En plena contienda interna, la exalcaldesa de Iztapalapa y aspirante de Morena a la Jefatura de Gobierno de la CDMX, Clara Brugada, está a punto de enfrentar un escándalo mayúsculo debido a una red de empresas y contratos vinculados a su hombre de mayor confianza, a quien dejó en el cargo como alcalde interino: el director general de Obras y Desarrollo Urbano, Raúl Basulto Luviano.
Se trata de por lo menos dos empresas constructoras que también son proveedoras de la actual administración en Iztapalapa y acumulan contratos en los últimos cuatro años por 87 millones de pesos.
La mayoría de las obras se han entregado por adjudicación directa y en su mayor proporción son trabajos relacionados con la construcción de las Unidades de Transformación Social de Iztapalapa, mejor conocidas como “utopías”, precisamente el concepto que Brugada usa como lema de campaña.
Las empresas en cuestión son Fuego Nuevo Ingeniería y Arquitectura SA de CV y Constructora Trueno SA de CV; de la primera, Raúl Basulto es accionista y en la segunda se desempeñó como coordinador de Supervisión a partir de 2013, cuando salió de la Coordinación de Construcción de la Delegación Iztapalapa. Clara Brugada sustituyó a Rafael Acosta Ángeles, más recordado como “Juanito”, al frente de la alcaldía más grande del país en términos de habitantes.
De acuerdo con el acta constitutiva de Fuego Nuevo Ingeniería y Arquitectura, de fecha del 7 de mayo de 2013, el actual alcalde interino de Iztapalapa es socio en esa razón social junto con Julio Millán Soberanes, actual coordinador de Gestión Integral de Riesgos y Desastres de la Sedatu a nivel federal, y de Milca Vázquez Espinosa, subdirectora administrativa de la Dirección General de Obras y Desarrollo Urbano de la misma alcaldía.
En esta empresa también tuvieron entre sus filas, como director operativo, a Juan Javier Granados Barrón, designado desde julio de 2022 director general de la Comisión Nacional de Vivienda, y de 2013 a 2018 al actual coordinador de Servicios y Mantenimiento de la Alcaldía Iztapalapa, Adrián Hernández Molina, quien dejó su puesto como coordinador General del Área de Construcción y Contratos en Fuego Nuevo Ingeniería y Arquitectura, para integrarse a la administración de Brugada.
De acuerdo con los documentos de transparencia de la alcaldía Iztapalapa, Fuego Nuevo Ingeniería y Arquitectura fue registrada como proveedora de la Dirección General de Obras y Desarrollo Urbano de manera previa a 2016 y se mantiene actualmente con estatus vigente, a pesar de que uno de sus accionistas tiene el máximo cargo en esa administración. La firma también tiene contratos registrados con otras dependencias del gobierno de la CDMX.
En el caso de la Constructora Trueno, esta fue constituida el 26 de agosto de 1987 y es representada por los hermanos Mario Cástulo y María del Pilar Landgrave Ibáñez. A esta se fueron a refugiar una parte de los funcionarios que dejaron la Jefatura Delegacional de Iztapalapa en 2012, como el propio Raúl Basulto, para que desde sus posiciones le pudieran adjudicar los principales proyectos de construcción de la alcaldía.
Entre las obras más emblemáticas que le han otorgado a esta constructora se encuentra el proyecto de “Construcción de diversos inmuebles socioculturales y deportivos en el Centro Deportivo La Cascada, de la Territorial Acatitla de Zaragoza de la Alcaldía Iztapalapa”. El contrato, firmado el 16 de junio de 2020, ascendió a 52 millones 762 mil pesos. Según el historial de la constructora, previamente no había logrado adjudicaciones superiores a 3 millones de pesos.
Posdata
Y hablando de las “Utopías”, en el Tercer Tribunal Colegiado en Materia Administrativa del Primer Circuito se ingresó el expediente 6/2023, denominado “Pueblo Originario de San Lorenzo Tezonco vs Brugada”. La representación legal de la comunidad de Iztapalapa exige el cumplimiento de una sentencia dictada por el Juzgado Décimo de Distrito en Materia Administrativa de la Ciudad de México, en el expediente 1103/2019, el cual obliga a la administración de Brugada a reparar daños “significativos” al pueblo originario, por la utilización de un espacio público para la construcción de su complejo cultural.
@MarioMal
