neon, con datos de INEGI
Fuente: Elaboración por Máximo E. Jaramillo Molina @rojo_neon, con datos de INEGI
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