El presidente Andrés Manuel López Obrador apostó su última carta en la Suprema Corte de Justicia (SCJN) a Loretta Ortiz Ahlf , antigua compañera de lucha en su proyecto político. ¿Qué ha hecho la flamante ministra en tres meses de gestión? No mucho más que intentar allanar el camino a Morena para dejar en firme los cambios a la Ley de la Industria Eléctrica con los que se busca darle prioridad a la CFE en el despacho de electricidad, en detrimento de las centrales de producción del sector privado.
La ministra Ortiz Ahlf es reconocida en el ámbito académico por su especialización en materia de derechos humanos y derecho internacional, y ha sido docente en la Academia de Derecho Internacional de La Haya, Holanda. Sin embargo, ni su enfoque profesional ni sus conocimientos académicos pesaron en el proyecto de resolución que pondrá a votación el próximo 5 de abril ante sus compañeros del pleno, en el que parece vulnerar el derecho a tener un ambiente limpio y sano, y en el que pasa por encima de los derechos inherentes a los inversionistas extranjeros.
En la época de los 90, la egresada de la Escuela Libre de Derecho se desempeñó como consejera Legal para México durante la firma del Acuerdo de Cooperación Ambiental del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, en el que se comprometió a promover el desarrollo sustentable a partir de la cooperación y el apoyo mutuo en políticas ambientales y económicas.
Dos décadas y media después, tuvo más peso en la redacción del proyecto sobre la Ley de la Industria Eléctrica su afiliación partidista –es fundadora de Morena– y la lealtad que ha mostrado también a través de su conocida carrera política hacia su líder moral y hoy presidente de la República. Cuando fue diputada por el Partido del Trabajo, Loretta Ortiz votó contra la legislación que este gobierno ha pretendido derogar, por lo que en bloque la oposición reclama un evidente conflicto de interés.
Pero contrario a lo que esperan muchos legisladores, la ministra no se va a excusar para votar este tema, y mucho menos transferirá el carácter de ponente a alguno de sus compañeros. Hace unas semanas, la ministra consultó a sus compañeros y al presidente de la Corte, Arturo Záldivar , la posibilidad de excusarse en el caso Cuevas Morán, debido a su vínculo marital con un subordinado de la FGR. La respuesta fue que no y ahora viene la revancha.
Loretta Ortiz está lista para convertirse en esa ministra que logre imponer en el pleno la voluntad de López Obrador, luego de que los perfiles que el Presidente ha enviado en el pasado no han tenido los resultados esperados.
Son cuatro los ministros que llegaron al pleno de la Corte propuestos por AMLO, y se podía considerar también cercano a Zaldívar, aunque en los momentos clave para el máximo órgano de justicia del país ha mostrado independencia y apego a la ley.
Por lo que hace a los ministros propuestos por AMLO y ratificados por el Senado, Juan Luis González Alcántara ha llegado a poner en duda las compras de medicinas de esta administración; Yasmín Esquivel ya le dio al erario un sablazo por mil millones de pesos; Margarita Ríos - Farjat ha desairado invitaciones de Palacio Nacional, y Arturo Zaldívar se vio obligado a rechazar un regalo de dos años adicionales de su presidencia.
Loretta es la esperanza de AMLO para tener un ministro que finalmente le garantice obediencia.
Posdata
Luego del duro golpe que le propinó la Corte al fiscal Alejandro Gertz Manero con la votación unánime que otorgó amparos directos a su excuñada y sobrina, y que lo puso en la antesala de su salida de la Fiscalía General de la República, el que suena fuerte para reemplazarlo es Arturo Zaldívar. Llegaría primero como subprocurador de Asuntos Internacionales, para después convertirse en el nuevo fiscal general.
mario.maldonado.padilla@gmail.com