La esperada participación de la presidenta Claudia Sheinbaum en la Convención Bancaria número 88 desilusionó por lo menos en cuanto al tono y mensajes para el sector financiero del país. La mandataria usó su exposición para autoelogiar a su gobierno y dibujar un México “color rosa” que no existe en la actualidad; y como si de una mañanera más se tratara, aprovechó el tiempo para hablar de sus programas sociales, sus proyectos de infraestructura y la economía.

Para ser una Presidenta que gobierna con la ideología de la 4T y con un discurso político similar al de su antecesor Andrés Manuel López Obrador, ayer Claudia Sheinbaum fue más bien técnica, plana y sin mostrar sensibilidad respecto al sector bancario, ávido de escuchar un mensaje positivo, sobre todo tras las críticas recientes al rescate bancario de 1990 y sus beneficiarios.

En su pelea pública con el expresidente Ernesto Zedillo, Sheinbaum ha expresado que el Fobaproa benefició principalmente a grandes empresarios y políticos, en detrimento de la población en general. La Presidenta dijo que este rescate financiero representó un “desfalco a la nación” y que los beneficiarios fueron favorecidos mientras que la ciudadanía asumió la carga de la deuda.

El titular de la Unidad de Inteligencia Financiera, Pablo Gómez, le puso la cereza al pastel con la publicación, en la conferencia matutina de Palacio Nacional, de una lista de empresarios y políticos que presuntamente se beneficiaron del Fondo Bancario de Protección al Ahorro.

El funcionario mencionó a Claudio X. González Laporte, Ricardo Salinas Pliego, Carlos Hank Rhon, Carlos Cabal Peniche, Fernando Senderos Mestre, David Peñaloza y Valentín Diez Morodo, sin presentar pruebas. Dos de los aludidos son grandes empresarios del sector financiero: Carlos Hank y su hijo, Carlos Hank Jr, en el Grupo Financiero Banorte, y Ricardo Salinas Pliego con Banco Azteca, que precisamente está enfocado en la base de la pirámide, es decir, a las bases del movimiento de la llamada 4T. Ninguno acudió a la Convención, pero el tema sí fue asunto de conversación.

Sheinbaum inició su participación en la Convención diciendo que los mexicanos debemos estar “agradecidos” y “satisfechos” por la solidez económica de México. Pidió a los presentes sentirse optimistas, pues frente a los embates del exterior “se ha reaccionado de manera extraordinaria”.

Y a partir de ahí el resto de la presentación fueron una serie de diapositivas con los “logros” de su gobierno en los siete meses que lleva. Seguridad, programas sociales, infraestructura, economía y la relación con Estados Unidos fueron los temas principales de su exposición más bien de tipo académico.

Entre los asistentes a la Convención se extrañó el tono ligero, franco y hasta dicharachero del expresidente López Obrador, quien lo mismo amenazó con “soltar al tigre” durante su campaña a la Presidencia, que otras declaraciones como la de “no vamos a cambiar las reglas para la operación de los bancos en México; sigan haciendo negocios legales en México”, o con la que se despidió el año pasado: “Me han tratado muy bien, con respeto, y han sido correspondidos, los he tratado también con respeto y he cumplido los compromisos que hice desde el inicio de mi gobierno”.

La música para los oídos de los banqueros y banqueras no se escuchó en Nayarit. Tampoco reclamos ni alusiones al Fobaproa, salvo uno. Sheinbaum dijo que sí hay un problema con el sector y es “la falta de acceso al crédito de las y los mexicanos, que solo alcanza al 33% de la población”.

Por esta razón, se anunció un acuerdo del gobierno federal con la banca para aumentar en 3.5% anual el crédito a las micro, pequeñas y medianas empresas entre 2025 y 2030. El objetivo es que al menos 30% de las Mipymes tengan algún financiamiento al cierre de la administración de Sheinbaum, además de reducir las tasas de interés en los principales productos enfocados a estos sectores con la ayuda de la banca de desarrollo. El elefante en la sala es la informalidad.

Posdata 1

El cambio de estafeta en la presidencia de la Asociación de Bancos de México, de Julio Carranza a Emilio Romano, no solo fue estatutaria, sino muy estratégica, dadas las negociaciones del gobierno mexicano con el de Estados Unidos.

Emilio Romano es director y presidente de Bank of America México desde el 2014. Previamente estuvo radicado en Miami, donde fungió como presidente de Telemundo, filial de Comcast/NBCU, y antes fue Procurador Fiscal de la Federación y funcionario de la Secretaría de Hacienda. Tiene relación con una parte del gobierno de Donald Trump y con empresarios de ese país.

Romano tiene como prioridad ensanchar la relación de la banca mexicana con la estadounidense y canadiense, en el marco del TMEC, y la encomienda de todos los presidentes del gremio: fomentar la inclusión financiera, ahora acelerada con la tecnología, la digitalización y las empresas fintech que cada vez logran mayor presencia en el mercado mexicano.

La renovación o renegociación del TMEC, en julio del 2026, incluye un amplio capítulo del sector financiero que establece las bases para la integración y regulación de los servicios financieros entre los tres países. Este capítulo es crucial para garantizar el acceso a mercados financieros, promover la transparencia y fomentar un entorno competitivo y estable.

En lo que respecta a Julio Carranza, su presidencia fue afortunada para el sector bancario, no solo por la reestructura de los estatutos internos de la ABM, sino por la cohesión que logró dentro del gremio y la interlocución con otras cámaras empresariales y con las autoridades del país. Deja un buen legado.

Posdata 2

En medio del posible rescate de Sofipo CAME, han surgido intentos de responsabilizar injustamente a los vicepresidentes de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, Aurora Cervantes y Francisco Vega.

Sin embargo, la responsabilidad recae realmente en la anterior vicepresidenta de Supervisión, Esther Ramírez Bernabé, quien salió tras la cuestionada revocación de Sofipo Impulso que hoy se dirime en tribunales, y en el director Armando Martínez Ramírez, investigado junto con el también ex vicepresidente de Supervisión Jorge Pellicer, por presuntos sobornos en el caso Sierra Gorda. Actualmente, Eugenio Laris dirige esta vicepresidencia con el reto de fortalecer el sector para impulsar el financiamiento a Pymes, prioridad en la agenda México-Estados Unidos.

Posdata 3

El cardenal Robert Francis Prevost fue elegido como el Pontífice 267º de la Iglesia Católica, adoptando el nombre de León XIV. En una sorpresiva decisión, toda vez que no estaba entre los favoritos, el prelado estadounidense obtuvo dos tercios de los votos en el Cónclave.

El 23 de abril publiqué en este espacio que el protagonismo mundial mostrado por Donald Trump en su segundo mandato presidencial y su acercamiento a la inglesa católica tras la muerte del Papa Francisco le otorgaban posibilidades a dos cardenales de los Estados Unidos: el Arzobispo de Nueva York, Timothy Dolan, y el Prefecto del Dicasterio para los Obispos, Robert Francis Prevost, originario de Chicago.

Ambos perfiles, catalogados como conservadores, se acercarían un poco más a Trump, aunque Robert Francis Prevost combina sus posturas conservadoras en temas doctrinales con una sensibilidad social y en defensa de los inmigrantes y refugiados, además de otros asuntos como el cambio climático.

La idea de contar con un jefe de la Iglesia rondaba la cabeza de Trump y, finalmente, será algo más que pueda presumir, aunque técnicamente no debió haber tenido ninguna injerencia en la votación que ejercieron los 133 cardenales en la Capilla Sixtina.

@MarioMal

Únete a nuestro canal ¡EL UNIVERSAL ya está en Whatsapp!, desde tu dispositivo móvil entérate de las noticias más relevantes del día, artículos de opinión, entretenimiento, tendencias y más.

Google News

TEMAS RELACIONADOS

Comentarios