En nuestro país, día con día se toman decisiones que están agravando la crisis económica y sanitaria. Ambas crisis existían antes de la pandemia, pero, en efecto, ésta les ha caído como anillo al dedo, dirán que les tocó “un país imposible” y que luego vino la pandemia. Nunca vamos a escuchar que asumen su responsabilidad en la construcción del desastre en el que nos estamos convirtiendo en todos los órdenes.
La semana pasada es una muestra clara. Veamos:
1. Lunes 11: se publicó en el DOF el Decreto por el que se dispone de las Fuerzas Armadas para llevar a cabo tareas de seguridad pública. Para quienes seguíamos este tema, no fue ninguna sorpresa porque ya se había dado en marzo del 2019 la aprobación de la Ley de la Guardia Nacional. Sorpresivo fue también que algunos, que se sienten “representantes” de la sociedad civil, presumían la aprobación de la ley. Lo que se publicó el lunes pasado era de esperarse: la Guardia Nacional no es suficiente. Desperdiciaron dinero y tiempo. Eso sí, se destruyó a la Policía Federal y fueron humillados tanto el Ejército como la Marina. Sólo nos resta recordar como hipócritas a los que criticaron, y criticaron hasta el hostigamiento, el uso de las fuerzas armadas y que hoy la aplauden: hipócritas.
Éste fue el mismo día en el que la Secretaría de Salud reconoció que las pruebas que utiliza quizás estén fallando.
2. Martes 12: durante la conferencia de prensa del Subsecretario de Salud en funciones de secretario, mercadólogo, modelo y hasta ideólogo del gobierno, fuimos informados que se reportaron 353 fallecimientos en 24 horas (recordemos que ese número hay que multiplicarlo). Sin embargo, en la conferencia, los exponentes se veían muy contentos, hacían chascarrillos y toda la cosa.
3. Miércoles 13: apareció una publicación en el DOF, por la que se daba a conocer un Acuerdo del Consejo de Salubridad General que establecía que la construcción, las actividades de minería y la fabricación de equipo de transportes debían considerarse actividades esenciales y, de pronto, ¡desapareció! Así nada más. Resulta que literalmente los cacharon y, de manera completamente ilegal, publicaron otro Acuerdo y, luego, una declaración en el que “explicaban” la ineptitud. Sin embargo, y aquí radica la gravedad, publicación oficial NO puede borrarse, debió publicarse una fe de erratas o una publicación del mismo rango abrogando la anterior y someterla a su correspondiente publicación. Todo lo hicieron mal, no les importa el Derecho, ya lo sabemos, pero también parecen ignorar la importancia del Diario Oficial. No podemos desaparecer la certeza jurídica.
4. Jueves 14: el Diario Reforma fue víctima de una amenaza. La respuesta del gobierno no fue de condena, como habríamos esperado. El colmo radica en que la respuesta fue contra la víctima. Así son tratados quienes se oponen al gobierno. Este diario -El Universal- también ha sido víctima del discurso de odio nada más porque no les parece lo que ha publicado.
Este mismo 14 de mayo, los académicos que pertenecen al Sistema Nacional de Investigadores, recibieron una carta de su superior en el que les pide una donación voluntaria de uno, dos o tres sueldos a la cuenta que, en el mismo escrito, se les indica. Y, por si fuera poco, el sábado 16 de mayo les llegó un comunicado que “agradece a la comunidad del SNI, … la seriedad y la responsabilidad con la que han recibido esta invitación” y vuelven a hacer la invitación a la donación voluntaria.
5. Viernes 15: viernes negro en términos de medio ambiente. Un acuerdo anticonstitucional dio marcha atrás y canceló las posibilidades de desarrollo humano sustentable. Por si fuera poco, fue destituido el director de la CONAMER por negarse actuar incorrectamente. La Secretaría de Energía canceló toda posibilidad de promover energías renovables en un país con una clara vocación a la energía limpia. En términos ambientales, ésta es la peor noticia anunciada en este siglo, aumentará la contaminación ambiental, tendrá un incalculable daño a la salud y, por supuesto, generará más pobreza.
Suerte esta semana que empieza.