Este domingo 4 de junio tendremos unas elecciones importantes: Coahuila y el Estado de México. Se trata de dos elecciones muy diferentes entre sí pero que, sin duda, dan rumbo a las elecciones generales del 2024, porque muchas cosas se rediseñarán a partir de aquellas.

Coahuila.

Si algo había ayudado para no dejar pasar a Morena es que el Partido del Trabajo y el Partido Verde lanzaran su propio candidato. Hay que añadir, sin embargo, que el Partido Verde, con su dirigencia nacional, ha hecho el ridículo al decir que declina en favor de Guadiana, el candidato de Morena. Por el contrario, el candidato a gobernador por el Verde dijo que seguía en la contienda. Así es que ambos partidos hicieron el ridículo al anunciar algo que no tiene efecto legal y que seguirá ayudando al candidato de la Alianza.

Este desorden que trae Morena en Coahuila viene acompañado, además, por una Alianza construida con un muy buen candidato: Manolo Jiménez, candidato que ha hecho una gran campaña por todo el Estado como abanderado de la Alianza PAN, PRI y PRD y con un gobernador bien evaluado. Pero, además, ayuda que no es un candidato que va sólo en la campaña, sino que también hay 25 campañas a diputadas y diputados. Pero más allá de esas condiciones, al parecer los coahuilenses entendieron bien la importancia de estar unidos frente a Morena. Sólo espero que no se confíen mucho y que su triunfo sea holgado y contundente.

Estado de México

El Estado de México es una joya digna de estudio. Aquí, la elección conlleva también de una gran candidata: Alejandra del Moral, también del PRI y apoyada en una Alianza por el PAN, PRI y PRD. Se oye más sencillo de lo que parece, pero consolidar esa alianza y fortalecerla en la campaña ha sido un acierto enorme de la propia Alejandra del Moral y de los partidos PAN y PRD.

Reconozco que no la conocía, pero hace unos meses la vi en acción y me sorprendió. Es una candidata valiente que trabaja todos los días y a todas horas, que conoce el Estado de México, que ha presentado propuestas y que ha logrado que su alegre campaña contraste con aquella de Morena llena de tristes acarreos.

Aun así, la campaña no ha sido fácil. Para empezar, se trata de una contienda que sólo tiene dos candidatas. De un lado tenemos a la Alianza PAN, PRI y PRD, con un gobierno de Coalición y del otro lado tenemos a Morena, junto con los partidos que cada vez anulan más al Verde y al PT. Eso hace que la candidata no pueda apoyarse en campañas locales como son las de diputados.

Pero, además, Del Moral ha tenido que luchar claramente contra un gobierno federal que todos los días ataca a la oposición y contra quienes animan el desaliento y roban la esperanza. Nunca será fácil una campaña frente a un régimen autoritario.

Morena ha hecho todo por romper el orden democrático y constitucional de nuestro país. Nada dará más certidumbre que un triunfo de la oposición (en términos nacionales) en el Estado de México y en Coahuila. A nadie le conviene que Morena gane, gobiernan muy mal, han fallado en todo y a sus gobernadores “oficialistas” no les interesa quedar bien con sus ciudadanos, sino con una sola persona que es el presidente que hoy encarna la dictadura. Un gobernador o gobernadora de Morena no van a mirar más que al presidente.

En estas últimas semanas la cizaña ha sido y seguirá siendo sembrada con más fuerza. Frente al odio está la esperanza de millones de ciudadanos que deben salir a votar para recuperar la democracia mexicana. En efecto, se trata de salvar a México y de que este domingo 4 de junio lo llenemos de júbilo y esperanza con nuestra participación política a la hora de votar.

Diputada federal

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