La vida pública de nuestro país, las declaraciones de funcionarios de Morena y la actitud de los turiferarios del poder han hecho que me sea inevitable recordar la figura de la simulación de los actos jurídicos.  

Dice el artículo 2180 del Código Civil Federal: “Es simulado el acto en que las partes declaran o confiesan falsamente lo que en realidad no ha pasado o no se ha convenido entre ellas.” Poniendo de lado las variantes naturales que resultan de trasladar una figura jurídica de la vida privada a la pública, me es inevitable relacionar los actos públicos del gobierno de Morena con la simulación. El gobierno de Morena declara “falsamente lo que en realidad no ha pasado”. La simulación implica una cierta sofisticación que va más allá de la simple mentira: se construye un acto aparente que esconde otro acto que permanece oculto. 

Estamos entonces en los años de la simulación pública. Cada vez que declaran algo, las autoridades distorsionan la realidad y, en el mejor de los casos, llevan a cabo lo que se conoce como “reserva mental”, a fin de no dar a conocer la verdad. Algunos ejemplos pueden ser la refinería de Dos Bocas, que fue inaugurada pero que no puede todavía funcionar como refinería; o la construcción de un aeropuerto del que no salen vuelos (vaya, ni siquiera los del presidente). Pero he preferido hoy señalar ejemplos que son más profundos por sus consecuencias no sólo económicas sino en términos de la vida pública: 

Todos los días amanecemos en nuestro país con un acto de simulación que se conoce como “La mañanera”, conferencia que simula una rendición de cuentas cuando la realidad es que se trata de un foro para perseguir adversarios y descalificar a quien disiente; se reparten apodos y se descalifica al que no da la razón al Presidente. En la “mañanera” se inventan y fabrican culpables para evitar la responsabilidad propia. Hablan de la pobreza como algo que hay que reducir, pero sus decisiones políticas han generado más pobres, al menos 4 millones más de pobres. 

El quehacer del gobierno en materia de salud está plagado de mentiras: destruyeron al Seguro Popular y no lo han sustituido con nada. Lo que existe es un “Instituto de la Simulación de la Salud y el Bienestar”. La gestión de la salud en México es una de las grandes tragedias de los últimos tiempos; el gobierno miente una y otra vez sobre medicinas y atención a pacientes, sobre el manejo de la pandemia y sobre el número de fallecidos como consecuencia de ésta.  

El sistema educativo mexicano es una catástrofe. Nada remplazó al Instituto Nacional de Evaluación Educativa, no hay un plan de recuperación del aprendizaje perdido ni programas para la reincorporación de los millones de estudiantes que desertaron durante la pandemia. Al contrario, prefirieron cancelar programas como el de Escuelas de Tiempo Completo que invertir en educación. 

La División de Poderes es uno de los principios más simulado en toda la extensión del concepto. En ello han colaborado ministros, magistrados y legisladores de Morena que permiten, una y otra vez, que se violente este principio aún contra la dignidad de su propia función. El gobierno de morena desobedece constantemente las resoluciones del poder judicial, desde los inicios; es el caso del Tren Maya que siguen los trabajos a pesar de la resolución de un juez que obligaba a la suspensión de la construcción del mismo. 

Internacionalmente cito el ejemplo de nuestra relación con los Estados Unidos, de la que se insiste que estamos en muy buenos términos, a pesar del mal trato que nuestro gobierno ha dado a dicho país y de los “resultados” de la última visita. Por si fuera poco, lo que habría tenido que ser un buen operativo (la captura de Caro Quintero) se acompañó de obscuridad y falta de transparencia en cuanto al fallecimiento de los marinos que intervinieron en ella; así como el absurdo rechazo a reconocer la colaboración de la DEA por parte del gobierno norteamericano.  

En el Derecho Civil, la discrepancia con la realidad debe ser probada por quien la afirma. En México dicha discrepancia con la realidad se ha probado una y otra vez. ¡Miles de veces! Debemos reconocer que la simulación está ya instalada en este gobierno, que así seguirá siendo, pero no podemos prolongarla por otros seis años. Está bien que insistamos en hablar de la verdad y demostremos siempre que existe otra “realidad” que no es reconocida, pero también es importante que, desde la oposición, estemos ya diseñando el futuro de nuestro México. 

Diputada federal 
@Mzavalagc


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