El pasado 19 de noviembre, la milicia houthi de Yemen que es armada, entrenada y respaldada por Irán, secuestró un buque en el Mar Rojo. El grupo dijo que el secuestro era una demostración de apoyo al "pueblo palestino oprimido" (NYT, 2023). Horas antes del secuestro, los houthies habían amenazado con atacar a los buques con bandera, propiedad y operación israelíes que cruzaban el Mar Rojo. Israel indicó que el buque se dirigía a la India desde Turquía y tenía una "tripulación internacional, sin israelíes". Netanyahu declaró que el buque era propiedad de Reino Unido y operado por una empresa japonesa. Tenía 25 miembros de la tripulación a bordo, de los cuales dos son mexicanos, quienes siguen cautivos. Reportes de prensa identificaron el barco como el Galaxy Leader, que no tenía vínculos evidentes con Israel, aunque en algún momento un multimillonario israelí, Rami Ungar, fue su propietario. La causa palestina ha sido uno de los pilares discursivos de los houthies desde hace años. Desde el inicio de los enfrentamientos en Gaza, esa agrupación yemení ha enviado drones y misiles crucero y balísticos contra Israel, además de atacar embarcaciones comerciales e intereses estadounidenses y occidentales.
Hace pocos días, los houthies volvieron a amenazar al tráfico comercial dirigido hacia Israel, pero esta vez, sin importar la nacionalidad de las embarcaciones que decidan comerciar con ese país.
Pero como vemos, Israel no es el único país bajo el acoso houthi estos días. Ya el pasado viernes fue Reino Unido quien derribó un dron houthi, el fin de semana le tocó a Francia llevar a cabo esa labor, y ayer los houthies atacaron otro buque con un misil crucero, aparentemente de bandera noruega. Antes de ello, Estados Unidos ha sostenido largas horas de combate interceptando los proyectiles houthies, sin mencionar que hace unas semanas, fue la propia Arabia Saudita quien derribó misiles houthies que pasaban por su territorio, algo a lo que Riad lleva años acostumbrada.
¿Quiénes son los houthies y cuál es su rol en el conflicto actual entre Israel y Hamás?
Los houthies y la guerra civil en Yemen
1. Los houthies son un grupo insurgente de Yemen, quienes predominantemente pertenecen a una subsecta del islam chiíta, llamada zaidi. Los houthies participaron en las revueltas de la Primavera Árabe en 2011. Se trata de una agrupación apoyada por Irán desde los años noventa, aunque el respaldo iraní en ese entonces era mucho menor que en la actualidad. Como sabemos, Irán es el principal bastión del islam chiíta en la región y el gran adversario de Arabia Saudita en la lucha por el poder regional. El tema se complicaba hacia 2014 porque a los houthies no solo los apoyaba Irán, sino también el exdictador Saleh, aquél que tuvo que dejar la silla a raíz de la señalada Primavera Árabe en 2011 y que, ahora en 2014, regresaba para intentar recuperar parte de lo que considera le fue arrebatado.
2. Los rebeldes houthies, tomaron en ese 2014 control de la capital del país, Sanaa, y lanzaron una gran ofensiva de expansión amenazando ahora a Adén, ciudad a donde tuvo que huir el gobierno formalmente reconocido, liderado por el presidente Hadi.
3. Entonces, Arabia Saudita decidió iniciar ataques aéreos contra los houthies y formó una coalición internacional compuesta por potencias sunitas que incluía a varios países del Golfo Pérsico, a Jordania, Marruecos, Egipto, Sudán y Pakistán, apoyados mediante inteligencia y logística por Estados Unidos. Esta coalición pretendía frenar el avance houthi—y con ello la injerencia de Irán en la zona—y restablecer el gobierno de Hadi a quien ellos respaldaban. Como era de esperarse, los gobiernos del bloque chiíta cercano a Irán—Assad en Siria y Abadi en Irak—se oponían a los ataques de dicha coalición liderada por Arabia Saudita y apoyada por EU.
No me detengo en todos los detalles del tema de Yemen. Solo puntualizar que:
a. Pasados los años, y conforme el enfrentamiento entre Arabia Saudita e Irán fue creciendo, también creció el respaldo iraní hacia los houthies, quienes se volvieron uno de sus mayores pilares de apoyo para toda su estrategia regional enmarcada en lo que ellos denominan su “eje de resistencia”.
b. Varios de los ataques en contra de territorio e instalaciones saudíes entre 2015 y 2020, fueron reclamados por los houthies, aunque sabemos que, en ocasiones, los misiles y drones contra el reino, fueron lanzados desde Irán. De este modo, el grupo houthi ofrecía a Irán un espacio para negar plausiblemente sus ataques contra Arabia Saudita y así, evitar tener que pagar un costo para atacar a sus rivales.
c. Los houthies terminaron por enfrentarse al propio exdictador Saleh, a quien mataron, para posteriormente continuar con la defensa del vasto territorio que controlan en Yemen, así como sus ataques contra Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos y otros actores que participaban en aquel conflicto. Todo esto, mientras paralelamente su asociación con Irán y las otras milicias del eje como la organización libanesa Hezbollah, crecía y crecía.
d. Las cosas en Yemen, no obstante, han evolucionado. En parte porque los houthies nunca fueron derrotados por la coalición liderada por Riad. En parte porque los bombardeos saudíes contribuyeron a una crisis humanitaria en Yemen (de la que, por cierto, poco se hablaba y poco se habla en la actualidad), lo que fue alejando al reino del respaldo de Washington para esta guerra, situación que acabó por hacer chocar a la Casa Blanca con Riad. En parte también porque Arabia Saudita y EAU se distanciaron pues apoyaban a actores distintos en esa guerra los cuales rompieron su alianza y comenzaron también a chocar entre ellos.
e. Pero el mayor factor que contribuyó a la distensión en Yemen fue la reaproximación entre Arabia Saudita e Irán mediada por China, lo que mostró que en la medida en que se caminara hacia la solución del conflicto internacional mayor, era posible encontrar espacios de solución también a nivel local.
f. Esto no significa que Irán y Arabia Saudita hayan resuelto todos sus problemas. Ambas potencias se siguen viendo como rivales, y por supuesto, esto impacta lo que sucede en Yemen. La desconfianza entre las partes sigue siendo fuerte. Ha habido un número de ceses al fuego en esa guerra, pero éstos han terminado por colapsar incluido el último que se rompió en octubre de este año. Tampoco habido un proceso de negociaciones suficientemente eficaz como para terminar con el conflicto de manera definitiva.
El conflicto Israel-Hamás y Yemen
1. Desde el inicio del actual conflicto entre Israel y Hamás, Irán y todo su eje de milicias proiraníes señalaron que apoyarían con fuego a sus aliadas en Gaza, Hamás y la Jihad Islámica. Así, Hezbollah ha estado atacando a Israel desde Líbano, las milicias proiraníes han hecho lo mismo desde Siria e Irak, y los houthies, como lo dije, lo han hecho también desde Yemen.
2. Esto, interesantemente, coloca a Israel y Arabia Saudita del mismo lado, específicamente en términos de la confrontación de ambos con Irán y con su eje, y concretamente con los houthies yemeníes. Es natural que Riad asuma una posición altamente crítica contra Israel por sus bombardeos en Gaza y que demande junto con otros países árabes, un cese inmediato a las hostilidades actuales. Sin embargo, lo que está ocurriendo en las entrañas del conflicto es que Israel está siendo atacado o está combatiendo directamente a varios de los enemigos o actores enfrentados con el reino saudí. Los houthies son, quizás, el mayor de los casos que lo ejemplifican.
3. Pero más allá de eso, el caso de los houthies contra Israel exhibe la estrategia iraní de golpear a su mayor enemigo en la zona—un enemigo que ataca sus posiciones, sus tropas y a sus aliados en sitios como Siria desde 2017 y en otras partes del mundo—sin tener que pagar mayores costos por ello. Teherán indica que cada uno de sus grupos aliados es independiente y toma las decisiones por sí mismo, lo que permite a Irán la “negabilidad plausible”, es decir, no tener que reconocer su involucramiento en determinados eventos y evitar así el recibir represalias directas por los mismos.
4. Por tanto, independientemente de lo que siga sucediendo en Gaza, esta estrategia—considerada tanto por Irán como por sus aliados como de largo plazo—en contra de Israel (y también en contra de Washington y otros países) va a seguir siendo implementada. De continuar el acoso houthi sobre embarcaciones israelíes y de otras nacionalidades, el Mar Rojo se convierte, además de Líbano, en uno de los potenciales escenarios de escalamiento del conflicto actual que se ha centrado esencialmente en Gaza.
Por lo pronto, para Irán y su eje de apoyo de milicias, resulta crucial de un lado distraer la atención israelí tanto hacia Líbano como hacia Siria, Irak, y por supuesto hacia el Mar Rojo, de forma que le sea más difícil pelear su guerra contra Hamás. Del otro lado, y más importante, para Teherán y el “eje de resistencia” es crucial mostrar su músculo, exhibir el nivel de avance armamentista que ya tienen todas las milicias (especialmente notable el arsenal de los houthies con sus misiles balísticos), y, sobre todo, proyectar su determinación a atacar a Israel (y a EU) de manera coordinada. Porque eso es a lo que Jerusalem se enfrentaría, pero en serio, en caso de, en un futuro, decidirse a atacar el proyecto nuclear iraní.
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