Durante su campaña por la candidatura presidencial de Morena, pero sobre todo una vez que se convirtió en la “corcholata” ganadora, Claudia Sheinbaum apostó por recuperar a dos de los sectores más importantes del país, no solo para ganar elecciones sino para transitar en un gobierno: la Iniciativa Privada (IP) y los medios de comunicación, los cuales han sido agraviados y menospreciados por el presidente Andrés Manuel López Obrador.
El bono democrático con el que López Obrador llegó al poder le permitió transitar aun estando enfrentado con estos dos sectores, aunque no sin salir raspado y con heridas, pero finalmente avante hasta el último año de su gobierno. Su posible sucesora, Claudia Sheinbaum, no cuenta con esa coraza que le otorgan a AMLO su arrastre popular y las carretadas de dinero que ha puesto en los bolsillos de por lo menos 30 millones de mexicanos.
Es por esta razón que desde hace varias semanas, Sheinbaum ha echado a andar una operación cicatriz con los empresarios y los medios de comunicación, algunas veces de forma directa, como este fin de semana en Nuevo León, y otras mediante sus operadores.
Este sábado Sheinbaum fue cobijada por una parte de la clase empresarial regiomontana, entre ellos el presidente de Grupo Value, Carlos Bremer; el dueño de Katcom, Fernando Turner, y la exsecretaria de Economía, Tatiana Clouthier. La IP neolonesa será una de las más difíciles de conquistar para la candidata oficialista, pues la mayoría de los empresarios del llamado Grupo de los 10 de Monterrey no congenian con la visión de la 4T; más aún, han sido afectados por las políticas, decretos y regulaciones de la administración de López Obrador.
El domingo por la mañana Sheinbaum desayunó con el exjefe de la Oficina de la Presidencia y enlace de López Obrador, Alfonso Romo, para hablar precisamente de su relación con los empresarios y empresarias del país. Porque como dijo en una ocasión el entonces presidente del Consejo Coordinador Empresarial, el regiomontano Carlos Salazar, a AMLO: “No se pueden ganar elecciones sin los empresarios y menos gobernar.”
Romo va a ser parte de esa difícil operación cicatriz con la IP, pues prácticamente no hay empresario o empresaria que no haya sido agraviado por el actual presidente de México, incluso el mismo Carlos Slim, con quien ya retomó su cercanía y amistad, con todo y que López Obrador alucina a su yerno, Arturo Elías Ayub, lo cual ha hecho patente en sus conferencias matutinas.
Otros operadores de Sheinbaum para esta labor son el exconsejero Jurídico de la Presidencia, Julio Scherer –con todo y el alejamiento que tuvo con el presidente y con prácticamente toda la 4T–, el exsecretario de Seguridad, Omar García Harfuch, el más reciente fichaje, el ministro Arturo Zaldívar, además de Alfonso Romo y Tatiana Clouthier.
Prácticamente todos estos personajes cercanos a Sheinbaum tienen buena relación con la Iniciativa Privada y con los medios de comunicación. En jerarquía están, en ese orden: Garcia Harfuch, Clouthier, Romo, Zaldívar y Scherer. Hoy más que nunca la candidata morenista los necesita para construir su candidatura y evitar sorpresas, sobre todo a la luz de los resultados de las candidaturas para los nueve estados de la República que van a cambiar de gobierno el próximo año.
La candidata presidencial de Morena está consciente de que sin personajes moderados su campaña está en riesgo, más ahora que el partido del presidente López Obrador se decantó, presionado por los radicales del movimiento, por la aspirante Clara Brugada, pese a que Garcia Harfuch le sacó más de 15 puntos en las encuestas, lo cual advierte un muy complicado panorama para Morena en el 2024 pues ratifica lo sucedido en el 2021, cuando Morena perdió poco más de la mitad de la capital: la enorme clase media capitalina se ha cansado de los gobiernos de izquierda y de que los estigmaticen desde lo más alto del poder.
Posdata 1
Que no quede duda: a Omar García Harfuch lo “bajó” el presidente López Obrador, presionado a su vez por la bases del movimiento en la capital del país. Fue el jueves cuando el jefe del Ejecutivo y fundador de Morena le dio la noticia a Claudia Sheinabum de que su pupilo no pasaría en la ciudad, por lo que tendría que ceder su lugar a la exalcaldesa de Iztapalapa, Clara Brugada, quien ahora tendrá la tarea titánica de no fallarle al “líder” y a las bases, pues difícilmente logrará conquistar a la clase media, sin la cual es imposible ganar una elección en la CDMX. Al igual que Sheinbaum, Brugada va a necesitar la ayuda de los “moderados” para navegar los vientos contra durante la campaña del 2024.
Y García Harfuch ganó perdiendo. Al exsecretario de Seguridad Ciudadana lo van a promover para una senaduría plurinominal por Morena en tanto se define, formalmente, el gabinete de Sheinbaum, si es que logra imponerse en las elecciones presidenciales. Algo de más corto plazo podría ser la Fiscalía de la Ciudad de México, ante la muy alta posibilidad de que Ernestina Godoy no sea ratificada para un segundo encargo al frente de la institución. Como ya se ha comentado en este espacio, a García Harfuch no le llama la titularidad de la Secretaría de Seguridad federal, pues como sucede actualmente, ésta no tiene el control de la política de seguridad ni los recursos disponibles para la estrategia; todo esto le corresponde al Ejército, por lo que no tendría mucho que aportar en esa posición.
Posdata 2
Como lo adelantamos en este espacio la semana pasada, Marcelo Ebrard no será candidato de Movimiento Ciudadano y no renunciará a Morena. Luego de sus largas y reflexivas vacaciones en Europa, el excanciller decidió que no era una buena estrategia virar al partido que fundó su amigo Dante Delgado, no porque no quisiera “traicionar” a Morena o al presidente López Obrador, sino porque el “movimiento naranja” no le ofreció lo que pidió: la candidatura presidencial y varios espacios en la Cámara de Diputados y el Senado de la República para los suyos, lo cual no le concedieron.
Hoy Ebrard anunciará que seguirá adelante con su asociación civil “El Camino de México”, y reiterará que no está interesado en irse a otro partido político diferente a Morena. Si bien no se prevé que dé a conocer los avances de las negociaciones que ha tenido a través de dos interlocutores con Claudia Sheinbaum, sí lanzará la señal de que seguirá vigente para el siguiente sexenio, de la mano del oficialismo. Como diría el refrán: “entonces para qué tanto brinco estando el suelo tan parejo.”
Samuel García, por su parte, será el candidato presidencial de MC en el 2024. Como lo expusimos la semana pasada, al gobernador de Nuevo León ya no le interesa su estado, pues ante la falta de presupuesto no va a poder terminar las obras que planteó apenas hace dos años, cuando llegó al gobierno. Su candidatura se ve, más que como un interés genuino de convertirse en presidente del país, como una estrategia de blindaje frente a las investigaciones que hay en su contra. Bien se sabe que su participación en la elección presidencial es algo que al gobierno de la 4T tiene muy entusiasmado, pues dan por hecho que le restará votos a la oposición del PRI-PAN-PRD.
@MarioMal