Otra vez lo digo y lo escribo: vivimos la ola de violencia más grande que ha tenido México y la causa radica en que el gobierno de Morena no quiso enfrentar y combatir al crimen organizado a tiempo. La cobardía es lo que ha imperado en Morena, fácilmente persiguen a los opositores, pero no son capaces de (o no están dispuestos a) enemistarse con el crimen organizado.
Este gobierno ha sido tratado con excesiva benevolencia. Bajo cualquier otro gobierno, a los números que hoy tenemos no le habrían llamado “ola” sino “Tsunami” de la violencia. Nada más veamos lo que pasó en un solo día (miércoles 5 de octubre): en la mañana los medios nos mostraron la dramática balacera perpetrada por el crimen organizado en San Miguel Totolapan, Guerrero. En la tarde, asesinaron a una diputada local de Morelos y, en la noche aparecían imágenes de una balacera en Zacatecas. El promedio por mes es de 2,500 asesinatos, con sus propios datos, por eso vamos en más de 131 mil asesinados en los años que Morena ha gobernado. La política de abrazos y no balazos está matando a los mexicanos.
Como ya no saben qué hacer, han trasladado la responsabilidad al Ejército. Y lo hacen en uno de lo momentos más complicados para las fuerzas armadas. Sin embargo, a Morena no le importa el Ejército ni su imagen ni sus integrantes; lo que quieren es acusar a otros de su responsabilidad.
Para intentar trasladar esa responsabilidad han hecho una reforma a un artículo transitorio de la Constitución que, de tanto que se ha manipulado, ha acabado en un bodrio de propuesta que vamos a discutir en la Cámara de Diputados en esta semana. Por otro lado, ya nos enviaron la minuta de la vergüenza de la Cámara de Senadores, porque para aprobar esa minuta han incumplido la Constitución, han mentido al pueblo y han cooptado a legisladores.
Han incumplido la Constitución porque la obligación del artículo 21 constitucional era procurar una institución de seguridad federal coordinada, capacitada con control de confianza. En cambio, han desaparecido la policía federal, violaron los derechos humanos de sus integrantes y cancelaron la posibilidad de una alternativa civil federal para cuidar a los ciudadanos. Incumplieron la Constitución porque esta ley fundamental pedía claramente que fuera hasta marzo de 2024 cuando discutiéramos una posible prórroga en esa materia.
Mienten porque dicen que quienes componemos la oposición no queremos al Ejército combatiendo al crimen organizado. Mienten porque no nos advierten del tamaño de la responsabilidad que están trasladando al Ejército, al que —además— humillan todos los días. Mienten porque no advierten el desorden administrativo que han generado ni las consecuencias de una decisión que instala casi para siempre en el Ejército la seguridad y muchas otras tareas.
Mienten cuando dicen que “ahora sí” ya van a poner atención a las policías estatales y municipales cuando llevan cuatro años de no apoyarlas. Y si fuera cierto, por lo menos los senadores debieron haber pospuesto la decisión de la reforma hasta que se aprobara el presupuesto y se confirmara que, efectivamente, al menos en términos presupuestarios, había la intención de apoyar a los cuerpos civiles y locales. Ya veremos el monto.
Finalmente han cooptado a los legisladores. Por eso es de valorar la valentía de legisladoras y legisladores del Partido Acción Nacional, del Grupo Plural, de Movimiento Ciudadano, de tres legisladores del PRI y uno del PRD. Resalto las palabras de Claudia Ruiz Massieu, el discurso fuerte de Lilly Téllez, el voto de Ismael Cabeza de Vaca (a quien seguramente amenazaron, pero se mantuvo en su voto). Este gobierno de Morena nos está matando, nos quita nuestras libertades y está haciendo mucho daño y mucho mal. Es la hora de la valentía.
Diputada federal
Suscríbete aquí para recibir directo en tu correo nuestras newsletters sobre noticias del día, opinión, opciones para el fin de semana, Qatar 2022 y muchas opciones más.