Irán está experimentando las protestas sociales más extendidas desde 2009, cuando ocurrió el llamado “Movimiento Verde” contra el proceso de reelección del presidente Ahmadinejad. En esta ocasión, la muerte de una joven en custodia a manos de la Policía de la Moral que la arrestó por “violaciones a la ley de vestimenta de las mujeres”, es el factor que lo enciende todo. Pero no es el único momento en que ese país ha vivido importantes protestas sociales desde aquel 2009. De hecho, las hay continuamente, lo que refleja un contexto político, social y económico convulso. En el seguimiento de la conflictividad social que hacemos desde este espacio, hemos explicado que para cada caso en donde se presentan manifestaciones de este tipo, entender ese contexto resulta fundamental. También lo es entender los factores detonantes, los factores que favorecen la expansión y extensión del movimiento, los factores facilitadores o catalizadores, la respuesta por parte de las autoridades y la dinámica acción-reacción ante esa respuesta. Si las protestas continúan en el tiempo y el movimiento crece, entonces también hay que monitorear el potencial surgimiento (o no) de liderazgos y la potencial cohesión o dispersión de los grupos de manifestantes. Van unos apuntes al respecto:
1. El contexto. Sin pretender ser exhaustivos, hay que señalar algunos elementos que marcan el contexto iraní en lo político, lo económico y lo social. Es decir, desde hace muchos años existe en el país un importante sector que se opone al régimen, a las restricciones contra las mujeres y contra la ciudadanía en general. Ese sector se ha manifestado por distintas razones en distintos momentos, y las protestas sociales han tenido diferentes dimensiones. Sin embargo, específicamente en 2022, hay una combinación de factores que es particularmente explosiva:
a) El impacto de las sanciones económicas impuestas por Estados Unidos y otros países, a raíz del abandono de Trump del acuerdo nuclear en 2018, es cada vez más agudo y tiene a la economía muy asfixiada desde mucho antes incluso de la pandemia.
b) Los múltiples efectos económicos (pero también sociales y políticos) por la pandemia se han dejado sentir a lo largo de los últimos años, agravando la situación económica en temas como escasez e inflación.
c) Los efectos económicos de la guerra en Ucrania llegan también a los bolsillos de las familias iraníes en temas como el brutal incremento en precios de alimentos y bebidas. En Irán la inflación anual está arriba del 50%. Pero el alza de alimentos y bebidas rebasa al 80% y en algunos casos está incluso en 100%.
d) En 2021 toma el poder el presidente Raisi, bastante más conservador que Rohani, su antecesor. El proceso electoral fue internamente muy cuestionado, dado que la gran mayoría de candidatos que iban a competir en esas elecciones fueron descalificados por las instancias electorales, contribuyendo a la frustración acumulada en la sociedad.
e) Corrupción y desigualdad. Hay una percepción, como sucede en muchos países, de que las crisis no impactan de manera pareja en la sociedad. En Irán hay una enorme corrupción, desigualdad, el sentimiento de que las élites gobernantes (muy dominadas por hombres
mayores) resultan blindadas ante los efectos económicos arriba mencionados. Esto contribuye entonces a la frustración colectiva señalada.
f) Adicionalmente, desde inicios de este verano, hemos venido observando un incremento en la rigurosidad de la aplicación de los reglamentos islámicos por parte de la Policía de la Moral (así como el aumento de arrestos arbitrarios de opositores al régimen). Entre otros factores, resaltan las restricciones a las mujeres, y concretamente la aplicación de la ley de la vestimenta. Esto último ya ha ocasionado protestas en el país, aunque más pequeñas que las actuales, y en las que no era tan común observar que los hombres también participaran.
f) El fracaso de las negociaciones nucleares. Buscando reactivar el acuerdo nuclear, Biden intentó desde el inicio de su gestión, trabajar con el gobierno del entonces presidente Rohani pues sabía que la postura de Raisi sería mucho más dura. Pero las negociaciones no fructificaron y efectivamente, las posibilidades de revivir el acuerdo con Raisi se redujeron. Aún así, hace pocas semanas, parecía que se había alcanzado un acuerdo y ello generó mucho optimismo entre ciertos sectores de la sociedad iraní, pues se pensaba que finalmente las sanciones serían liberadas y sobrevendría un alivio económico que tanto necesita la población. Al final, sin embargo, Irán endureció su postura y el convenio no ha sido reactivado.
g) Por último, la sucesión y la salud del líder supremo, el Ayatola Ali Khamenei (la figura más poderosa del país, quien controla instituciones paralelas al gobierno, el cual se entiende más como un poder administrador y ejecutivo). Khamenei, quien controla el poder desde 1989, está muy enfermo y hay una lucha por la sucesión. Uno de los candidatos más fuertes para sucederle es Mojtaba Khamenei, su hijo. El propio Raisi se veía también como candidato, pero ello dependerá de los resultados de su gobierno hoy tan cuestionado. Hay, naturalmente, riñas internas incluso entre grupos conservadores, lo cual también contribuye al contexto que estamos analizando.
2. El detonante: Como se sabe, el factor que activa estas protestas consiste en la muerte de una joven de 22 años, Mahsa Amini, a manos de la Policía de la Moral, la cual, según se ha reportado, golpeó a la mujer hasta dejarla en coma, posteriormente causando su muerte. Si bien las autoridades afirman que esto no fue así, sino que a Amini la mató un ataque al corazón, la frustración acumulada por parte de las mujeres se dejó sentir de inmediato. Miles de ellas salieron a las calles en protesta y encendieron el movimiento que observamos. El componente femenino en las manifestaciones ha sido importantísimo, pero hay que decir que también hay hombres, muchos de ellos jóvenes, e incluso de otras edades, participando en las protestas. Más aún, hay incluso personas del sector conservador que también se han manifestado en estos días.
3. Los factores de extensión y expansión. La cuestión es que los reclamos que se hacen pasaron velozmente de tratarse acerca del velo o las restricciones contra las mujeres, a consignas como “Muerte al Ayatola” o “Muerte al régimen” o incluso “Muerte a Mojtaba” (su hijo). Una vez que un movimiento social de esta dimensión se activa, por tanto, es ya difícil calmarlo, incluso si se toman medidas para relajar lo que originalmente lo activó: el tema de las restricciones contra las mujeres. Ahora la gente, enojada no solo por la escasez y la inflación, sino exasperada por la desigual distribución de los efectos de la crisis, sale masivamente a las calles a protestar por motivos diversos. Esto hace que las protestas se vayan expandiendo en causas y extendiendo geográficamente.
4. Los facilitadores. Un facilitador clave en los últimos años tiene que ver con el uso de las nuevas tecnologías de comunicación para organizar protestas y para compartir videos, imágenes, textos. Un solo video o fotografía, tiene el potencial de encender emociones y caldear los ánimos. Ello favorece la duración y la expansión de las protestas. Pero hay otros facilitadores como, por ejemplo, la evolución en las tácticas que emplean los manifestantes. Sabemos que hoy se están utilizando herramientas tecnológicas para evadir los controles del gobierno sobre el internet, o bien, la dispersión de las manifestaciones hacia pequeñas localidades, lo que ocasiona que las autoridades sean incapaces de controlarlas a todas a la vez. Esto posteriormente se filma y contribuye al sentimiento de que el movimiento es grande y sobrevive a pesar de la respuesta del gobierno.
5. Las respuestas por parte del gobierno. Cuando las autoridades reprimen brutalmente las protestas, comúnmente se añade gasolina al fuego, se produce más enojo, y más gente se suma al movimiento. En el caso de Irán, las autoridades están haciendo lo que ya les conocemos: arrestos masivos, golpear e incluso disparar contra manifestantes. Hay ya decenas de muertes, cientos de personas heridas y arrestadas.
6. La dinámica acción-reacción. Lo anterior produce entonces una dinámica acción-reacción que resulta determinante para lo que sigue en los próximos días y semanas. A medida en que la represión por parte del gobierno aumenta, más enojo se produce. Ello puede ocasionar que más gente salga a las calles haciendo de este un movimiento casi imparable como sucedió en Siria, por citar un ejemplo. Lo que pasa es que, en aquel país, cuando el gobierno continuó con la represión y con los disparos en contra de las multitudes, hubo personas que se fueron radicalizando, tomaron las armas, y desataron la guerra civil que conocemos. En el caso de Irán, hasta ahora, el gobierno ha sido capaz de sofocar los movimientos sociales en cada ocasión en que han ocurrido. Una y otra vez, incluso los mayores como el del 2009, han conseguido ser extinguidos. Pareciera que llega un punto en que las personas dejan de salir a las calles debido al precio que tendrán que pagar por hacerlo. Por tanto, ahora mismo será importante observar hasta donde crece el movimiento actual, hasta donde crece la respuesta por parte de las autoridades, y hasta qué punto las personas siguen optando por manifestarse incluso si la respuesta del gobierno, completamente determinado a sofocarlo, se sigue recrudeciendo.
7. Liderazgos y cohesión del movimiento. Cuando movimientos como este, sobreviven a la represión y se empiezan a solidificar, hay que observar si emergen liderazgos capaces de aglutinar a los diversos actores que se manifiestan, o si el movimiento permanece disperso geográfica y socialmente. Esto último determina en qué medida lo que estamos viendo en las calles evoluciona hacia algo más firme que tenga capacidad de efectuar demandas reales o que consiga reformas o transformaciones de fondo, o bien, si a pesar de la fuerza del movimiento, éste termina por difuminarse y colapsar, o tornarse en lucha armada como ahora mismo sucede en Myanmar.
En el caso de Irán, es aún demasiado pronto para poder evaluar varios de los puntos que acá señalo. No obstante, dado el veloz crecimiento de las protestas, era importante señalar algunos de los temas que estaremos observando en los días y semanas que siguen. Continuaremos escribiendo al respecto.
Suscríbete aquí para recibir directo en tu correo nuestras newsletters sobre noticias del día, opinión, planes para el fin de semana, Qatar 2022 y muchas opciones más.