La Tómbola de la Infamia es como los trabajadores del Poder Judicial han llamado al mecanismo por el que despidieron masivamente a cientos de juzgadores. El gobierno y Morena como partido oficial (incluyo a sus aliados) han demostrado con ello cómo pretenden gobernar: aplastando.
En estos días, tanto el gobierno como el partido oficialista han mostrado su enorme desprecio por el derecho, por la división de poderes y la democracia. Como resultado de todo esto han generado caos. Su desprecio por las leyes y la Constitución queda demostrado con el desacato y, consecuentemente, la violación a todas las órdenes de suspensión que han sido decretadas por el poder judicial. Es increíble que, en un gesto de poder, se pretenda demandar penalmente a una jueza que giró una orden de suspensión para la publicación de la ley que anula al Poder Judicial, en lugar de recurrir la resolución.
Han atacado la División de Poderes al “anular” uno de ellos: el Poder Judicial y, además, hacerlo a través de uno de los mecanismos más insensatos: el voto popular para la elección de jueces de todos los niveles, previa la tómbola de la infamia. Además terminaron con el Congreso como Poder cuando el gobierno y su partido oficial lograron la resolución que les regaló los diputados que nadie votó. Por eso tienen el 74% de la Cámara de Diputados cuando tuvieron el 54% de la votación. Con esa sobrerrepresentación han actuado mafiosamente, pues las sesiones tienen una dudosa validez debida a la falta de quórum que nunca se pudo verificar, por el cambio de congreso y los dictámenes que fueron elaborados por un congreso y votados por otro, aun tratándose de reformas estructuralmente fundamentales con consecuencias no medidas.
Nada de lo que han señalado como pretexto para la anulación del poder judicial a través de la llamada reforma judicial se va a solucionar con la elección de las y los juzgadores a través del voto popular. Por eso todo esto que vivimos ahora era absolutamente innecesario.
Todo esto, además, de innecesario ha sido inhumano y acusa un enorme deterioro del respeto por la legalidad y una polarización promovida desde el gobierno que acusa de corrupción y nepotismo a todo el poder judicial. En claro contraste, están las historias de respeto y admiración que vemos a través de las redes sociales, escenas en las que empleados reciben a su juez conmovedoramente. Me refiero a las innumerables muestras de reconocimiento y admiración a esos jueces -hombres y mujeres- que vieron que se quedaron sin trabajo a través de la tómbola de la infamia el 12 de octubre pasado.
Al proceso de la mal llamada Reforma Judicial le ha faltado dignidad y le ha sobrado poder aplastante. Nos restituye un poco de dignidad la respuesta de los trabajadores de tantos juzgados después de la tómbola de la infamia. Reproduzco aquí algunos mensajes que vi en redes como un homenaje a las y los jueces, como un reconocimiento a la bondad de los equipos de trabajo y para que sepamos bien que, en medio del lodo, hay guiños a la dignidad humana, a la gratitud y a lo mejor de los seres humanos:
“No eres ni “non” ni “par”, eres la persona más inteligente, humana y maravillosa”, “su carrera, sus exámenes, su conocimiento, su calidad humana nos ha hecho quererlo y apoyarlo”, “ni miles de votos comparan el amor y el respeto que tenemos”, “todos somos el juzgado #_ “, “no estás solo”, “no estás sola”, “contigo: valores y virtudes”, “siempre será un ejemplo para nosotros”, “gracias por ser un ejemplo de valentía, trabajo, empatía y determinación, siga siendo una persona que inspira”, “su apoyo y ejemplo son nuestra mayor motivación para seguir en pie de lucha. Estamos con usted”, “eres una gran persona”, y muchos más letreros y videos que nos recuerdan la bondad del ser humano … y la infamia de la Tómbola.
Diputada federal. @Mzavalagc