El presidente mandó a llamar a dos empresarios de la Iniciativa Privada a quienes considera sus aliados y no un contrapeso. Francisco Cervantes y Antonio del Valle se apersonaron en Palacio Nacional solo para escuchar reproches. “La inflación sigue sin control, no han cumplido los acuerdos”, les soltó molesto Andrés Manuel López Obrador .
El presidente del Consejo Coordinador Empresarial y el del Consejo Mexicano de Negocios intentaron atajar el reclamo con una explicación somera sobre cómo el encarecimiento de las materias primas en el mundo ha presionado el precio de los alimentos. AMLO les reviró con su narrativa de las ganancias justas. “No nos están ayudando”, les reclamó, según una fuente que estuvo presente en la reunión.
El Paquete contra la inflación y la carestía (Pacic), anunciado a inicios de mayo, no ha servido para contener el aumento de los precios. Desde que se hizo el acuerdo entre el gobierno y la IP, la inflación se siguió disparando: el Índice Nacional de Precios al Consumidor pasó de 7.68% en abril a 8.7% en agosto, su mayor nivel en 22 años. La inflación en alimentos subió aún más, al pasar de 12.4% a 14.6%.
Hace un par de meses, el Presidente pidió a la Secretaría de Hacienda y a la Profeco revisar con detalle los mercados donde se han producido los aumentos: bebidas, pollo, huevo, tortilla, frutas, verduras y los precios que ofrecen los autoservicios y otros distribuidores. El análisis incluyó revisar las utilidades netas de las empresas que son públicas y las de su competencia para detectar a los que están abusando con las ganancias.
La respuesta a estas investigaciones se hizo pública en la conferencia matutina del presidente. El titular de la Profeco, Ricardo Sheffield, acusó a Gruma, una de las principales fabricantes de harina de trigo y maíz, del aumento del precio de la tortilla, a pesar de que la empresa asegura que incide en menos del 25% del producto que se vende en el país y los incrementos de los precios se debe a las cotizaciones de los granos a nivel internacional.
Esta semana López Obrador volvió a la carga. “Vamos a hablar con los dueños para demostrarles el comportamiento de los precios”, dijo. Y fue más allá: amenazó a los productores de pollo, huevo y atún. El 17 de agosto revelamos que el Presidente tenía en la mira no solo a Gruma, sino a Bachoco, de la familia Bours, cuyas utilidades sí se duplicaron en el segundo trimestre del año. También están en la mira las cadenas de autoservicio como Walmart, Soriana, Chedraui y La Comer.
En la reunión del lunes con los dos líderes de la cúpula empresarial, el Presidente le dijo que si no bajaban los precios, iba a poner topes máximos a los productos, como sucede ya con el gas LP. Fue el ultimátum para los empresarios, el cual reafirmó el miércoles en su conferencia matutina. “Se va hablar con ellos, con quienes tenemos buenas relaciones y queremos hablar de esto y de otras medidas que vamos a tomar, lo que queremos es que ayuden”, comentó.
El Presidente está muy preocupado por la inflación, pues sabe que es un impuesto regresivo que afecta más a los que menos tienen y tiene un efecto social que también se refleja en lo electoral. El juego político del presidente, que tiene a punto de quiebre la alianza opositora del PAN, PRI y PRD, se complementará con un Pacic 2.0 que será anunciado en las siguientes semanas para contener, a punta de control de precios, la inflación.
Por lo pronto, la Secretaría de Hacienda ya estima una reducción de los precios hacia el cierre del año, a 7.7 por ciento anual, mientras que para el 2023 espera que baje a 3.3%.
Posdata
El gobierno de la austeridad y la pobreza franciscana prevé gastar como ningún otro el próximo año: 8.3 billones para financiar los proyectos de infraestructura que duplicaron su costo y los programas sociales-clientelares. ¡Es año electoral!
Sheinbaum con los banqueros
El jueves pasado la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, se reunió en privado con los principales banqueros del país. Fue a pedirles que cancelen las hipotecas de los afectados por los sismos en la Ciudad de México. Les dijo que es un tema de “justicia social”.
Los banqueros pensaron que, como lo ha hecho en otras ocasiones con empresarios del sector inmobiliario, telecomunicaciones y comercio, Sheinbaum buscaría conocer sus necesidades y plantearles soluciones, no solo como jefa de gobierno de la CDMX sino por sus aspiraciones presidenciales hacia el 2024.
Los financieros también le externaron sus preocupaciones en temas como el aumento de fraudes, como los que se han suscitado en Jalisco y Michoacán. Los fraudes consisten en que se emiten documentos apócrifos de cancelación de hipotecas con papelería de los bancos en contubernio con notarios públicos que aceptan la cancelación de la hipoteca y los jefes de catastro dan de baja y vuelven a registrarla.
Otra de las problemáticas de los bancos es el aumento considerable de intentos de hackeo de los sistemas de los bancos.
Los banqueros no sintieron mucha receptividad de la jefa de Gobierno, con quien quedaron de volverse a ver en los próximos meses.
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